Ramón Sotomayor Woessner (1934-2015). (El Siglo de Torreón)
El periodista gráfico Ramón Sotomayor Woessner falleció ayer en Torreón a la edad de 81 años; deja un gran legado fotográfico en las páginas de El Siglo de Torreón.
Nacido el 13 de marzo de 1934 en Torreón, Coahuila, inició desde muy joven en la fotografía, a los 13 años de edad, aproximadamente, cuando tomaba fotos a los transeúntes sobre la avenida Hidalgo para luego vendérselas.
En una entrevista realizada hace varios años, comentó que al principio le daba vergüenza con las "muchachillas", ya que se consideraba malo para las fotos, pues les cortaba parte de la cabeza.
También visitaba la Catedral del Carmen donde esperaba la salida de las personas que iban a misa de doce y una de la tarde. Tiempo después trabajó en los bailes nocturnos, entre ellos, las tradicionales Covadongas.
Fue en 1952 cuando Sotomayor Woessner llegó a El Siglo de Torreón por invitación de Pedro Segovia para trabajar como su ayudante. Cuatro años más tarde, Pedro se retiró, y el director y fundador de El Siglo de Torreón, don Antonio de Juambelz, lo invitó a colaborar en Sociales, aunque también trabajó en todas las secciones del periódico.
Ramón Sotomayor W. logró captar con su cámara acontecimientos muy importantes para la región, como la llegada del primer obispo de Torreón, Fernando Romo Gutiérrez, en 1958.
Además cubrió los estragos causados por la explosión más poderosa registrada en la Comarca Lagunera, la de Guayuleras, el 23 de septiembre de 1955, cuando un camión de dinamita estalló frente al ferrocarril de pasajeros.
Esta explosión significó el ruido más fuerte que los laguneros hayan escuchado jamás, y la onda expansiva destruyó vidrios y cristales del centro de Torreón, entre ellos, del Edificio Monterrey, y de Ciudad Lerdo, descrita en las páginas de este diario al día siguiente como "Una dantesca catástrofe".
Fue testigo de espectaculares bodas en el Casino de La Laguna, donde las parejas se casaban los sábados por la tarde, además de bautizos, eventos sociales para obras altruistas, convenciones de banqueros, bailes de Blanco y Negro, noches de Año Nuevo y la Feria del Algodón y de la Uva, entre otros.
Estuvo presente en la primera boda nocturna que se celebró en Torreón entre Mario Villarreal Rodríguez y Aída de la Garza, ceremonia a la que asistió el arzobispo de Saltillo. Cabe resaltar que este acontecimiento causó gran sensación y la gente se concentró en las afueras de la iglesia.
Consciente de la importancia de estar siempre actualizado, don Ramón formó parte de la transición de la imagen de blanco y negro a color, y más tarde, al formato digital.
Sus hijos, Ramón, Érick y Annel continúan con su legado en las páginas de El Siglo de Torreón.
Entre sus últimas colaboraciones captó con su particular estilo imágenes para la revista Rostros. Descanse en paz Ramón Sotomayor Woessner.
