Mientras un animal sufra, mientras una especie se extinga, cómo hablar de sosiego en la humanidad. Mientras haya quienes gocen con el padecer de un animal, el género humano agrega una vergüenza más a su lista. Hombre contra hombre, hombre contra animal. El desarrollo cerebral del individuo, al ejercer implacable y necia crueldad hacia los animales, amerita compasión. Intervención. Contención. Solicita una relectura del significado del amor al prójimo como a sí mismo.
Circos, plazas, calles, jardines, tiendas. Selvas, estepas, mares, cielos, desiertos. Los animales pueblan diferentes estampas de una misma casa. En teoría, el mundo es compartido entre todos, pero nunca con los mismos derechos ni oportunidades. Menos, aún, con respeto. Estar en deuda con los animales no es tema menor.
Una de las muchas formas de violentar a los animales es la ignorancia. Va por partida doble: primero, al desconocer información valiosa que podría generar un noble entendimiento de las especies; y segundo, al invisibilizar las necesidades de unos animales y de otros, incluido, por supuesto, el hombre mismo.
Animal wise. The thoughts and emotions of our fellow creatures (Sabiduría animal. Los pensamientos y emociones de nuestras criaturas hermanas, Ed. Crown-Random House, EU, 2012) es un libro que ve de frente y con sabia bondad a los animales. Su autora, Virginia Morell, es corresponsal de la publicación Science y activa colaboradora de las revistas National Geographic, Smithsonian y Conde Nast Traveler. Animal wise ha logrado el reconocimiento de reseñistas internacionales. Destaca la manera tan "platicable" de su tesis principal: los animales piensan, sienten y experimentan el mundo. Tienen momentos de enojo, pena y amor. La autora, como cada vez más activistas, promueven una relación distinta entre los hombres y los animales.
De diez son los diez capítulos de Animal wise: "Las maestras hormigas", "Entre peces", "Pájaros con cerebros", "Loros traductores", "La risa de los ratones", "Memoria de los elefantes", "Los delfines educados", "Las mentes salvajes de los delfines", "Qué significa ser un chimpancé", "De perros y lobos". En cada uno son presentadas evidencias del comportamiento animal que revelan conmovedores procesos emocionales.
Virginia Morell comparte evidencias respaldadas por su experiencia de más de treinta años en el mundo de la divulgación científica para entender porqué las hormigas enseñan, porqué los gusanos toman decisiones, porqué los ratones gozan de las cosquillas y porqué los chimpancés se apenan. Explica, además, que algunas razas de perros cuentan con vocabularios de más de mil palabras y los pájaros practican sus canciones mientras duermen. Esto que bien pudiera ser el leit motif de alguna fábula de Esopo revela la valentía de la autora al descubrir parte del mundo animal que, para muchos, es mera especulación o tiempo perdido. La periodista sustenta que "incluso las 'especies menores' cuentan con habilidades cognitivas como son la memoria, sentimientos, consciencia, características que la gran mayoría no reconoce en los animales".
La experiencia ganada en viajes alrededor del mundo dan un color especial a las anécdotas compartidas por la autora. Japón, Venezuela, Costa Rica, Australia, Alemania, Inglaterra, Hungría, Austria y Kenia son algunos de los sitios de reunión donde un equipo de investigadores de especies nativas y Virginia Morell publicaron los principales hallazgos en la rama de la biología que estudia el comportamiento de los animales, la etología, sobre los diferentes hallazgos logrados. National Geographic en 2006 le solicitó que escribiera un artículo sobre el pensamiento de los animales. El resultado fue publicado en 2008 y fue la génesis de Animal wise.
Increíbles son los ejemplos e historias distribuidas en las 270 páginas del libro. Una de ellas es fundamental. Trata de manera especial la mente y el corazón de los animales. Da material para una próxima entrega.
Twitter: @RenataChapa