Retraso. Los residuos deben ser eliminados antes de 2028.
En México hay más de 30 mil toneladas de Bifenilos Policlorados (BPCs) pendientes de destruir en su totalidad antes de 2028.
Los BPCs, que se encuentran sobre todo en transformadores y equipos eléctricos, son sustancias valoradas como residuos peligrosos que deben ser destruidos por sus consecuencias negativas contra la salud y el medio ambiente.
Además forman parte del grupo de los 12 Contaminantes Orgánicos Persistentes más nocivos (COPs) que México debe eliminar como parte del compromiso que asumió al ratificar en 2002 el Convenio de Estocolmo de la ONU.
Guillermo Román Moguel, coordinador del proyecto "Manejo y destrucción ambientalmente adecuados de BPCs en México", impulsado por el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) y la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), informó ayer que en los últimos seis años se han destruido en el país 7 mil toneladas, de un inventario nacional de 37 mil 600 toneladas.
Se estima que el costo de destrucción total de las poco más de 30 mil toneladas pendientes oscila entre los 250 y hasta 500 millones de dólares.
Para garantizar la eliminación total de los BPCs, Román Moguel urgió a fortalecer el Sistema Integrado de Servicios de Gestión, que permite a cualquier poseedor de esos residuos ingresar a una plataforma informativa y tener acceso a rutas para la recolección y destrucción.
De acuerdo con el inventario nacional, agregó, los BPCs están presentes en las 32 entidades federativas.
