A un año de la implementación de la reforma tributaria se comprobó que empresas, especialmente las micro, decidieron migrar a la informalidad para evitar el pago de impuestos; se redujo el consumo de alimento para mascotas, entre otros hechos que muestran que los cambios no generaron los resultados esperados, aseguró el Centro de Estudios Económicos del Sector Privado (CEESP).
Además, la caída de los ingresos públicos y el incremento de los servicios de la deuda pública dieron las primeras señales de posibles desequilibrios en la economía. En lugar de fortalecer las finanzas públicas y que haya equilibrios se observa que los ingresos se reducen, el gasto crece y ello se traduce en deuda.
Ante ello, es necesario contemplar cambios en la política tributaria, a fin de que sea eficiente y equitativa, impulse la inversión el empleo. De no hacerse, el ingreso disponible de empresas y hogares no se reanimará en el corto plazo y los problemas de recaudación "se podrían agudizar".
Otro de los cambios a realizar es el instrumentar el presupuesto base cero, a fin de que se refleje en una eficiente asignación de recursos públicos, libre de corrupción e impunidad, factores provocan mala canalización de los recursos.
En el documento, los especialistas del CEESP afirmaron que el reporte de las finanzas y la deuda pública no es congruente con las metas aprobadas por el Congreso, sino que muestra desequilibrios.