Atentados. Miembros de fuerzas de seguridad escoltan a un hombre por las calles de Susa, Túnez, en donde ayer 37 personas murieron y otras seis resultaron heridas en un atentado contra dos hoteles, en una jornada de terror que golpeó también a Francia y Kuwait.
Una oleada de atentados terroristas sacudió ayer tres continentes con un saldo de al menos 63 muertos. Apenas hace cuatro días el autodenominado Estado Islámico (EI) instó a los musulmanes a llevar a cabo ataques con motivo del mes de ayuno del Ramadán.
Túnez, Francia y Kuwait fueron los objetivos de los ataques y fue el país norafricano el que sufrió el atentado más sangriento, con al menos 37 muertos y seis heridos en un asalto contra hoteles en la localidad turística de Susa, al sur de la capital.
Dos hombres armados abrieron fuego de forma indiscriminada contra las personas que se encontraron, entre ellos algunos turistas extranjeros.
Los hoteles afectados son el "Imperial Marhaba", de la cadena española Riu y el vecino "Muradi Palm Marinay".
Los hombres "entraron con fusiles en el hotel y abrieron fuego contra las personas que encontraban a su paso", explicaron testigos que se encontraban en uno de los establecimiento.
En el ataque, uno de los agresores resultó muerto mientras el segundo es perseguido por las fuerzas de seguridad.
Este atentado en Túnez se produce tres meses después del ocurrido el 18 de marzo y en el que 22 turistas extranjeros murieran acribillados por varios yihadistas en el museo El Bardo de la capital.
Pero no fue el único atentado en un día que comenzó con el hallazgo en Saint-Quentin Fallavier, cerca de Lyon, Francia, de un hombre decapitado a la entrada de una fábrica en la que se produjo una explosión por la colisión de un vehículo contra varios tanques de gas.
Al menos dos personas resultaron heridas en este atentado, cometido presuntamente por Yasin Sali, de 35 años y vinculado a movimientos salafistas.
Sali fue detenido por un bombero cerca del lugar del atentado, en el que se hallaron banderas supuestamente islamistas.
El hombre decapitado hallado en la fábrica era el gerente de la empresa de reparto en la que trabajaba el supuesto autor del crimen, informaron fuentes cercanas a la investigación.
Y el tercer objetivo de los terroristas fue Kuwait, donde el Estado Islámico asumió la autoría de un atentado perpetrado contra una mezquita chii en la capital kuwaití, que ha causado 25 muertos y más de 200 heridos.
Según un comunicado difundido en Internet, el grupo terrorista asegura que el ataque fue perpetrado por un suicida que portaba un cinturón cargado de explosivos.