Es raro que en una temporada con equipos de tan baja calidad en las Ligas Mayores no se hayan acercado al récord de 120 derrotas en una temporada que impusieron los Mets de Nueva York cuando llegaron a la gran carpa. La diferencia entre los equipos grandes y los chicos ha sido esta año más notable que cualquier otra temporada y ello se debe a que muchas organizaciones decidieron desmantelar a sus equipos por diferentes razones, la mayor de ellas no pagarle sueldos altos a jugadores que van a perder como agentes libres o que simplemente no desquitan el dineral que les pagan.
Ello ha creado esa gran brecha entre los equipos que se han fortalecido hasta tanto como los Azulejos de Toronto que en el mes de julio, nada más, se llevaron al mejor pitcher de los Tigres de Detroit y al mejor jugador de los Rockies de Colorado. Sólo faltó que los Marlins de Miami cambiaran a su gran jonronero Stanton y posiblemente no lo hicieron porque ha estado lesionado.
El mismo Medias Rojas de Boston, que se supone debería tener mucho orgullo debido a los muchos aficionados que tiene, le importó quedar en último lugar hace unos años al mandar a los Dodgers a Carl Crawford, Adrián González y Josh Beckett para quitarse de encima muchos millones de dólares con jugadores que no son tan estrellas.
Para este año firmaron jugadores caros y resulta que han estado en último lugar.
Pero lo hecho por equipos como Atléticos de Oakland y Tigres de Detroit en la Liga Americana así como Filis, Bravos, Arizona y Rocki es un insulto para sus aficionados. Los felinos hasta cambiaron a su cerrador Joakim Soria, que no gana mucho, para quedarse sin nadie importante para el último inning o sea que no solamente han cambiado a los jugadores caros en unos movimientos absurdos en que piensan que todos los jugadores de las Menores que obtienen son prospectos que no van a fallar.
Los Bravos llegaron a perder 12 juegos seguidos en su casa y Filis ha sido un equipo destinado al fracaso desde el principio. El gerente de la película, Billy Beane, deshizo un Atléticos que hace un año estuvo en el juego del comodín y me imagino que tanta publicidad en ocasiones les hace daño y de verdad se creen magos en sus puestos. Aunque a su gran estrella Josh Donaldson todavía le faltan algunos años para ser agente libre, de una vez lo cambiaron a los Azulejos de Toronto que cuando llegó julio tenía a varios de los mejores jugadores de otros equipos también.
El nuevo Comisionado, a diferencia de Bowie Kuhn, no ha hecho nada para evitar esos cambios insanos y todo vale en las Mayores. Por el bien del juego, como dijo Kuhn cuando evitó el cambio masivo de los Atléticos de Charles Finley, deberían eliminar los cambios de julio en que se hacen movimientos sin restricción.
Ha sido el año de los tims desmantelados que aunque juegan con mucho coraje los jóvenes que vienen de las sucursales y hay juegos emocionantes, la diferencia en el standing es descomunal.
