Por muchas décadas fue una de las canciones favoritas de los parroquianos que iban a los teatros de revista y se llamó "Mi Querido Capitán", y recordamos a la talentosa y guapa Sofía Álvarez interpretándola en una de las películas de la llamada época de oro. En el beisbol fue en la temporada de 1935, cuando Lou Gehrig acababa de ganar la triple corona un año antes, fue nombrado por su manager Joe McCarthy como el capitán del Yanquis. La historia nos dice que fue el primer capitán del equipo desde el infielder Everet Scott. Y desde entonces Gehrig fue llamado el capitán además de el "Hombre de Hierro".
Como era un jugador tranquilo y no con la festividad de un Babe Ruth, Gehrig fue capitán por el respeto que le tenían sus compañeros y por sus grandes temporadas bateadoras. Predicaba con el ejemplo.
Luego vino con Yanquis la era de Joe DiMaggio, quien nunca fue nombrado capitán porque era más bien un general. Si usted no vivió los tiempos de DiMaggio no podrá concebir lo famoso que fue el yanqui Clipper, era el "dios" del beisbol, era el nombre mágico que vivía en el trono del rey de los deportes.
Fue hasta que Don Mattingly comenzó a tener muy buenas temporadas con los mismos Yanquis que lo nombraron capitán y al paso del tiempo le dieron ese título a Derek Jeter que posiblemente fue el que más representó su nombramiento. Jeter fue, además de un gran jugador, un gran animador de la banca, el primero en felicitar a un compañero. Era un auténtico capitán de la compañía. Fue el 3 de junio del 2003 cuando George Steinbrenner decidió nombrarlo capitán y tuvo una carrera tan formidable y famosa que el gerente Brian Cashman piensa que con Jeter debe terminar la etapa de los capitanes en el equipo en honor a él.
Por su parte, los Diablos Rojos, por idea de don Alfredo Harp, decidió nombrar al "Borrego" Sandoval, el fenómeno en nuestro beisbol de las paradas cortas, como el capitán del club. Y con la retirada del "Borrego" el jardinero Iván Terrazas fue nombrado hace poco el nuevo capitán, una distinción que fue convertida en una oficial durante la ceremonia inaugural cuando el joven Santiago Harp, hijo de don Alfredo, le colocó en el uniforme el distintivo. En un equipo de muchos peloteros que comienzan sus carreras es el veterano entre los jugadores mexicanos y fue el candidato lógico y único para reemplazar el rol que tuvo el gran shortstop.
Cuando ha habido capitanes como Lou Gehrig Mattingly, Jeter y el "Borrego", el recibir ese nombramiento es todo un logro importante en la carrera de un jugador.
