El segundo debate de los precandidatos republicanos puede convertirse en el trampolín final del polémico Donald Trump o bien en su tumba política.
Con las encuestas a su favor, aunque seguido de cerca por el neurocirujano Ben Carson, Trump habrá intentado este miércoles separarse del resto de sus contendientes, basado como siempre, en sus declaraciones radicales, racistas y arrogantes.
No es por cierto la primera vez que el magnate de los bienes raíces goza de altos niveles de popularidad.
En marzo de 2011 cuando pretendía lanzarse a la carrera presidencial lideró una encuesta del Wall Street Journal y la NBC superando por un punto al posterior candidato republicano Mitt Romney.
Poco antes, en febrero del mismo año, una encuesta de la revista Newsweek lo colocó por encima del entonces presidente Barack Obama. Trump ha intentado ser candidato presidencial en por lo menos tres ocasiones desde 1988. Igualmente quiso ser gobernador de su estado natal Nueva York, pero sin resultados satisfactorios.
Incluso en el año 2000 se lanzó en pos de la gubernatura de California, ganó las eleciones primarias por un nuevo partido, pero no llegó más lejos. Viene esto a cuento porque por más que quiera, Trump difícilmente llegará a la candidatura republicana y menos a la Casa Blanca por la sencilla razón de que los votantes norteamericanos son quizá ingenuos, pero nunca tontos ni sucidas.
Dirán muchos que nunca como ahora Trump había tomado tan en serio su papel como político y precandidato presidencial, tampoco nunca había alcanzado un liderazgo consistente en las encestas como ha sucedido en este 2015.
Sin embargo, tampoco hay que desdeñar que nunca como ahora Trump ha sido objeto de tantas protestas ciudadanas y boicots por parte de empresas y organizaciones de Estados Unidos y del mundo entero.
Su postura extrema y xenófoba contra los inmigrantes por parte del empresario convertido en bufón de la política, le ha valido infinidad de críticas y condenas.
Trump parece ignorar la historia de su propio país. Cuando sus antepasados alemanes y escoceses llegaron a Norteamérica en el siglo XIX, buena parte de los estados de California, Texas, Arizona, Nuevo México y Florida estaban habitados por hispanos además de los indígenas que fueron los primeros en poblar el país.
El veterano de 69 años e hijo de un acaudalado inversionista, parece ignorar también las valiosas contribuciones de los millones de inmigrantes llegados a su país con todo y que dos de sus tres esposas son extranjeras, la primera Ivanna de la República Checa y la actual Melania de Eslovenia.
Por eso cuando Trump dice que los mexicanos que llegan a Norteamérica son delincuentes y violadores no sólo miente sino que además lo hace con toda la mala intención para ganar votos y simpatías entre los republicanos radicales que son muchos y por demás cerrados.
Habría que recordarle también a Trump que infinidad de criminales norteamericanos huyen a México para escapar de la justicia, amén de que otros cometen sus delitos en nuestro país como bien lo comprueba el alto número de presos yanquis en las cárceles mexicanas.
Mas no por ello vamos a condenar a todos los inmigrantes estadounidenses quienes también han dejado grandes aportaciones a México.
Insistimos que será casi imposible que este "aprendiz" de la política logre concretar sus sueños, sin embargo por dignidad y para descartar cualquier posibilidad, creemos que es hora de que México y los mexicanos lo pongamos en su lugar.
Varias empresas y organizaciones como NBC, Univision, Televisa y Macy's ya hicieron lo propio, pero no así el gobierno mexicano y otras organizaciones nacionales que están obligadas a defender a los inmigrantes y a desenmascarar a este vociferante bocón.
Sin olvidar que empresas de bienes raíces ligadas a Trump cometieron fraudes en las costas mexicanas y que a través del concurso Miss Universo --que recién vendió-- se benefició en múltiples ocasiones por las bellezas latinas que cada rato ganaban el concurso internacional.
Trump es ante todo un farsante, un tramposo y un oportunista que ha tenido el descaro de amasar fortunas en base a negocios controvertidos como los casinos, certámenes de misses y proyectos inmobiliarios fallidos como ocurrió en México con las torres Trump.
Al momento de escribir este artículo no conocíamos los resultados del segundo debate de los republicanos, pero esperamos y más que eso confiamos, en que será cuestión de semanas para que su candidatura se desinfle y Trump tenga que regresar a sus oscuros negocios de donde nunca debió salir para insultar a los mexicanos.
Con que gusto escucharemos pronto que sus colegionarios republicanos le digan en su propia cara: ¡Trump, you are fired!. O lo que es lo mismo: ¡Trump, estás despedido!
Será lo mejor que le pueda suceder al partido Republicano y en general a la política norteamericana. Lo sentimos Trump, los tiempos del racismo y de la supremacía racial ya quedaron atrás.
APUNTE FINAL
No cabe duda que los asesores de la imagen presidencial hicieron de las suyas durante la ceremonia del Grito en Palacio Nacional... Una vez más aprovecharon la belleza y porte de la primera dama Angélica Rivera para arropar al presidente Peña Nieto e intentar subirle algunos puntos de su alicaída popularidad y de paso tratar de echar tierra al affaire de la Casa Blanca. Pronto veremos si lo lograron.
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