En la tercera entrada del juego celebrado en Los Ángeles el domingo por la noche el bateador Enrique Hernández del Dodgers dio un fuerte batazo por la segunda base que Sterling Castro de los Cachorros no pudo levantar de bote pronto y el señalamiento del anotador oficial fue que había sido un error. Estamos hablando del tercer inning, el principio del juego, así que no pueden decir que el hombre que marca las jugadas estaba protegiendo el juego sin hit ni carrera que a la postre logró Jack Arrieta. Cuando todo terminó los Dodgers se quejaron diciendo que ese batazo debió haber sido marcado hit, pero la jugada se repitió una y otra vez y se trata de una jugada que tuvo de frente el segunda base y que estaba colocado lejos del home. Otra cosa son los casos del tercera base y el primera que generalmente juegan más cerca del plato.
Nadie dijo nada en la tercera entrada más aun con Sterling Castro siendo un jugador que comete tantos errores. Pero obviamente si el anotador hubiera decidido marcar hit no habría sido un hit intachable, limpio, de los que aconsejan en las reglas para que el encargado se asegure que es un hit sin dudas el primero que cada equipo batee en el juego. Y cuando hay dudas, es mejor marcar error.
En lo particular creo que fue error ya que todos los jugadores del infield deben fildear también jugadas de bote pronto y aquí no había nada de que fue de lado, sino totalmente de frente.
Sin embargo el juego sin hit de Arrieta fue puesto en cuestionamiento al paso de los innings y ningún dodger podía dar de imparable. El que la jugada haya sido en la tercera entrada exhonera por completo al anotador de cualquier intento de ayudar al pitcher ya que era muy pronto para pensar en un juego sin hit.
Pero Dodgers tiene ahora dos juegos sin hit en su contra en 10 días para récord en la Liga Nacional y esto no le gusta a nadie. El anotador oficial quedó en el ojo del huracán como están en cada jugada.
El caso más curioso que hemos tenido sobre una anotación oficial, que por cierto fue cambiada, sucedió aquí en 1947, en juego nocturno y gran duelo de 0-0 entre Daniel Ríos por Monterrey y el zurdo Max Lanier del Azules del Veracruz, mismo que había dejado las Mayores donde era estrella para venir con Pasquel que pagaba mejor.
Daniel Ríos llevaba un juego sin hit ni carrera, pero en la novena vino un fuerte batazo a un lado del segunda base George Haussman que no pudo atrapar y el anotador oficial, el famoso "Fray Kempis", marcó hit.
Sin embargo Jorge Pasquel, que estaba viendo el juego y entusiasmado por el gran trabajo de Ríos, mandó la orden al anotador para que cambiara el hit a error. Cuando se anunció por el sonido el público que hacía una gran entrada aplaudió fuerte.
Ríos lanzó sin hit la entrada 10 pero finalmente en la 11 le dio un imparable Buz Clarkson que ni siquiera Pasquel podía cambiar. A fin de cuentas Daniel le ganó el duelo a Lanier por 2-0 en 12 entradas en uno de los grandes juegos de ese tiempo.