Agua. Un hombre sirio se lava la cara en uno de los campos de refugiados que han puesto en Grecia. Ayer la UE anunció que habrá más controles para frenar el flujo de migrantes.
La Unión Europea advirtió ayer lunes sobre una inminente "catástrofe" humanitaria en momentos en que decenas de miles de personas viajan a través de los Balcanes hacia el norte de Europa a medida que se acerca el invierno.
Más de 770,000 personas han llegado a la UE por mar hasta ahora durante este año, lo que ha abrumado a autoridades fronterizas e instalaciones de recepción. Muchos han realizado el arduo viaje a pie a través de los Balcanes en busca de un refugio o empleo en países como Alemania o Suecia.
Las 28 naciones pertenecientes a la Unión Europea han prometido proporcionar expertos y fondos para ayudar a manejar la emergencia, así como repartirse equitativamente el número de refugiados.
Pero los recursos han llegado muy lentamente.
"La Unión Europea debe hacer todo para evitar una catástrofe al aproximarse el invierno", dijo el ministro de Relaciones Exteriores de Luxemburgo, Jean Asselborn, después de presidir la más reciente de una serie de conversaciones de alto nivel sobre el reto. "No podemos permitir que la gente muera de frío en los Balcanes".
Para ayudar a manejar la afluencia, la agencia fronteriza de la UE, Frontex, pidió 775 agentes adicionales, pero los Estados miembros sólo han ofrecido aproximadamente la mitad de esa cantidad. Eslovenia solicitó 400 policías más para que presten ayuda. Casi tres semanas después, han sido garantizados menos de la mitad.
Un plan denominado de reubicación consiste en compartir 160,000 refugiados que están llegando a Grecia e Italia, pero hasta ahora sólo han sido trasladadas poco más de 100 personas.
"Necesitamos pasar de trasladar decenas a mudar a miles", dijo a reporteros el principal funcionario de inmigración de la UE, Dmitris Avramopoulos, después de la reunión en Bruselas.
Asselborn señaló que los ministros habían analizado el establecimiento de "centros de procesamiento" en los Balcanes, donde la gente podría registrarse y recibir información sobre su viaje más al norte. Pero también tendrían que aceptar que se les tomen huellas dactilares, a lo que algunos migrantes se han negado.
Acuerdan medidas ‘coercitivas’
Los ministros del Interior de la Unión Europea acordaron ayer emplear “medidas coercitivas”, incluyendo la detención, para impedir
que los candidatos al asilo se desplacen por la mancomunidad mientras sus pedidos son procesados. La iniciativa tiene por objetivo
“atajar la potencial falta de cooperación de los migrantes al llegar a la UE, respetando sus derechos fundamentales”, afirmaron los ministros.
El rechazo de la mayoría de extranjeros a registrarse en el país al que acceden a la UE dificulta la aplicación del programa de reubicación de 160 mil personas asentadas en Grecia e Italia, y genera caos en los países de los Balcanes occidentales, indicaron. “En la situación en la que nos encontramos actualmente, es esencial ralentizar el flujo de personas a fin de mejorar su gestión por los Estados miembros”, defendió en rueda de prensa el titular luxemburgués Jean Asselborn, cuyo país preside este semestre la UE. Los ministros también acordaron estudiar la instalación de centros de proceso de asilo en los países balcánicos por donde transitan los migrantes clandestinos. “En Grecia no pasa un día sin que lleguen casi 10 mil personas, más de cinco mil en promedio, y los ‘puntos calientes’ (de ingreso) no pueden gestionarlo. Por eso queremos otro concepto, el de centro de tratamiento a lo largo de toda la ruta”, explicó Asselborn.
Toman control de centro
La Policía australiana tomó parcialmente el control del centro para inmigrantes de la isla Christmas tras el motín que estalló el domingo por lamuerte de un recluso iraní, dijo ayer lunes el ministro de Inmigración, Peter Dutton.
Dutton indicó que la Policía llegó la noche del domingo a esta isla situada a 2,650 kilómetros al noroeste de Perth y logró tomar el control de algunos pabellones del centro sin que se les opusiera mucha resistencia.
“Aún hay un grupo de criminales que están causando problemas y al que sin duda la Policía Federal Australiana y los guardias de Serco (la empresa que gestiona la seguridad del centro) harán frente en el momento debido”, añadió el ministro.
El personal encargado de la seguridad retomó anoche el control del área administrativa y del pabellón médico, mientras que los reclusos que no participan en la protesta fueron trasladados a lugares más seguros dentro de sus instalaciones.
Las autoridades informaron que pudieron reforzar el perímetro del centro, donde anoche se registraron daños adicionales, incluidos intentos de provocar incendios, mientras se negocia con los manifestantes para llevar medicamentos a las personas que los necesitan.