Aceleró. En la imagen se observa la caja de seguridad que se obtuvo del tren descarrilado.
El tren de pasajeros que descarriló el martes en Filadelfia, EU, con un saldo de ocho muertos y más de 200 heridos, estaba acelerando momentos antes del accidente, según la investigación de la Junta Nacional de Seguridad en el Transporte (NTSB).
A medida que pasan los días van saliendo a la luz más detalles sobre el accidente y ayer se supo también que la Policía de Filadelfia tiene ya una orden para revisar el teléfono del maquinista, identificado como Brandon Bostian, de 32 años. Un video que han examinado los expertos de la NTSB muestra que, apenas un minuto antes del accidente, el tren iba a más de 112 kilómetros por hora y continuaba acelerando.
El tren llegó a ir a más de 160 kilómetros por hora, en un tramo en el que la velocidad máxima permitida es de 80 kilómetros por hora y que no cuenta con sistemas de frenado automático. Lo que los investigadores tratan de averiguar ahora es si el maquinista aceleró el tren de forma intencionada. El abogado de Bostian, Robert Goggin, ha dicho que su cliente sufrió una conmoción cerebral y no recuerda nada del momento del accidente.
De acuerdo con Goggin, el maquinista únicamente recuerda que se estaban aproximando a una curva y que intentó reducir la velocidad. El abogado ha detallado, además, que Bostian tenía su teléfono personal apagado y guardado, como se requiere, y no había bebido ni consumido drogas.
Además de los ocho fallecidos, más de 200 personas resultaron heridas a causa del accidente del tren, en el que viajaban un total de 238 viajeros y cinco miembros de la tripulación desde Washington a Nueva York.