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Superan las barreras del idioma y la cultura

VUELVEN LAGUNEROS TRAS VIAJE DE CAPACITACIóN DE SEIS MESES A CHINA Y COREA

De regreso. De izquierda a derecha se encuentran Sergio Galarza, Joel Vaquera, directorYURA México y Francisco Javier Solís.

De regreso. De izquierda a derecha se encuentran Sergio Galarza, Joel Vaquera, directorYURA México y Francisco Javier Solís.

VIRGINIA HERNÁNDEZ

Pese a las diferencias en el idioma y de sus culturas, los 50 laguneros de Yura México que viajaron en junio a China y Corea del Sur para recibir capacitación de tres meses, regresaron y se encuentran hoy muy motivados, pero sobre todo con la camiseta bien puesta para lograr que esta planta sea la mejor empresa a nivel mundial.

De manera reciente los 31 trabajadores que viajaron a China y 19 a Corea del Sur volvieron a la región antes de las fiestas patrias tras recibir una intensa capacitación para conocer en directo, en las propias líneas de producción y con los operadores coreanos, la forma de trabajo y su cultura laboral y social que se maneja en los equipos de trabajo en aquellos países asiáticos.

No obstante a los choques de culturas y a que no se dominaba al cien por ciento el idioma inglés de ambas partes, se logró avanzar con traductores bilingües o diccionarios, con señas y fotografías para lograr una comunicación entre los trabajadores asiáticos y laguneros.

Sergio Galarza Castro, gerente de producción de Yura México, fue una de las personas que viajó y expresó que para él fue "una experiencia de vida, de valorar todo, la familia, la casa, la región y México". Contó con gran entusiasmo cómo fue el largo viaje de Torreón al Condado de Rongchang, China, durante dos días y su estancia de tres meses en esa ciudad.

Dijo que la llegada de Yura a La Laguna ha generado gran expectativa, sobre todo que no se había dado una inversión de esta dimensión y sobre todo que fuera de origen coreano.

Relató que la experiencia que vivió le permite ver que los mexicanos tienen una gran capacidad para adaptarse a todas las circunstancias que se les presenten, sobre todo vencer barreras como el lenguaje y la diferencia cultural.

Compartió que la gente de esa ciudad de China mostró mucho respeto por el visitante, sobre todo por ser los primeros mexicanos que viajaban a ese lugar. El hotel se convirtió en su casa por 90 días, por lo que al principio el gerente era la única persona que se comunicaba con ellos, posteriormente se sumaron otras cuatro personas más del hotel.

Pese a que usaban a intérpretes que manejaban un español de España eso ayudó en algo la capacitación teórica. Dijo Galarza Castro que aprendieron las metodologías con las que trabajan, lo cual lograron adaptarse después de dos días de dificultades. "La fabricación de arneses es distinta en China, pero no es complicada".

LAS COSTUMBRES

Algo que observó en la gente de esa ciudad es que las personas son desconfiadas en un principio cuando no conocen bien a la gente, pero, "cuando te van conociendo poco a poco se abrieron con nosotros", sostuvo. Dijo que esto pasó con las personas del hotel, con los cocineros, las recepcionistas y los vendedores de un mercado cercano.

Relató con algo de tristeza que algunos de ellos se entristecieron por la partida del equipo mexicano, inclusive el chef del hotel se despidió de ellos y lloró por su partida. "Otros nos dieron un abrazo o nos dijeron adiós moviendo su mano".

Expresó que su estancia fue de una ciudad con un ambiente muy seguro, sobre todo porque Yura tiene una fuerte presencia al operar ahí dos plantas.

Lo que destacó es que en estos 90 días extrañó la comida mexicana, pero expresó que estuvieron abiertos para probar de todo de la comida asiática. Citó que aunque les pareció que los alimentos están muy condimentados con ajo, especias, reconoció que se preparan con mucha verdura, carne de pollo y puerco, ya que la carne de res no se utiliza porque es cara.

Después, dijo, que en pocos días se dio un cambio notable de los habitantes de esa ciudad con ellos. El interés por lograr que su estancia fuera más placentera de los mexicanos comenzó en el hotel, en donde comenzaron a preparar alimentos que fueran algo similares a lo que se prepara en México, como el elaborar carne de puerco con pimiento morrón (chile), huevos estrellados y cocidos, verduras, eso sí nunca falto el arroz, subrayó.

"Sí podemos convivir con otras personas de distinta cultura, siempre y cuando haya respeto y se pida permiso para hacer algo".

 SE INTERESAN EN MÉXICO

Para felicidad del gerente de operaciones la buena relación con el personal del hotel y con los traductores provocó que mostraran interés y curiosidad por conocer más de México, saber la comida, cómo se prepara, cómo se vive, cómo es el clima y cómo se vive en La Laguna.

Explicó que esto se detonó más en las últimas semanas que faltaban para regresar, por lo que se dio una gran conexión, aunque se diría más bien una mayor empatía entre los mexicanos y los de aquella ciudad de China.

El personal de la cocina del hotel tenía gran interés de aprovechar la oportunidad, por lo que pidieron que se les enseñara a preparar un alimento mexicano. Dijo pese a que no se podían comunicar muy bien hablando inglés se usaron fotografías, haciendo señas o mostrando los productos que se tenían en el refrigerador, por lo que propuso en preparar una salsa mexicana.

Con grandes dificultades se preparó dado que no se utiliza allá la licuadora o un molcajete para ello. "Esa noche los compañeros comieron salsa y se terminó".

Al otro día ya lo esperaban para preparar otro platillo y en esta ocasión fue elaborar huevos a la mexicana, por lo que uso tomate, cebolla y algún tipo de chile y huevo.

Aseguró que este platillo sí les gusto al personal de cocina de esa ciudad de China. También elaboraron sopes pese a que no se tenía harina de maíz. En la cocina se les facilitó un tipo de harina y dos compañeras de Sergio Galarza mostraron sus habilidades culinarias, por lo que esa noche sirvieron sopes coreanos con huevo a la mexicana.

Compartió que la nostalgia por su familia y por su país se resintió al segundo mes, por lo que sólo pudieron comunicarse con sus seres queridos a través de whatsapp y skype, ya que Google no entra en China.

Gracias a que la compañía facilitó tener dos teléfonos para hacer conexiones y llamar a sus familiares se logró controlar un poco los sentimientos encontrados por estar lejos de México y de la familia.

Expresó con agrado que "dejamos buenos amigos en China y logramos romper paradigmas en ese país". Manifestó que ciertamente debe haber al inicio un choque cultural, pero cuando se conocen ambas partes la comunicación logra fluir de cualquier manera".

Ahora dice convencido que "nuestro objetivo es YURA y nosotros somos YURA México".

50

PERSONAS

Viajaron a Asia para recibir capacitación.

90

DÍAS

Duró la capacitación en las plantas de Yura.

Aterrizan con ideas

Algunos datos relevantes del viaje:

⇒ Viajaron dos grupos de laguneros a Asia para recibir capacitación en plantas de Yura.

⇒ Un grupo viajó a China y otro a Corea del Sur.

⇒ A pesar que no hablaban ambos bien el inglés, se logró vencer la barrera del idioma y lograron comunicarse y aprender el proceso de producción.

⇒ Logran hacer empatía con la gente de las ciudades que visitaron e intercambiar usos y costumbres de ambos países.

⇒ La planta en Torreón contempla en noviembre arrancar operaciones para cumplir con los compromisos.

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Escrito en: Yura México

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