Tres trofeos en nueve meses dice mucho. Lo que Santos Laguna ha logrado en este periodo de tiempo ya lo envidia cualquier equipo del futbol mexicano. Si bien es cierto que la Copa Mx aún no tiene el prestigio que los organizadores quisieran y que el Campeón de Campeones aparece y desaparece como quincena en la cartera, no por ello significa que sea sencillo obtener tales trofeos, ya ni se diga el tan reñido torneo de liga, que grandes equipos han querido ganar con inmensas inversiones y simplemente se les ha negado.
Y no sólo eso. Santos dejó una grata impresión en el partido ante América, sorprendiendo por las fechas en que se jugó, pues es normal que los equipos viniendo de la pretemporada aún se sientan duros y fuera de ritmo. En cambio Santos se mostró ordenado, tratando bien al balón y con una clara idea del futbol que va a intentar en el torneo. Muy veloz además con la presencia de Djaniny, Rentería y Quick Mendoza, que traían loca y fatigada a la defensa americanista.
Y si a eso agregamos lo elegante que se veía el equipo de los Guerreros con su nueva playera retro, entonces asumo que la afición está contenta con su equipo y se siente bien representada por el momento con lo que Santos Laguna significa y está logrando.
Todo hay que recibirlo con la justa medida, hay quien hasta quería hacer desfile por el Campeón de Campeones, nunca será para tanto, pero tampoco hay que minimizar un trofeo adquirido, pues parte fundamental de la psicología del Santos y del mismo futbol mexicano es acostumbrarse a levantar trofeos, a ganarlos, a quedarse con ellos, se llamen como se llamen e importen lo que importen. Porque muchas de las cosas que se consiguen en la vida se consiguen por hábito, junto con el esfuerzo que a eso conlleva.
El estímulo de estos dos trofeos conseguidos en forma consecutiva se nota en el ánimo de los jugadores en sus redes sociales, todos lucen contentos, todos hablan del buen grupo que se ha formado y todos lucen comprometidos con los colores de la Comarca. Ese tipo de emociones muchas veces consigue más cosas que una buena estrategia o táctica, aunque soy un convencido que estas dos últimas cosas no pueden faltar en un equipo serio que aspire a grandes cosas.
Se vaticina lo mejor para Santos, será un torneo duro y parejo como el anterior, los poderosos (ojo que no dije grandes) están urgidos por quedar campeones tras lo logrado por Santos y ante todo, los demás equipos querrán evitar a toda costa que el equipo lagunero se corone por segunda vez consecutiva. Sería demasiado humillante para todos los demás. Pero en el futbol nada está escrito y teniendo a Marchesín, cualquier cosa buena puede pasar.
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