TARJETAS CON RECETAS DE COCINA
Cada vez que tenga que usar una de ellas, deslícela en el interior de una bolsa transparente de plástico y cuélguela arriba del sitio en donde está haciendo su preparación. Tendrá su receta a la vista sin que la tarjeta se ensucie con sus manos y sin que la afecten las salpicaduras.
TODO SE PUEDE APROVECHAR
Sí, así es en verdad. Hasta un pedacito insignificante de papel o un recorte se pueden aprovechar ventajosamente a menudo. Tomemos, por ejemplo, esos pequeños recortes que quedan después de haber forrado algo con ese lindo papel autoadhesivo que tan variados dibujos trae. No los tire, recorte cuidadosamente las figuras, sin desprender, por supuesto, la capa protectora que trae por detrás este material, y guárdelas en una caja. Verá cuántas veces puede aprovechar una de ellas para sostener la aleta de un sobre que no quiere pegar bien, con el riesgo de que se salga su carta. Se alegrará de haber resuelto el pequeño problema tan fácilmente. Es más, esos recortes le servirán para adornar libros y gran variedad de objetos, sin producirse ningún gasto.
TALLOS LARGOS PARA EL ARREGLO FLORAL
Si cuando esté haciéndolo encuentra que algunos tallos están demasiado cortos para el florero, introdúzcalos en un popote de refresco y déjelos del tamaño que le convenga, haciendo cortes.
VASIJAS DE ALUMINIO
Cuando alguna de las suyas se encuentre muy manchada o de un feo color negruzco en su interior, haga una solución con unas tres cucharadas de cremor tártaro por cada litro de agua, llene con ella la vasija y póngala al fuego. Cuando haya hervido algunos minutos el líquido, lo manchado habrá desaparecido y tendrá usted otra vez un recipiente reluciente.