Sin heridos. Los atentados no dejaron lesionados, pero tampoco se ha detenido a los responsables de los hechos.
En menos de una semana la Línea 2 del Mexibús ha sido atacada en tres ocasiones. Los atentados no dejaron lesionados, pero tampoco se ha detenido a los responsables de los hechos.
El primer caso ocurrió el sábado de la semana pasada donde personas ajenas al servicio de transporte rompieron vidrios de la mayoría de las estaciones. En el segundo atentado, sujetos desconocidos arrojaron bujías a los parabrisas cuando las unidades estaban en circulación.
El último hecho, ocurrido la medianoche del viernes, ha sido el más violento, pues fueron colocados ocho artefactos explosivos en igual número de vehículos, cuatro de ellos detonaron al ingresar a la terminal y causaron daños a los autobuses.
Juan Sánchez Peláez, presidente de Transcomunicador Mexiquense, concesionaria que opera las unidades de la Línea 2 del Mexibús, aseguró que desconoce el móvil de las agresiones, pero dijo que esto demuestra la falta de vigilancia en estaciones y el corredor por donde circula este medio masivo de transporte.
En tanto, la Procuraduría General de la República (PGR) informó, a través de un comunicado, que se inició el Acta Circunstanciada 51PP/2015 ayer sábado en la delegación del Estado de México, por violación a la Ley Federal de Armas de Fuego y Explosivos, por los hechos violentos ocurridos en el transporte.
"Es importante señalar que se trabajará de manera coordinada en todo lo relacionado con la investigación con la Procuraduría General de Justicia del Estado de México, quien inició una carpeta de investigación", se lee en el documento.
Disputa por seguridad. Sin embargo, el presidente de Transcomunicador Mexiquense dijo que tal vez el fondo de las agresiones sea la disputa por la seguridad en la línea, actualmente a cargo de una empresa privada contratada por Urbán Bus encargada del mantenimiento.
Aclaró que brindar seguridad al Mexibús resultaría un buen negocio para otras prestadoras del servicio de vigilancia privada, como los Cuerpos de Seguridad Auxiliar y Urbana del Estado de México (Cusaem).
Los ataques se han intensificado; en el primero, las autoridades de Tultitlán confirmaron que casi todas las estaciones ubicadas en ese municipio registraron vidrios rotos, aunque al revisar imágenes de las videocámaras no se observó a personas causando daños, por lo que presumen que las bujías fueron arrojadas desde vehículos en movimiento.
En las estaciones Cocem y Buenavista rompieron dos cristales en cada una, tres en Villas de San José, cuatro en La Bandera y ocho en Bello Horizonte, todas ubicadas en este mismo municipio.
Sobre los artefactos explosivos, el funcionario expresó que fueron dejados en las partes traseras de los autobuses al parecer por personas que fingieron ser pasajeros, los cuales estallaron cuando ya no había usuarios a bordo de las unidades, por lo que no hubo lesionados.
Los estallidos ocurrieron en la terminal Las Américas, en Ecatepec, aunque también fueron localizados artefactos en las estaciones La Laguna, en Coacalco, y La Bandera, en Tultitlán, los cuales no estallaron.
Sánchez Peláez consideró que se trató de un ataque bien estudiado, pues los artefactos tienen un reloj y fueron programados para detonar en un lugar específico.
Dijo que al parecer no existen móviles claros para las agresiones, pues transportistas continúan prestando el servicio en la vía López Portillo y no han sido retirados, tampoco han despedido masivamente a conductores, además de que no han recibido llamadas de extorsión y si fueran anarquistas no han dejado ningún mensaje, como acostumbran hacerlo.
DÍAS
han ocurrido tres ataques, señalan las autoridades.
