Los Tigres estaban a un out de ganar el juego del jueves 3-2 ya que Yucatan, con el empate en segunda, iban a ser eliminados de terminar el juego de esa manera. Sin embargo el mánager felino, Roberto Vizcarra, decidió darle base intencional a Héctor Giménez a pesar de que representaba la carrera de la ventaja para los melenudos.
Los Leones mandaron de emergente a Humberto Cota en un último esfuerzo y el relevista Ramón Ramírez lo dominó en elevado muy fácil al jardín derecho para que el lleno se levantara para comenzar la celebración. Los Tigres ya eran los campeones de la zona sur, pero entonces sucedió algo terrible para el equipo felino ya que el jardinero Francisco Peguero terminó cometiendo un error que lo metió como miembro honorario al Salón de la Vergüenza de la Liga Mexicana al brincarle la pelota del guante y convertirse en un error de proporciones mayúsculas. Ya Peguero había cometido error al comenzar una entrada que fue toda suya.
Era un elevado no muy alto, de esos que se pueden perder en el cielo de la noche o puede marear al jardinero, era un simple elevadito que hasta Al Pinkston hubiera atrapada con facilidad.
Me pareció que Peguero quiso festejar antes de atrapar pero el caso es que en el terrible error los Leones empataron para uno de los peores momentos en los 60 años de vida que del equipo de las mudanzas.
Con el juego empatado los Tigres estuvieron otra vez a punto de ganar cuando embasaron al primer bateador del noveno por base y avanzó a segunda en toque. Siguió Sergio Contreras con un tremendo batazo que buscaba la barda por el jardín central y lucía como el batazo de la coronación, pero se apareció como un fantasma el jardinero Corey Wemberley, para realizar una atrapada colosal que salvó a Leones.
Llegó la entrada 11 y el abridor Daniel Cabrera relevó por los Tigres ya metido en el mar de la desesperación y recibió hit de Ricardo Serano y dio base. Hubo toque exitoso pero Cabrera pareció salir del problema al ponchar a Humberto Cota, pero otra vez Vizcarra ordenó base intencional, ahora a Jaime Pedroza. Casa llena y dos outs.
Pareció que Cabrera había ponchado al extigre Kevin Flores ya que le pasó un lanzamiento por el centro que por lo menos en la TV lució como el tercer strike y se acababa el inning. Pero la cantaron bola y posiblemente la cámara del jardín central no esté colocada exactamente en línea recta, pero hubo protesta tanto del cátcher Iker Franco y del lanzador. Para esto ya en este juego el ampáyer principal, Campechano, había expulsado dos jugadores.
El caso es que Kevin Flores siguió bateando y llegó a cuenta completa para que el lanzamiento decisivo fuera una bola malísima, alta y afuera, para carrera de caballito que a la postre fue la de la increíble victoria. Los Leones se sacaron la lotería sin comprar boleto y ahora regresan a Mérida para tratar de hacer la genialidad de Cananea Reyes en 1971, ganar cuatro tras haber perdido los tres primeros de la serie.