-Oye, pues como ando viendo en dónde pico, me quiero meter a la Policía de Lerdo.
-¿Cómo?, pero ¿qué no has escuchado lo que dicen los pobres policías de la Ciudad Jardín?
-Claro que sí, en la convocatoria de reclutamiento anuncian que hay buenas condiciones de trabajo, becas, profesionalización, ¡nombre!, si hasta los espectaculares están bien bonitos y los que salen en la foto hasta parecen del grupo Swat, bien "machines".
-¿Estás enfermo?, ¿transmites el dengue o qué tienes?
-No, soy zancudo normal.
-Pues entonces andas atrasado de noticias, en la Policía de Lerdo, a los que sangran son a los propios elementos, no ves que ya hasta se quejaron que los tienen en un cuchitril y que no sirven las unidades y que bueno, ni jabón les ponen.
-¿Por eso traen las manos cochinotas?
-Bueno eso es aparte. El chiste es que el alcalde, Luis de Villa, no se cansa de presumir el reclutamiento de la nueva Policía de Lerdo y el problema es que al parecer la nueva está peor que la vieja y encima llegan tarde a todos lados porque tienen que esperar a los policías estatales y a los del Ejército, que nomás les transmiten sus vicios y costumbres.
-Qué bien que me dices para entonces mejor pedir chamba en la Policía de Torreón, que al cabo pagan más y no los tienen tan fregados.
-¡Cuánta rabia han de tener los de Obras y Servicios del Parque Industrial (OSPI) por culpa del Gobierno estatal!
-¿A poco los mordió el Estado?
-Ni que fueran tránsitos... o bueno, mejor de ese tema ni hablamos. Lo digo porque ahora que el estatal se hace cargo de la rehabilitación del Parque Industrial Lagunero de Gómez Palacio, a los empresarios del OSPI les quitó todo derecho para planear, realizar y supervisar las obras que se llevan a cabo en el Parque Industrial.
-¿Qué ingratitud!, si agradecidos deberían estar los del Estado porque los del OSPI han sacado de su lana para reparar las horripilantes calles del PIL, cuando es trabajo del Municipio y el estatal.
-Exactamente. Allí está cuando el Parque tuvo su época más oscura.
-¿Hablas de cuando se encontraban puros muertitos en esas zonas por la falta de seguridad?
-No, hablo de cuando varias calles se quedaron sin luz, ¿quiénes crees que pagaron para reparar y sustituir las luminarias?
-Pues los empresarios.
-¿Y quiénes crees que pagan la energía eléctrica que los arbotantes consumen?
-Los empresarios.
-¿Y quiénes crees que deberían cumplir con esas obligaciones?
-Los empresarios… digo no, el Municipio y el Estado.
-Todo eso para que los del estatal lleguen y les digan, "calladitos se ven más bonitos".
-Ya ni porque también los empresarios usan las devoluciones del Impuesto Sobre Nómina (ISN) para darle un "zarpazo de tigre al PIL".
-Quizá el único consuelo que les queda es que, por lo menos, los van a dejar vigilar las obras.
-Eso me huele más a "pa' que no den lata, los dejamos mirar", porque de nada les va a servir vigilar si la boquita la van a tener que cerrar.
-Oye, ¡qué gachos los del Ayuntamiento de Torreón!
-No todos están feos, hay sus excepciones.
-No, yo lo digo por lo inflexibles que se han puesto con los del Municipio de Gómez Palacio al darles trabas para la construcción del mentado puente vehicular de dos carriles que quiere hacer Altozano.
-Ah sí, pues ya salieron con que, según el Instituto Municipal de Planeación (Implan), no se va a poder porque existen riesgos en su colocación, que es a unos metros del lecho seco del río Nazas.
-Y también ya salieron con que no forma parte del Plan Director de Desarrollo Urbano de Torreón.
-Oye, pero por allí andan rondando declaraciones de regidores gomezpalatinos de que la verdadera razón es porque los constructores del otro lado del charco presionan al Municipio para que no dejen hace la obra.
-¿Será miedo porque la empresa Altozano tiene uno de los más importantes proyectos de desarrollo habitacional, comercial y de servicios en terrenos del ejido Las Huertas?
-Y si no, ¿quién sabe? El hecho es que Gómez Palacio ya se casó con la idea y ya dio el sí.
-Pero no puede haber bodorrio… digo, negociaciones si Torreón no acepta.
-Pues a ver qué pasa… Y no, sí están gachos todos.