Una ONU de 70 años

Se cumplen 70 años de la fundación de la Organización de las Naciones Unidas. La institución fue una consecuencia de la destrucción producida por la Segunda Guerra Mundial. La idea era generar un foro que permitiera a los gobiernos del mundo resolver sus diferencias sin recurrir a las armas.

La ONU no ha logrado hacer que desaparezcan los conflictos en el mundo. De hecho, poco después de su creación estallaron las guerras de Corea y de Vietnam provocadas o agravadas por la rivalidad entre la Unión Soviética y Estados Unidos. Las guerras en Medio Oriente entre Israel y los países árabes han sido también ocurrencias cíclicas. Podemos decir, de hecho, que casi no ha habido año en estas últimas siete décadas en que no haya habido alguna guerra en algún lugar u otro del planeta.

Pero lo que ya no ha habido es una nueva guerra mundial, como las que dejaron decenas de millones de muertos entre 1914 y 1918 y entre 1939 y 1945. La Guerra Fría entre Estados Unidos y la URSS nunca se calentó tanto que provocara una confrontación con las armas nucleares que empezaron a estar disponibles precisamente el año de nacimiento de las Naciones Unidas. Si consideramos la historia previa, esto puede considerarse casi un milagro. La ONU tuvo un papel importante en prevenir una nueva guerra mundial.

La institución ha crecido mucho en los últimos 70 años. De los 51 miembros originales ha llegado a tener 193 integrantes el día de hoy. Si bien empezó como una institución con un presupuesto muy reducido, virtualmente nulo, en el bienio 2014-2015 está operando con 5,404 millones de dólares. La institución, de hecho, cuenta con más de 80 mil empleados.

Las responsabilidades de la ONU, como las de muchas otras instituciones burocráticas, parecen multiplicarse con enorme rapidez. Proporcionar un foro para la discusión de las diferencias en los países del mundo no es ya su única función. Las Naciones Unidas tienen contingentes de paz que buscan separar a contendientes en situaciones de conflicto en el mundo, pero también verdaderos ejércitos de personal en decenas de instituciones que realizan todo tipo de funciones, burocráticas algunas, necesarias otras.

La institución ha heredado estructuras surgidas después de la Segunda Guerra Mundial que han sido muy cuestionadas. Todos los países participan en la Asamblea General en la que cada uno tiene un voto con el mismo valor. Esto quiere decir que un país como China, con una población de 1.4 millones de personas, tiene el mismo voto que Andorra, con 79 mil habitantes.

El principal órgano de decisión de las Naciones Unidas, sin embargo, no es la Asamblea sino el Consejo de Seguridad. Este tiene sólo 15 miembros, de los cuales 10 son rotativos y van cambiando cada dos años. Cinco son miembros permanentes y de hecho tienen derecho de veto para cualquier decisión: Estados Unidos, Rusia, China, Reino Unido y Francia. Para muchos analistas el que estos cinco miembros tengan más poder que cualquier otro es indicativo de uno de los problemas de la organización.

El sistema de las Naciones Unidas puede ser objeto de muchas críticas. La forma en que toma decisiones ciertamente no es justa. El crecimiento inmoderado a lo largo de 70 años ha creado, por otra parte, una institución obesa que hace muchas cosas que quizá no debería hacer. Pero el cometido principal de la ONU, evitar el estallido de una tercera guerra mundial, sí se ha cumplido hasta ahora. En eso radica la mayor virtud de la institución.

Twitter: @SergioSarmiento