Ya al final de la paliza que dio Yanquis a Boston el domingo en Nueva York, el catcher Chris McCann dio una línea por el jardín derecho que alcanzó el "porchecito" del Yankee Stadium y con ello logró su jonrón 200 en Ligas Mayores. McCann tuvo una carrera muy destacada con los Bravos pero desde que pasó al Yanquis hace un año no ha dado el resultado que se esperaba.
El caso es que McCann deseaba tener la pelota con la que dio el jonrón 200 y el jardinero derecho del Yanquis, Chris Young, comenzó a hacer pesquisas entre innings y encontró a la aficionada que se había quedado con la pelota. Entonces le ofreció dos pelotas en lugar de una y autografiadas por el catcher del Yanquis si iba al vestidor del club al terminar el juego. Así lo hizo y gracias a la investigación al estilo Sherlock Holmes de Young, el catcher McCann ya tiene en su cuarto de trofeos la pelota del cuadrangular 200.
En esta vida todos tenemos nuestras limitaciones, o casi todos, y si para Babe Ruth, Hank Aaron y Barry Bonds y otros no era un gran recuerdo el conservar la pelota del jonrón 200, para McCann sí lo era ya que seguramente no va a alcanzar la cifra de los 300 en la gran carpa.
Ese jonrón 200 le puso la cereza al pastel de una noche que parecía imposible para los Yanquis al hacer 14 carreras con la pobre ofensiva que han mostrado a través de las dos últimas temporadas. ¿Podría ser el despertar de los bateadores dormidos o simplemente fue uno de esos juegos en que algún bateador o varios "se caen de la cama"?
Por ahora el gerente del equipo, Brian Cashman, ha quedado en ridículo al gastar 500 millones de dólares hace un año en jugadores que no han sido lo que se esperaba. McCann tuvo un average muy bajo hace un año, por la línea Mendoza, con 23 jonrones, Jacoby Ellsbury logró sus buenos momentos pero se pasa mucho tiempo en la lista de lesionados y como es jugador de racha quedó lejos de los .300, mientras tal parece que Carlos Beltrán parece que sólo juega bien con los Cardenales y también es un jugador muy propenso a las lesiones. Además es un pelotero de esos que parecen un témpano de hielo, que no muestra para nada el empuje de otros.
Los Yanquis, sin embargo, no se pueden quejar de Alex Rodríguez ya que con 40 años y una temporada sin jugar parecía liquidado, pero ha estado mucho mejor de lo previsto. Un doblete con la casa llena en la primera entrada hizo recordar los viejos buenos tiempos. Fue el batazo más comentado en la noche y sería interesante el resto de su temporada de retorno.
