INGENIOSO CORTADOR
La forma más fácil de cortar el centro de un pastel para sacar dos capas, es usando un hilo más largo que su circunferencia. Se rodea con él toda su parte media, cuidando que quede bien centrado el hilo para que salgan las dos capas del mismo tamaño, y luego se jala como si fuera a hacer un nudo. Quizá se necesite usar un cuchillo para iniciar el corte, pero después el hilo hace el trabajo. Sólo tiene que seguir tirando de él hasta que salgan las dos capas. Luego, se quita cuidadosamente la parte de arriba con una espátula o se hace deslizar con suavidad sobre una superficie plana.
TOCINO CRUJIENTE Y HORNO LIMPIO
Es más fácil freír el tocino en el horno, pero éste ensuciará demasiado el horno. A la mayoría de nosotros, nos gusta el tocino crujiente. Así es que no es conveniente taparlo todo el tiempo. Use mejor dos platones de aluminio para pay. Haga hoyos en uno de los platos, que usará como tapa, y ponga el tocino en el otro plato. El tocino quedará muy crujiente y no tendrá que revisarlo ni voltearlo.
PERFECTA LIMPIEZA DE LA ESTUFA
Ya no gaste tanto sus energías frotando las parrillas y charolas de su estufa para quitarles el cochambre. Busque un recipiente grande, llénelo de agua, agréguele un puñado de bicarbonato y ponga a hervir en el líquido estos artefactos durante un rato prolongado. Cuando se enfríen, con una ligera frotada del estropajo o de un trozo de fibra verde y suave para limpiar loza, saldrá rápidamente toda la suciedad quemada que tenían firmemente adherida.
CALZADO MÁS BRILLANTE
Si después de bolear sus zapatos, no queda satisfecha del brillo que tienen, haga lo siguiente: rocíe un trapo con la cera en aerosol que usa para pulir sus muebles y frote el calzado con él. Le quedará tan brillante y bonito como cuando estaba nuevo.
CALCETINES EN LUGAR DE GUANTES
Use para trabajar en el jardín los calcetines de algodón que ya no usen los hombres de la casa. Algunos le cubrirán los brazos hasta más arriba del codo, lo que resulta magnífico para que al quitar la mala hierba sus brazos no se maltraten con las ramas. Al terminar la faena, sacúdalos bien y guárdelos para seguir usándolos. Cuando estén ya muy sucios, puede enjuagarlos nada más o arrojarlos a la basura. De todos modos, les sacará buen partido y ahorrará los pesos que gastaría en guantes.