Muchas veces han comparado el Beisbol con el juego tan complicado y hermoso como lo es el del Ajedrez por la mucha estrategia que se usa y la manera más rápida de ganar en este juego de mesa es el Jaque Mate al Pastor, que también se puede lograr en el Beisbol cuando se anotan bastantes carreras en la misma primera entrada. Aunque aquí no hay jaque mate, muchas carreras en el inning inicial son generalmente definitivas y en el tercer juego del play off el viernes en Tijuana los Toros le hicieron hasta cinco carreras al abridor David Reyes de los Diablos Rojos.
Y aunque los capitalinos tienen un poder de recuperación asombroso, a fin de cuentas esas cinco carreras del primer inning fueron definitivas. Los Rojos se acercaron 4-5 en el octavo cuando Iván Terrazas dio su segundo jonrón de la serie, empatando con Hankerd, para asustar a los 15,000 aficionados reunidos en el estadio Gasmart de Tijuana, los Toros lograron hacer hasta seis carreras en la parte baja del octavo para llegar tranquilos al noveno inning y regresar a la pelea en el primer play off.
David Reyes explotó en la misma primera entrada cuando llegó el jaque al pastor y los relevistas pusieron después seis ceros seguidos para permitir a sus compañeros poder venir de atrás, pero finalmente el relevo del octavo, del Carmen, no pudo mantener esa cadena de ceros y el juego se decidió por paliza, aunque hasta el cierre del octavo fue una dura batalla.
Los Toros pusieron a su pitcher estelar Enright que ganó el juego del comodín y realizo un buen trabajo de seis entradas y un tercio en cinco hits y tres carreras.
Siempre es un lujo anotar varias veces en el primer inning y una de las razones por la que Yanquis está este año metido en la pelea por los play offs es que es líder de Ligas Mayores en carreras logradas en el acto inicial, llegando a 102 el sábado en el homenaje a Jorge Posada.
Para poder anotar carreras en la primera entrada se necesita una muy buena combinación de primero y segundo bat y en la Liga Mexicana los Rojos fueron los que más anotaciones tuvieron en el primer acto. La combinación de Carlos Figueroa y Ramón Urías se embasan mucho y dejan la mesa puesta pata Amador y Hankerd.
