En contra. Miles salieron a las calles a manifestarse en contra del plan de rescate.
El gobierno griego defendió ayer su nuevo programa de rescate financiero en turbulentas sesiones parlamentarias, mientras el primer ministro Alexis Tsipras enfrentó una rebelión en su partido Syriza antes de la votación sobre el acuerdo.
El proyecto de rescate financiero de tres años por unos 85,000 millones de euros (93,000 millones de dólares) en préstamos incluye duros recortes al gasto y aumentos de impuestos respecto a los cuales Tsipras ha dicho que no existe más opción sino implementarlos.
Los legisladores debatieron acaloradamente sobre el proyecto durante casi nueve horas, durante las cuales hubo demoras originadas por enmiendas presentadas a la iniciativa inicial y objeciones de procedimiento presentadas por quienes se oponen a las medidas.
El ministro de Finanzas Euclid Tsakalotos, manifestó la urgencia de la votación ya que ministros de Finanzas de la zona del euro discutirán el acuerdo en una reunión a realizarse la tarde de hoy viernes en Bruselas.
Mientras el debate en el Parlamento se encaminaba a durar durante la mayor parte de la noche, con una votación el viernes temprano, Tsipras habló vía telefónica tarde el jueves con el presidente francés Francois Hollande y el presidente de la Comisión Europea Jean-Claude Juncker.
A pesar de las constantes demoras en Grecia, legisladores en Finlandia autorizaron al primer ministro de esa nación a finalizar las negociaciones del rescate de Atenas en representación de su país, una señal de que los líderes de la eurozona se están movilizando hacia la finalización del acuerdo.
La rebelión al interior del partido Syriza ha hecho que Tsipras dependa de votos de la oposición en el Parlamento para que se apruebe la legislación, y se espera que el proyecto de ley sea aprobado con un margen suficiente. Cientos de manifestantes en contra de las medidas de austeridad marcharon a través de Atenas la noche del jueves antes del debate en el Parlamento.
El partido de Tsipras, de izquierda radical, ganó las elecciones en enero sobre promesas de que anularía la austeridad presupuestal similar impuesta a cambio de los dos rescates financieros previos para Grecia. El cambio radical de postura de Tsipras al aceptar esta semana duros términos con negociadores acreedores del Banco Central Europeo, la Comisión Europea y el Fondo Monetario Internacional, ha ocasionado indignación entre miembros de línea dura que ahora amenazan con dividir al partido.
SORPRENDE CRECIMIENTO
La economía de Grecia registró un inesperado crecimiento en el segundo trimestre de este año, de 0.8 por ciento, un dato sorpresivo y contrario a los pronósticos ante el cual los analistas pidieron cautela.
Las cifras fueron anunciadas ayer jueves por la autoridad helénica de estadísticas, ELSTAT, cuando el Parlamento griego se prepara a votar los planes para un tercer acuerdo de rescate, los cuales suscitaron protestas en las calles y nueva rebeldía de legisladores de Syriza.
Los datos de ELSTAT muestran que el Producto Interno Bruto (PIB) del país registró un incremento de 0.8 por ciento entre abril y junio pasados, respecto al trimestre previo, dato que además representa un aumento de 1.4 por ciento en comparación al mismo lapso de 2014.
Aunque los números dan cuenta también de una ligera baja en el PIB nominal en el segundo trimestre del año, el periódico helénico Ekathimerini destacó el crecimiento señalando que es mayor al reportado por Reino Unido, de 0.7 por ciento en el mismo período.
Analistas estiman que el crecimiento podría deberse al miedo a los controles de capital, que llevó a un alza en el gasto del consumidor.