Sorprende la rapidez con que la policía francesa localizó a los responsables de la matanza de Charlie Hebdo del 7 de enero. Dos días después del ataque los sicarios fueron abatidos. La policía no se detuvo siquiera por el hecho de que los terroristas tomaron rehenes. En Francia, como en otros países avanzados, las autoridades no negocian con quienes toman rehenes.
Algo similar ocurrió en Estados Unidos después del atentado del maratón de Boston del 15 de abril de 2013. El 18 de abril fue abatido uno de los responsables. Al día siguiente fue capturado el otro.
En México difícilmente habríamos visto una operación policial como éstas. Los responsables se habrían perdido en las calles y carreteras. Los comandantes no habrían contado con información para organizar una persecución eficaz y oportuna. Si los responsables hubiesen cruzado la frontera entre, por ejemplo, el Distrito Federal y el estado de México, habría sido necesario suspender el operativo para girar un oficio de colaboración a las autoridades de la otra entidad.
Si los responsables hubiesen tomado rehenes en México, la policía habría suspendido sus acciones para negociar. Las comisiones de derechos humanos habrían mandado personal para vigilar posibles violaciones a los derechos de los terroristas. Éstos habrían sido convertidos en héroes por los medios y los policías habrían sido procesados por abuso de autoridad. En México, de hecho, no se puede descartar la posibilidad de que los policías fueran cómplices de los malhechores.
Charlie Hebdo es un semanario provocador. Ni los policías ni ninguna autoridad se han salvado de sus hirientes burlas. La policía francesa, sin embargo, actuó con eficiencia y profesionalismo. El que los terroristas hayan ejecutado a dos policías en el ataque a la publicación, y a una mujer policía un día después, comprueba que éstos hacían su trabajo. También los terroristas del maratón de Boston mataron a un policía cuando buscaban evadirse.
Los agentes muertos en estas acciones son reconocidos por sus comunidades. Ahmed Merabat, el policía musulmán ejecutado en la acera frente a Charlie Hebdo, es hoy un héroe en Francia. La frase #JeSuisAhmed se volvió viral en Twitter una vez que se divulgó su nombre. En Boston el policía Sean A. Collins del Instituto de Tecnología de Massachusetts asesinado por los terroristas es recordado con respeto y agradecimiento. El mismo alcalde de Nueva York, Bill de Blasio, que ha cuestionado la actuación de la policía de la ciudad, se vio obligado a rendir homenaje a los agentes Wenjian Liu y Rafael Ramos asesinados por un hombre en protesta por la muerte de sospechosos negros a manos de policías.
¿Qué ocurre en México? En enero de 1994 los miembros del Ejército Zapatista de Liberación Nacional mataron a un número indeterminado de policías municipales y las autoridades no se preocuparon por precisar ni el número ni los nombres. Los crímenes permanecen impunes. En una negociación política, el gobierno otorgó amnistía a los integrantes del EZLN. En los últimos tiempos hemos visto policías golpeados severamente por manifestantes, sin que nunca se sancione a los responsables.
Un Estado que quiera cumplir con sus funciones debe tener una policía eficaz y respetada. En México no sólo no es respetada ni eficaz sino con frecuencia es responsable o cómplice de delitos. Si la función fundamental del Estado es proteger a los ciudadanos, la tarea de reconstruir los sistemas de policías es imprescindible. Pero esta tarea ha tenido hasta ahora muy baja prioridad.
NESTORA
¿Para qué esperar el fallo del juez? ¿Para qué preocuparse por las víctimas? El gobernador de Guerrero, Rogelio Ortega, simplemente ha ordenado a su fiscal general que retire las acusaciones por secuestro en contra de Nestora Salgado García de la policía comunitaria de Olinalá. En Guerrero vale más la negociación política que la justicia.
Twitter: @SergioSarmiento