Dudas. A pesar de los miles de millones que recibe, el sur del país no ha mejorado sus niveles de pobreza.
Los estados pobres del sur del país son un barril sin fondo.
De 2000 a 2014, recibieron transferencias de la Federación por 2.5 billones a pesos constantes de 2014, pese a lo cual sus índices de marginación y pobreza no mejoraron sustancialmente.
En ese período, que abarca tres administraciones sexenales diferentes, Chiapas ha recibido, a pesos constantes de 2014, un total de 754 mil 254 millones.
En orden decreciente, Oaxaca obtuvo, en el mismo periodo, 598 mil 767 millones; Michoacán, 572 mil 396 millones, y Guerrero, 565 mil 830 millones.
Para este 2015, tan sólo de participaciones y aportaciones federales, a las tesorerías de esos estados llegarán otros 193 mil 712 millones, a lo que deberán sumarse otros fondos regionales, proyectos y convenios que se detallarán en los próximos meses.
Aunado a ello, el presidente Enrique Peña anunció en noviembre, a raíz de la desaparición de los normalistas de Ayotzinapa, un Plan para el Desarrollo del Sur, donde destacó que, en obras de infraestructura como autopistas, hospitales y gasoductos, se invertirán 195 mil millones de pesos.
Con las transferencias a estados y la obra pública federal, de 2000 a 2015 se habrán invertido en las cuatro entidades 2.9 billones de pesos, lo que contrasta con los avances marginales que han tenido en desarrollo y combate a la pobreza.
Según estadísticas del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social, entre 2010 y 2012, en Chiapas disminuyó 2.2 por ciento la población en pobreza, y otro 13.6 por ciento, la que está en pobreza extrema.
Sin embargo, esto implica que 3 millones 782 mil personas, aproximadamente el 74.7 por ciento de la población chiapaneca, aún se hallaban en situación de pobreza.
Con todo y la disminución, Chiapas ocupó el primer lugar de pobreza extrema en el país.
Para Oaxaca y Guerrero, el panorama ha sido similar.