Travesía de periodistas en Ayotzinapa
Son muchas y diversas las escenas de la novela Guerra en el paraíso, de Carlos Montemayor, en las que el ejército actúa reprimiendo y ultrajando a la población civil. En ella se puede leer el pasaje donde unos periodistas son perseguidos y sentenciados porque publicaron que doce soldados habían muerto en un encuentro con la guerrilla de Lucio Cabañas. El ejército quería ocultar esa información que, al trascender mediante la prensa, provocó la ira castrense y la represión contra los periodistas.
Me vino a la mente esa escena de la novela al reconsiderar la valiosa y valerosa tarea de los periodistas que se agruparon para escribir y publicar Ayotzinapa. La travesía de las tortugas, libro que relata la vida de los 43 normalistas desaparecidos el 26 de septiembre de 2014.
El volumen nos acerca a la vida y al mundo de las víctimas y sus familiares. Los relatos que estructuran Ayotzinapa. La travesía de las tortugas, nos hablan de los 43 gracias a que como Francisco Zarco, Ricardo Flores Magón y los periodistas del Partido Liberal Mexicano -como ellos-, los autores de los textos de este libro se han puesto del lado de su oficio, de la verdad y del pueblo.
Escribí que también es valerosa la labor de los periodistas que produjeron la obra mencionada. Me parece así porque se arriesgaron a investigar en una geografía muy peligrosa en la que la presencia del ejército no es un riesgo menor. El texto de Emiliano Ruiz Parra extendido en las primeras páginas de Ayotzinapa. La travesía de las tortugas, nos ubica en parte del origen de la tragedia de los estudiantes, sus familias y todo el pueblo del estado de Guerrero.
Dice así: “Con la cacería de guerrilleros como coartada [desde 1967] el ejército se asentó en Guerrero para no irse nunca. Ante la presencia del ejército los caciques consolidaron su poder; ante la presencia del ejército la represión asumió tácticas terroristas -masacres, violaciones tumultuarias, quemas de pueblos, desapariciones forzadas- y ante la presencia del ejército Guerrero se convirtió en el principal productor de amapola en el mundo detrás de Afganistán […]” Triste letanía que el periodista Ruiz Parra nos hace escuchar acerca de la presencia del ejército en el lacerado estado de Guerrero.
Pero si antes cité una novela donde se ve el papel militar en Guerrero, puedo ahora citar un caso real que aparece en el libro Guerrilleras, compilado por la ex guerrillera María de la Luz Terrés. Es un testimonio que narra la desgracia de María Isabel Jiménez, una mujer dedicada a su casa y “fue detenida [y] desaparecida por soldados el 25 de junio de 1972 en Campo Morado, Atoyac, Guerrero. La partida militar buscaba a su marido Martín Nario Organez en su domicilio, al no encontrarlo se la llevaron para nunca más presentarla”.
Ayotzinapa. La travesía de las tortugas, es una obra tan comprometida con la verdad y con la necesidad de solidaridad del pueblo guerrerense que necesariamente nos expone otros indignantes resultados de indagaciones y rememoraciones, entre ellas, la siguiente muy reveladora presentada por el mismo Emiliano Ruiz Parra:
“El Centro de Derechos Humanos de la Montaña Tlachinollan lo había advertido desde mayo de 2013, 16 meses antes de la tragedia de Iguala: ‘La colusión de autoridades municipales, directores de seguridad, comandantes, policías y miembros del Ejército, con algún bando de la delincuencia organizada está llevando al paredón a niños, jóvenes y mujeres que son privados de la vida sin que las autoridades hagan algo’.”
Esas líneas del Centro Tlachinollan reproducidas en la página 26 de Ayotzinapa. La travesía de las tortugas, ayudan a esclarecer lo que ha ocurrido y ocurre en Guerrero porque revelan el entramado protector que ha encubierto la descomposición social.
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