Una opción contra el déficit de atención
El trastorno de déficit de atención e hiperactividad (TDAH) es una enfermedad que se caracteriza porque existe una constante dificultad para mantener la atención y concentración, el control de los impulsos y el nivel de actividad. Este trastorno es muy frecuente en la población infantil y puede incluso llegar a repercutir con problemas significativos en las relaciones interpersonales de las personas que lo padecen, así como en su aprendizaje y comportamiento.
El TDAH suele manifestarse desde la infancia y tiene un curso crónico con expresiones que se muestran a lo largo de la vida del individuo y en un 60 por ciento de los casos, puede prevalecer hasta la edad adulta. Para explicar más a fondo de qué trata el TDAH, se consultó al Departamento Psicopedagógico del Instituto Británico de Torreón, en el área de preescolar.
Principales indicadores
El TDAH cuenta con tres principales indicadores que le caracterizan, rasgos de la conducta que se presentan en niños, como la inatención, que es la falta de capacidad para concentrarse por periodos que le permitan concluir una actividad que requiere de cierto grado de esfuerzo mental sostenido o lograr algún aprendizaje. También se encuentra la hiperactividad; actividad motora exagerada que parece conducir a un fin sin que se llegue a alcanzar el mismo.
La persona tiene la dificultad para mantenerse quieta y cambia frecuentemente de posición, brinca, trepa o mueve persistentemente las manos y los pies, además de que suele hablar en exceso.
Otro síntoma es la impulsividad, una dificultad que tiene el individuo para lograr el autocontrol, con el cual se permita respetar el espacio y las actividades de los que lo rodean. Suelen comúnmente actuar antes de pensar, en vez de hacerlo a la inversa, es decir, pensar y posteriormente actuar.
Tipos de trastorno
De acuerdo con los síntomas que se presentan se pueden tener tres tipos de TDAH, el inatento, el hiperactivo-impulsivo o el mixto; para determinar el padecimiento es necesario presentar seis o más síntomas.
El inatento parece no escuchar cuando se le habla, no presta atención a los detalles o comete errores por descuido en sus tareas, pierde cosas frecuentemente, se distrae con estímulos irrelevantes, no le gusta hacer cosas que requieren de esfuerzo mental sostenido, es desorganizado, le cuesta trabajo seguir instrucciones, se le olvida hacer cosas que tiene que hacer todos los días y tiene dificultad para mantener atención.
El hiperactivo-impulsivo, mueve mucho sus manos y pies cuando está sentado, abandona su asiento cuando debe permanecer en él; corre, salta, o trepa en situaciones inapropiadas, tiene dificultad para involucrarse en actividades de ocio, parece que tiene un motor que lo guía, habla mucho, contesta antes de que se le termine de formular una pregunta, interrumpe conversaciones con frecuencia y tiene dificultad para esperar turnos.
Por último, el TDAH mixto es el más común y consiste en la coexistencia de los síntomas de inatención, además de los de hiperactividad e impulsividad.
Una gran alternativa
Se ha considerado que problemas relativos a la conducta o estructuras neuronales, no pueden ser manejados por otro tipo de alternativas como la homeopatía, sin embargo este pensamiento es incorrecto. El doctor Carlos Murillo Flores, médico homeópata especialista en tratamientos como autismo y otros trastornos, explica que se han tenido resultados muy positivos en el tratamiento para el TDAH a través de la homeopatía, ya que sirve para tratar todo tipo de enfermedades y también tiene injerencia en problemas conductuales y neurológicos, pues una de sus premisas fundamentales es actuar de manera integral en el enfermo.
En el TDAH se tiene que hacer un análisis particular y extenso de cada persona y en base a ello, poder determinar el tratamiento que se adapte a las necesidades, forma de ser y personalidad. Este problema es un desequilibrio que se puede tratar de manera multidisciplinaria y un médico homeópata con experiencia puede diagnosticarlo y tratar al paciente adecuadamente, aunque también hay ocasiones en que se consulta la opinión de un psicólogo o neurólogo, especialmente si el niño está llevando algún otro tipo de supervisión.
Los medicamentos homeopáticos son investigados y tienen que atravesar procesos de prueba y experimentación. En casos como el TDAH, la homeopatía puede ofrecer una cura definitiva al lograr que la persona regrese a un punto de equilibrio de manera suave, disminuir los impulsos y que su carácter se adecúe. Otro tipo de medicamentos, como los alópatas, son solo paliativos, es decir, disminuyen los síntomas pero no modifican un problema de raíz, por lo que de no ingerirlos el paciente podría recaer.
Un tratamiento homeopático es integral, actúa sobre el TDAH y otros desequilibrios, puede disminuir el problema hasta en un 50 por ciento o más en tan solo unos meses y notarlo en sus experiencias sociales, académicas y familiares.
