LA única vez que estuve al lado de un presidente de los Estados Unidos fue en el aeropuerto de Caracas, Venezuela, cuando se iba a celebrar la Serie del Caribe de 1986 en Maracaibo y habíamos hecho escala en esa capital venezolana, entonces llena de prosperidad y entusiasmo antes que llegaran los Chávez y los Maduro a acabar con el país. En aquella ocasión iba acompañando al Águilas de Mexicali que con Cananea Reyes, el Super Manager, iba a ganar ese clásico.
Y de repente mientras esperábamos transbordar en un avión a Maracaibo, apareció un grupo de personas que encabezaban elementos de seguridad, por lo que debía ser un hombre importante al que venían resguardando. Y entonces, ante la sorpresa de todos, pasó al lado de nosotros el presidente de Estados Unidos, Jimmy Carter. Los jugadores americanos del club fueron los primeros en darse cuenta y tanto Roy Johnson como Kruk le gritaron "Hola Jimmy". El presidente volteó hacia donde estábamos nosotros y nos dio una gran sonrisa y un saludo con la mano derecha levantada. Pasó a unos cuantos centímetros y obviamente nos emocionamos.
Fue uno de esos momentos que no se olvidan y por muchos años, después de ser presidente, fue Jimmy Carter uno de los que más siguió interviniendo para tratar de apaciguar los enfrentamientos entre países que estaban en pugna. Fue un hombre de paz, siempre tratando de arreglar situaciones a nivel internacional.
Hace unos días salió en televisión una conferencia de prensa que dio Jimmy Carter en Estados Unidos para informar que le habían encontrado cáncer en diferentes partes de su anatomía y que le daban solamente unas semanas de vida, por lo que deseaba despedirse de todos, diciendo palabras tan hermosas como la de que había tenido una vida maravillosa y estaba listo para la nueva aventura que es pasar a la eternidad. Y lo dijo con una gran entereza, sin mostrar tristeza y menos desesperación.
Nos demostró Jimmy Carter, que en el Beisbol iba muy seguido a los juegos de los Bravos en Atlanta al vivir por allí, un gran valor al paso más difícil que todos vanos a dar en esta vida. Sin embargo, los medios informativos le dieron más importancia a los pleitos existentes entre personajes conocidos, ya que el amarillismo es la nota principal. Ya no hay grandes titulares para la hidalguía.
Pero estoy seguro que la mayoría sentimos mucha tristeza y admiración por este hombre tan importante mundialmente que tuvo el valor de decir un último adiós de acuerdo al rango y la simpatía que tuvo. El hombre de los cacahuates que tuvimos a un lado de nosotros en el aeropuerto de Caracas en un pasaje que nunca he olvidado en mi vida.
Como bien dicen todo tiene solución en esta vida menos la muerte y cuando llega Joe Black hay que tener dignidad como la tuvo el querido Jimmy Carter.
Ahora, mientras se juegan play offs que ni siquiera son televisados nacionalmente, los Diablos Rojos ya están trabajando para la próxima temporada.