Conocido. El líder del narcotráfico es un ícono popular en México y en Estados Unidos.
Con miles de muertes a sus espaldas y una treintena de acusaciones en México y Estados Unidos, el historial criminal de Joaquín "El Chapo" Guzmán Loera es más largo que el túnel de kilómetro y medio que fue cavado para su fuga de la prisión de máxima seguridad del Antiplano I, en el centro de México.
Guzmán, señalado como uno de los grandes responsables de la guerra de cárteles del narcotráfico de los últimos años, tiene una veintena de acusaciones en Estados Unidos y juicios por delitos contra la salud en una decena de juzgados mexicanos.
En Estados Unidos, tribunales federales de los estados de Arizona, California, Illinois, Texas y Nueva York tienen abiertos desde hace casi dos décadas dos procesos contra "El Chapo" por tráfico de drogas y lavado de dinero.
El martes se supo que tiene 14 acusaciones pendientes en la ciudad fronteriza de El Paso, Texas, según datos del tribunal federal local.
El caso contra Guzmán Loera se presentó en 2012 y en él se le acusa de 14 delitos federales ligados al crimen organizado.
Las autoridades estadounidenses ofrecieron hasta 5 millones de dólares por su captura; las mexicanas acaban de ofrecer 60 millones (3,82 millones de dólares) y han dado una alerta mundial tras su fuga.
Testimonios de policías publicados por la prensa mexicana tras la captura de El Chapo en febrero de 2014, apuntaban que el capo está vinculado directamente con al menos a 3,000 muertes.
El Cártel de Sinaloa, que dirige "El Chapo" con Ismael "El Mayo" Zambada, es presunto responsable del 67 % de las 45,000 muertes que dejó la guerra de grupos criminales en México, reveló esta semana el historiador Héctor Aguilar Camín en un artículo en el diario Milenio.
En un perfil psicológico que le hicieron en el pasado y que fue comentado por los comentaristas de la publicación Nexos, las autoridades lo definieron como una persona con sentimiento de inferioridad por su estatura de 1.65 metros, tenaz por mostrar superioridad intelectual y con habilidades para manipular su entorno.
Desde que en 1991 logró evitar la prisión con un soborno de 100,000 dólares y hasta su escape de este fin de semana del penal del Antiplano, Guzmán acumula una de las más largas historias criminales en México.
"El Chapo" se puso en la mira de la justicia en mayo de 1993 cuando en un tiroteo con sicarios del Cártel de Tijuana fue asesinado el cardenal mexicano Juan Jesús Posadas Ocampo, un suceso que terminó con su captura el mismo año en Guatemala.
Después de casi ocho años en prisión el narcotraficante logró escapar en enero de 2001 en el carrito de lavandería del penal de Puente Grande, en el estado de Jalisco, al oeste de México. Entonces quedaron pendientes sus condenas por cohecho, delincuencia organizada, delitos contra la salud, contra las leyes de armas y por operaciones con recursos de procedencia ilícita.
Capturado de nuevo hace menos de un año y medio, la justicia apenas pudo tenerlo encerrarlo 15 meses hasta su fuga por un túnel que terminaba en su ducha directamente desde una casa distante a 1.5 kilómetros.
Llamado ya "Señor de los túneles" por su espectacular fuga, "El Chapo" ha visto crecer su expediente y su leyenda negra, luego de que el gobierno de México ofreció la recompensa más alta de la historia, el doble de la que ofreció la primera vez en 2001, y desplegó un gran operativo de búsqueda Su escape del fortín del Antiplano, ya había sido anticipado en las redes sociales por mensajes atribuidos a sus hijos, que están en la mira de la justicia de Estados Unidos, por su presunta implicación en la actividades paternas.
Supuestos mensajes en la red social Twitter de dos ellos evidenciaron su satisfacción por la fuga del jefe del Cártel de Sinaloa el pasado fin de semana.
Van por tres cercanos
El Gobierno Federal rastrea a tres sujetos que, por ser los de mayor confianza para Joaquín "El Chapo" Guzmán, probablemente conocieron o estuvieron involucrados con la coordinación del plan para construir el túnel por el que escapó el capo sinaloense.
Con base en informes de corporaciones federales, tras su captura en Mazatlán, Guzmán dejó operando a Antonio Bazúa Ortiz "El Toño", Juan Carlos Castañeda y el sicario Víctor Olivo Gómez, cuyos perfiles en primera instancia parecieran bajos.
En relación a estos sujetos, no circulan datos sobre vínculos previos con hechos delictivos, ni fotografías, ingresos a prisión o noticias donde hubiesen sido mencionados y relacionados con el capo.