Destaca su restaurante gourmet Origan, especializado en productos regionales y su magnífica cava con más de 20 mil botellas de todas las regiones.
A unos 10 kilómetros de Tours, el Château D'Artigny es sin duda el place to be en la región del Loira. La construcción original de este impresionante castillo se remonta a los Siglos XIV y XV, cuando fue edificado como parte de las defensas que se montaron a lo largo del Río Indre, durante la Guerra de los Cien Años.
En los siglos sucesivos, fue transformado de acuerdo a los gustos de cada época, convirtiéndose en una estructura ecléctica, en la que se mezclaban confusamente el estilo medieval, con el neogótico y renacentista.
En la primera década del Siglo XX, fue vendido al célebre perfumista François Coty, quien ordenó su demolición y la posterior construcción de un suntuoso palacio, al más puro estilo del Siglo XVIII, casi réplica exacta del Castillo de Champlâtreux, en Val d' Oise.
La titánica empresa de edificación inició en 1912 y concluyó 17 años más tarde. Sin embargo, poco pudo disfrutar Coty de su sueño de rivalizar con las palaciegas residencias de los reyes franceses, ya que murió en 1934, y el castillo fue requisado por sus acreedores.
En la Segunda Guerra Mundial, fue ocupado sucesivamente por el Ministerio de Marina, las tropas alemanas y como anexo del hospital de Tours, hasta que en 1947 fue devuelto a la hija y heredera de Coty, Christiane, quien años más tarde lo vendió a la familia Traversac, pionera en la transformación de antiguos castillos y residencias en hoteles de lujo.
Restaurado en su antiguo esplendor, se extiende sobre 25 hectáreas de parque con típicos jardines franceses y estatuas de mármol, brindando hospedaje en 65 habitaciones distribuidas al interior del palacio y en los pabellones cercanos, en un ambiente trendy y upscale.
Un must para una escapada romántica, entre cuyos highlights destaca el restaurante gourmet Origan, especializado en productos regionales y su magnífica cava con más de 20 mil botellas de todas las regiones, especialmente del Valle del Loira, y una amplia colección de licores. Además de su propio helipuerto, posee dos canchas de tenis, alberca al aire libre climatizada, gym, spa, área de práctica de golf, ping pong y un servicio de concierge de primera que le orientará en recorridos, catas y degustaciones por las bodegas locales.