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Tommy al Bat

SENCILLAMENTE ASOMBROSO

TOMÁS F. MORALES

Llegó pronto el debut de Roberto Osuna en Grandes Ligas y cuando puso orden en un octavo inning en que los pitchers del Toronto habían dejado escapar una ventaja de 3-1 dando bases, golpes, wilds y recibiendo un hit dentro del cuadro para la carrera decisiva, el mánager Joe Gibbons tuvo que llamar al gran prospecto mexicano cuando fallaron los zurdos Loup y Cecil al que ha nombrado como su cerrador en este principio de campaña. Trajo a dos zurdos porque venían a batear varios zurdos por los Yanquis que comenzaron a armar un rally sin batazos y ganaron su primer juego de la temporada.

La ventaja ya se había evaporado y los Yanquis ganaban 4-3 en ese cierre de la octava pero amenazaban con hacer más carreras ya que tenían la casa llena con un solo out. El mánager Gibbons no tuvo otra opción que llamar a Osuna ya que venía a batear el derecho Alex Rodríguez. Así que el debut de Osuna no pudo ser más espectacular al enfrentarse a uno de los jugadores más famosos de la época moderna con más de 600 jonrones.

Naturalmente es lo que queda de Alex, pero todavía da sus hits. Sigo pensando que lo más notable en este joven de 20 años que viene de una familia de pitchers, uno su papá Roberto Senior y su tío Antonio "Cañón" Osuna, es su confianza, su seguridad en sí mismo, su tranquilidad. Con el fuego ya quemando los aparejos, Osuna parecía que estaba en un monasterio lleno de silencio.

Comenzó con una bola baja y luego dos rectazos de 95 millas para strikes, luego un faul y el tercer strike cantado en cambio de 81 millas que encontró la esquina de afuera. Alex quedó ponchado y en menos que canta un gallo puso al zurdo Stephen Dew en dos strikes con velocidad alta, luego un elevado.

Como los Azulejos terminaron perdiendo por 4-3 en uno de los rallys más feos que he visto a través de 75 años de ser fanático de los Yanquis, la prensa de Canadá ni la de Nueva le dieron importancia a lo realizado por Osuna. Más que eso, ni su nombre aparece.

Pero el mánager Gibbons se debe haber dado cuenta de que los pitchers utilizados el que se ve idóneo para ser el cerrador lo es Osuna. El zurdo Cecil está "al globo", por las 87 millas como máximo. En ese juego trabajó antes el otro novato de 20 años que tiene Azulejos en el pitcheo, Migue Castro, y sacó un inning pero no se vio tan bien como Osuna ni entró en un momento que el juego se había convertido en un auténtico Titanic canadiense.

Sencillamente el expitcher de los Diablos Rojos es algo asombroso, de clase A a Grandes Ligas de un año para otro.

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