En los cuatro estados considerados como "focos rojos" por las autoridades federales -Oaxaca, Guerrero, Chiapas y Michoacán- se reportó un muerto, al menos 108 detenidos, 329 urnas destruidas y en 81 casillas se suspendió la elección, aunado a decenas de denuncias ante autoridades electorales estatales y federales.
Además, en dichas entidades, a las que desde el viernes pasado llegaron fuerzas federales para blindar la jornada electoral, se informó de al menos mil 812 incidencias.
En Oaxaca, el INE registró 630 eventualidades, entre ellas 283 urnas destruidas por los integrantes de la Sección 22 del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación, en 26 casillas se sustrajo documentación y en otras 75 se suspendió la elección por riesgo de violencia.
En Guerrero, la jornada electoral dejó como saldo un muerto y al menos 77 incidentes, unos 20 que pusieron en riesgo los comicios.
Se reportaron además enfrentamientos a palos y piedras en Tixtla, mientras que en Tlapa de Comonfort 500 elementos de la Policía Militar rescataron a 20 policías federales retenidos, durante la acción hirieron a varios maestros con balas de goma y acero, y causaron la muerte de un estudiante de la Universidad Pedagógica Nacional identificado como Antonio Vivar Díaz.
En tanto, en Chiapas 22 casillas fueron robadas y quemadas en seis municipios de la entidad, dos de éstas, en la capital del estado.
La elección en Michoacán transcurrió con tranquilidad y con una fuerte vigilancia de las Fuerzas Armadas en todo el territorio estatal, aunque fueron registrados más de 650 incidentes no graves; la mayoría de ellas se refirió a la tardía instalación de casillas, la falta de funcionarios electorales y los cambios de domicilio de los centros de votación.
