Primero fue don Alejo Peralta con su estrategia de un pitcher cada tres entradas, mismo que tuvo en 1971 un inicio tan exitoso como el de un juego perfecto y un sin hit, que parecía que era el invento del siglo. Luego con los Tigres ya en Puebla en su traición famosa, fue su hijo Carlos Peralta el que decidió que cada abridor lanzara solamente cuatro innings, pero en unos días lo convenció Chito Rodríguez de que el abridor debería tirar cinco ya que al tirar sólo cuatro innings no tenía derecho a una posible victoria y por un buen tiempo, con buenos resultados el primer año, vino el invento del lanzador de los cinco innings.
De este tipo es Yovani Gallardo, quien el mánager lo utiliza por cinco entradas y ya. En su victoria el jueves lanzó por solamente 79 pitcheos pero su tanque de gasolina solamente llega a las cinco entradas para protegerlo de las lesiones que tuvo y entonces el cuerpo de relevistas tiene un excesivo trabajo para sacar las cuatro entradas que faltan, aunque con equipos de tanto alto voltaje ofensivo como Azulejos de Toronto no es mala idea no darle a los bateadores una tercera oportunidad contra el mismo pitcher cuando se supone ya lo conocen.
El primer turno es para ser presentado, el segundo para comenzar a platicar y el tercero para que se salve el que pueda. Generalmente ya no hay una cuarta cita a excepción de Jake Arrueta y algún otro que todavía se aventuran a terminar los partidos.
Pero con Gallardo va por cinco innings y es el día que el mánager tiene que tener listo a varios abridores. En el Yanquis no podría lanzar Gallardo ya que sólo tienen tres relevos confiables. El caso es que Gallardo se unió a pitchers mexicanos tan famosos como Fernando Valenzuela y Aurelio que han ganado juegos en la post temporada.
Y si Yovani Gallardo fue el héroe nuestro el jueves, al día siguiente vimos una excelente salida del cerrador Roberto Osuna quien trabajó hasta dos entradas, una por cortesía de la casa en el viernes social, ya que le puso dos ceros con pitcheo perfecto a los Rangers en el juego de tantas entradas que estropeó el calendario de la TV ya que mientras en Toronto seguían jugando los Astros ya habían hecho un montón de carreras en Kansas City para dejar a los campeones del 2014 de espaldas a la pared. La tómbola de la vida.
Osuna vino en el noveno y dominó en elevado al izquierdo, ponchó a Josh Hamilton y rola a primera. Y la décima en tres al hilo con línea al centro, rola al short y machucón de DeShields delante del home. Perfecto.
En el cierre del inning 13 el tremendo Donaldson dio un largo batazo que se fue de faul y se armó una trifulca verbal entre bateador y el pitcher Kela, pero no pasó nada y el Más Valioso del 2015 fue el ponchado. Donaldson es de los que tira aceite y eso molestó al relevista.
Finalmente en el inning 14 los un hit de Alberto trajo el desempate para Rangers. Un error suyo hizo que el juego se fuera tan largo y él lo decidió para sacarse la espina.