Estadio San Pedro. Stars League. Tiempo infinito en el paraíso de la vida, del deporte y el amor, un zurdo maravilloso se afina en la loma con una mirada de águila, cuya visión circunda el escenario todo, con gente que no le estimula, sino que le teme, porque mira que sus hombres abanican ante él como un ventilador hurgando en la tristeza; él en cambio se lo toma con calma, cuida su látigo y lo maneja como una palanca de la destrucción.
Solo y su alma, lamiendo lágrimas, impotente, Duke camina hacia la caseta rumiando coraje, acaba de recibir su tercer ponche consecutivo en el juego y el zurdo al fondo, desde el montículo, deja escapar una pequeña sonrisa, cómplice de su radiante forma, lleva retirados ya 26 hombres, la mitad de ellos por la ruta del ponche y su equipo está ganando 3-0 con él sin permitir imparable, nadie le ha llegado ni siquiera a la inicial.
En el camino, Duke se encuentra con Gil, su compañero.
-Como habrás visto, nos tiene muertos con su bola rápida.
-A mí no me poncha, yo le daré el jit a este maldito caralarga, nariz de burro.
-Choca la pelota y aprovecha su velocidad, no quieras dar batazo largo.
Warren, que así se llama el zurdo. Levanta su pierna derecha demasiado en cada lanzamiento, cuando su cuerpo cae y la izquierda maravilla suelta la pelota, ésta lleva un doble pensamiento que termina fungiendo como piloto cerebral de la misma trayectoria, con un efecto endemoniado que al llegar a jom elude el bate como bailarina de ballet.
Primer lanzamiento, faul hacia atrás.
Segundo, un bello batazo de línea. . . a la tribuna lateral, segundo strike.
-Pásala por aquí, maldito, no temas-. Grita Gil, enardecido y Warren se engalla. El nuevo lanzamiento pone de pie al estadio, con toda su gente que olvida favoritismos para premiar la virtud del beisbol. Es una recta que nadie puede ver y que el receptor captura porque deja la manopla al centro del plato, sólo por eso. Desde luego, Gil no obedece al Duke y abanica con fuerza bruta, como queriendo destrozar la esférica, casi se va de bruces al fallar. La ovación estalla. Son dos héroes que obedecieron a sus instintos y que se van del diamante con distintos gestos en el rostro.
Simplemente Bravos II de Warren Spahn le ha ganado la serie a Dodgers II con todo y el Duke Snider y Gil Hodges. Esta gente sólo ve un beisbol apto para muertos de felicidad, ante este show, ¿quién no va a morir? (Continuará)
PROTAGONISTAS
EDWARD DONALD "DUKE" SNIDER (1926-2011) Center field maravilla de Dodgers, le llamaban "Zorro plateado". Ganó dos Series Mundiales y acudió a nueve juegos All-Stars. Dio 407 jonrones e impulsó 1,333 carreras. Está en al Salón de la Fama desde 1980.
WARREN EDWARD SPAHN (1921-2003) Boston, Milwoukee, Mets y Gigantes, sus clubes. Tuvo 363 victorias. Ganó Serie Mundial con Bravos y Cy Young en 1957. Tuvo veinte o más victorias en 13 temporadas. En el Salón de la Fama desde 1973. Un fenómeno zurdo.
GILBERT RAY HODGES (1924-1972) Primera base de Dodgers por 18 años. Dio 370 cuadrangulares, ganó tres Guantes de Oro y tres Series Mundiales. Fue también manager de Senadores y Mets. Tenía carácter muy fuerte. Murió prematuramente de infarto, jugando golf.
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