La directiva de Cruz Azul anunció que Tomás Boy será su próximo director técnico para el Apertura 2015; es su octavo equipo como estratega.(ARCHIVO)
Tomás Boy fue anunciado hoy como nuevo entrenador del Cruz Azul , al cual tratará de rescatar de una crisis de resultados en el torneo Apertura 2015 en el que el conjunto aparece en la decimosexta posición.
El conjunto, que no gana un título de Primera División desde el año 1997, le dio la bienvenida a Boy en su sitio de twitter y concluyó así con la incertidumbre tras el despido a mitad de semana del técnico Sergio Bueno, con bajo rendimiento.
Boy, de 63 años, fue integrante de la selección mexicana que alcanzó los cuartos de final en la Copa del Mundo de México 1986, y a partir de 1989 debutó como entrenador; ha pasado por Tamtpico Madero, Querétaro, Veracruz, Morelia, Monterrey, Puebla y Atlas, al cual encontró con peligro de descender y tras un par de buenas campañas lo puso a salvo.
Se trata de un estratega con fama de tener mal carácter, que ha tenido altercados con colegas, jugadores, árbitros y periodistas, pero al que todos le reconocen su personalidad, cualidad tomada en cuenta por la directiva de Cruz Azul para elegirlo.
Este fin de semana el equipo descansará y reaparecerá en su estadio, el Azul de la Ciudad de México, el próximo 17 de octubre ante el peor conjunto del campeonato, los Dorados de Sinaloa.
Boy tendrá par de semanas para trabajar y eso le permitirá armar el equipo a su estilo para intentar vencer a los Dorados.
La tarea del recién llegado entrenador será ardua porque deberá trabajar para mejorar tanto el ataque, aspecto en el que el equipo es el tercero con menos rendimiento con 12 goles en 11 juegos, como la defensa, en la cual es el cuarto peor con 19 dianas recibidas.
Parte de los malos resultados de Cruz Azul, con tres triunfos, dos empates y seis derrotas, están relacionados con su irregular rendimiento en casa, con dos triunfos, un empate y tres fracasos.
Boy comenzará por tratar de hacerse fuerte en su estadio y a partir de ahí buscará hilvanar una racha de triunfos con el propósito de clasificarse a la liguilla de los ocho mejores
