Los 76ers no implantaron el récord de iniciar una temporada con 19 derrotas, ya que vencieron a los Lakers de Los Ángeles. (AP)
Los 76ers de Filadelfia pusieron fin a esa seguidilla al vencer ayer 103-91 a los Lakers de Los Ángeles. Kobe Bryant se ganó las muestras de aprecio de los fanáticos. Pero no pudo ganar algo más: el partido ante un equipo hundido en la racha más infame en la historia del deporte profesional de Estados Unidos.
La victoria acabó una cadena de 28 reveses que se remontaba a la pasada temporada y que es la más larga en las cuatro principales ligas profesionales.
Los Sixers habían perdido sus primeros 18 partidos de la campaña para empatar el récord al peor arranque en la historia de la NBA.
En el último encuentro de su carrera en su ciudad natal, Bryant coló 20 puntos. El astro de los Lakers, que el domingo anunció su intención de retirarse al final de la temporada, apenas pudo embocar siete de 26 tiros al aro. Los aficionados le despidieron con una ovación de pie y cánticos de "¡Kobe! ¡Kobe!".
Desde el comienzo del encuentro, el público en Filadelfia profesó su admiración por Bryant.
El astro se tomó "selfies" con los fanáticos, pocos de los cuales volverán a verlo jugar. Su sola presencia infundió un ambiente de playoffs en una ciudad que ha perdido buena parte del interés por la NBA ante el patético desempeño de los Sixers.
