Al jugar el campeón Diablos Rojos y Tigres este principio de semana en Cancún se están cumpliendo 60 años que arrancaron las confrontaciones que desde que nació se convirtió en el principal clásico que se ha tenido entre dos equipos en el DF. Entonces los dos compartieron un nuevo estadio en 1955, un año muy importante en los 90 que está cumpliendo la Liga Mexicana. Ese año el circuito estaba en su peor momento si contamos desde 1940 y después que nos dejó Jorge Pasquel y caerse parte de las graderías del Parque Delta en 1952, estábamos en zona de desastre.
Pero en 1955 salió el sol en forma brillante para la Liga Mexicana al lograrse varios objetivos, como la entrada al beisbol organizado por la que tanto luchó Anuar Canavati, el magnate de Monterrey, y que en ese momento salvó al circuito que iba en picada total.
Pero 1955 trajo también el parque de beisbol que estaban esperando los aficionados cuando el Instituto del Seguro Social construyó el nuevo parque en el mismo lugar donde había estado el Parque Delta. Una maravilla con 25 mil localidades en la Colonia Narvarte y que tuvo 45 años de vida, Al paso de las décadas el estadio se fue deteriorando de pies a cabeza y entonces vino la idea del Foro Sol que al final del día ya era muy querido también por los aficionados, sobre todo los nuevos seguidores del beisbol.
Pero las cosas buenas para la Liga Mexicana en 1955 no terminaron allí. Los Diablos Rojos fueron comprados por don Héctor Peralta que hizo grandes contrataciones y un año después ganaría el primer campeonato de su historia.
Y para tener otro equipo en la Capital, como cuando tuvimos a los Rojos y los Azules del Veracruz, de Pasquel, nació un nuevo equipo que bautizaron como Tigres y que sería el tim después del Diablos que ha tenido más adeptos en un DF en que con las pasadas elecciones ha quedado más dividido que Berlín al terminar la Segunda Guerra Mundial.
Azules del Veracruz tuvo bastantes aficionados, pero fueron muchos más los que logró captar el Tigres en su lucha contra el equipo consentido de la ciudad, los Diablos Rojos. Así nació el gran clásico. Y también en 1955 llegó el ingeniero Alejo Peralta como gran jefe felino y quien sería hasta su fallecimiento el rey del beisbol mexicano. Los Tigres tuvieron la mala idea de abandonar el DF pero todavía quedan aquí muchos fanáticos al club de bengala. Y en Cancún están viviendo la primera serie del año entre los grandes rivales en una aventura sin fin que comenzó hace 60 años.