'¿Y para qué nos servirá esto?'
-Presiento que el titular de la Sedesoe, Arturo Yáñez anda desembolsando de su bolsillo la ayuda para La Laguna.
-¿Por qué lo dices?
-¿Te parece que unos colchones y unas cobijas sea el apoyo que una secretaría estatal daría ante una contingencia ambiental? Cuando lo que necesita La Laguna son recursos para reparar las maltrechas calles y qué decir del drenaje.
-No, pues eso sí.
-Y es que la ayudadita que está dando la Secretaría de Desarrollo Social del Estado no van a remediar en nada la pavimentación destruida por las lluvias que han dejado inundaciones en colonias y zonas rurales.
-Sobre todo cuando el Sideapa no se ha dado abasto desde el año pasado en la reparación del drenaje.
-Exactamente, por eso los dizque beneficiados, porque lamentablemente en poco benefician esos apoyos, han dicho: ¿y para qué nos servirá esto?
-Sobre todo porque muchos laguneros perdieron sus hogares cuando se les derrumbó su casita, y otros tantos hasta les da miedo dormir en ella con el peligro de que se venga abajo.
-Y dirán lo que quieran, pero esos apoyos bien que tardan. Con decirte que los colchones y las cobijas vienen de los recursos de la declaratoria de emergencia que la Secretaría de Gobernación emitió para todos los municipios del estado de Durango para mitigar las bajas temperaturas.
-O sea que no son por las lluvias.
-No, esos apoyos a ver para cuándo llegan.
-Con que no sean lanchas para usar cada vez que llueva.
-Flaco, ojeroso, cansado...
-¿Y sin ilusiones?
-¡Esa es una canción!, me refiero a que así se ha visto al alcalde, Luis de Villa con todo lo que le ha llovido
-¿Tanto así?
-¡Y es poco! Si hasta más canas le están saliendo a la primera autoridad de la bella Ciudad Jardín con tanto problema.
-Hombre, pues ha de sentir que se le viene el mundo encima.
-Pues a los que sí se les vino, pero el techo encima, son a los ciudadanos del medio rural, y con ello el alcalde ya se pregunta de dónde va a sacar tanto billete para reparar 100 techos derrumbados de igual número de casas, y aparte reparar el pavimento que ya desde antes de las lluvias estaba en deplorables condiciones y pues ahora casi todo está arruinado.
-¿Y por eso está preocupado?
-Por eso y por hacer quedar bien al gobernador Jorge Herrera Caldera, por aquello de la ya no tan lejana carrera por la gubernatura, donde el mandatario estatal querrá posicionar a su candidato en La Laguna, lo que se ve en chino, pues con tanta carencia de recursos, recortes, tantas necesidades en obra pública y tanto funcionario "con iniciativa" en su cuenta de Twitter, pues a ver a qué santo se encomiendan.
-Y a los que ya no se les tiene mucha fe son a los del Gobierno del Estado.
-¿A poco alguna vez se la tuvieron?
-Quienes creen en milagros y buenos gobiernos sí, pero ya a estas fechas se está reflejando la realidad de las cosas, sobre todo en el ámbito empresarial.
-¿Más quejas por el abandono en el sector?
-No justamente, esta vez el problema, o más bien la duda está en que si el Estado podrá lograr el repunte empresarial para la región Lagunera que tanto presume, porque por lo menos no se visualiza para este 2015 y mucho menos para el corto y mediano plazo.
-Pero ¿qué no se supone que andan haciendo circo, maroma y teatro en la promoción de la Comarca en otros países, precisamente para atraer empresas que según el gober Jorge Herrera son de altísimo nivel?
-Pues se dice que la competencia entre las entidades federativas está muy brava y que, además, al Estado se le está pasando la mano en dar "ventajas" a las empresas para su instalación.
-¡Ah caray! ¿A poco?
-Hay quienes lo afirman, que porque a la larga ya no será negocio ofrecer tantas condonaciones y beneficios a las nuevas empresas, ¿qué tal que a la hora de la hora el Gobierno estatal e inclusive los municipales se las vean negras?
-Eso sí. Además, me han llegado zumbidos de que no hay tanto empleo como se dice, ni tantas posibles inversiones.
-Lo que sí hay son recursos para seguir "echándole" ganas a los viajes de promoción por el mundo.
-Pues si son como los de el presidente Enrique Peña Nieto, hasta yo quisiera aventarme uno.