Los Cachorros de Chicago no sólo se convirtieron en el primer equipo en calificar para la segunda serie sino que se colocaron a solamente cuatro victorias de conseguir algo que ni han podido hacer en 70 años, estar en una Serie Mundial. Fue en 1945 cuando los Cachorros tuvieron su última fiesta del clásico de octubre y en una serie de siete juegos la perdieron ante los Tigres de Detroit. Con muchos años de sequía para un equipo que según las encuestas es el equipo de la Liga Nacional con más fanáticos en todo Estados Unidos.
En 1945 tenía 13 años de edad y escuchaba los juegos de Serie Mundial en la onda corta del radio, deseando que ganaran los Cachorros, en parte porque habían llegado a la Serie Mundial gracias a un pitcher que le vendió el Yanquis en 100,000 de aquellos dólares, un derecho llamado Hank Borowy.
Fue una auténtica tontería del dueño del Yanquis, el fogoso Larry Mvc Phail, que le costó el campeonato al Yanquis ese año. Borowy había tenido una primera mitad de 10-5 con Yanquis, era el brazo estelar pero cuando le diga el porqué lo vendió al Cachorros usted no lo va a creer, MacPhail no le tenía mucho aprecio a Borowy porque a diferencia de otros no completaba los juegos que comenzaba. Si hubiera vivido en la época actual hubiera vendido a todos sus abridores.
Borowy estuvo formidable con Cachorros en la segunda mitad de ese año al lograr una marca de 11-2 para un total de un año de 21-7 entre los dos equipos.
Con esas victorias que logró con Cachorros hubiera hecho campeón al Yanquis de 1945 con tres juegos sobre el campeón Tigres. Yanquis llevaría ahora 41 títulos por los 40 de la actualidad.
Ya en la Serie Mundial de 1945 el mismo Borowy la comenzó con una blanqueada sobre los Tigres y luego perdió un juego contra al estrella felino, el zurdo Hal Newhouser. Para el sexto juego los Cachorros necesitaban ganar para empatar a tres juegos la serie y el mánager Charlie Grimm trajo a Borowy a relevar en un juego de 12 entradas en que lanzó cuatro innings sin hit ni carrera al gran Cachorros.
Borowy aceptó lanzar el decisivo con un solo día de descanso pero fue una mala elección del mánager ya que le hicieron cinco carreras en la misma primera entrada y Detroit ganó el juego decisivo de 1945 por 9-3. Al año siguiente Borowy ganó sólo 12 juegos y se vino hacia abajo de la colina por una lesión. Seguramente el lanzar con un solo día de descanso tras trabajar cuatro entradas en el juego anterior fue factor en que le llegara la lesión que terminó con el brazo.
Respecto a MacPhail dejó al Yanquis tras ganar la Serie Mundial de 1947. Era un directivo de malas pulgas, un ogro, y nunca lo olvidaremos por haberle quitado un campeonato a Yanquis.
Desde el 10 de octubre de 1945 los Cachorros no han vuelto a una Serie Mundial y ahora están a solamente cuatro victorias de volver, a los 70 años y 17 días. ¿Ahora o nunca?
Y tengo el presentimiento que lo van a lograr. Un ayuno de ya 70 años es simplemente demasiado.