Las incongruencias en las provincias internas de Coahuila y Durango están a la orden del día en cuanto al asunto de los operativos contra los autos sin matrícula o los que circulan con placas “chocolate”. Mientras que de este lado del Nazas, el gobierno estatal anda a la caza de los propietarios de vehículos que no han pagado el refrendo y plaqueo y sobre los que no tienen placas o traen las famosas “patitoppafa”, algunos guardianes del orden, como los elementos de la Policía Investigadora del Estado, traen automóviles o camionetas pick up con vidrios polarizados y sin placas y ni quién les diga nada.
También funcionarios municipales, como el presidente del Tribunal de Justicia Municipal, Jesús Jasso Frayre, se transporta de forma muy despreocupada a bordo de un automóvil con placas vencidas, de las verdes, en un Stratus de color blanco. Tal parece que sólo los que viven “en el error” están obligados a pagar y estar al corriente. Al menos ese es el mensaje que mandan nuestras H. Autoridades. Pero del lado de Durango están peor, ya que mientras el gobierno de Rubén Moreira por lo menos intenta taparle el ojo al macho, el de Jorge Herrera Caldera se sigue haciendo pato y la entidad de los alacranes continúa siendo un paraíso para los dueños de autos “chuecos”. ¿Será que como 2015 y 2016 son años electorales, las autoridades duranguenses no quieren alebrestar a la clientela para no llevarse un susto en los comicios de junio? Conste que es pregunta. La respuesta se la dejamos a usted, desconfiado lector.
***
A propósito de los vehículos “onappafos”, nuestros subagentes disfrazados de volantes nos dicen que la asociación “Alerta Patrimonio Lagunero” que se formó durante el 2014 para defender a los ciudadanos en posesión de ese tipo de autos, ya sacó el cobre a relucir. Resulta que a 80 personas que les quitaron sus unidades en los retenes que instaló la Administración Fiscal General en Torreón, ya les empezaron a llegar sus multas federales por evasión de impuestos y los documentos refieren créditos fiscales por más de 100 mil pesotes. El asunto es que los que llevan la voz cantante entre ellos aseguran que una de sus dirigentes, Verónica Corral, los está presionando para que firmen las notificaciones y acepten resignadamente el reconocimiento de las multas. El ofrecimiento es el mismo que hacen todas las organizaciones que se han formado en las últimas décadas: ayudarles con la regularización de sus vehículos por medio de presiones al gobierno estatal y así tenerlos como clientes cautivos mediante el pago de cuotas para gestiones, viajes a Saltillo y para hacer manifestaciones aunque luego todo termine en lo mismo. Algunas personas afectadas por las presiones y amenazas ya andan tocando puertas de auxilio porque temen embargos de sus propiedades. Esto revela que mientras algunos incautos están siendo engañados por los líderes, éstos “negocian” -sabrán los dioses qué cosas- con las autoridades bajo la amenaza de que cuentan con una base social muy amplia. ¡Qué belleza!
***
En donde las patadas por debajo de la mesa están a todo lo que da es en la fracción panista del Cabildo de Torreón. La dividida bancada refleja la desunión que, con todo y operación cicratiz preelectoral, prevalece al interior del partido blaquiazul con sus diferentes grupos y posturas. Y es que Sergio Lara Galván, coordinador de los regidores azules, se ha quedado en medio del grupo del exalcalde José Ángel Pérez y el diputado federal Guillermo Anaya, y no ha logrado imprimirle espíritu al grupo, ni siquiera a sus participaciones aunque constantemente aclare que no es cierto que está en contra de todo y a favor de nada. Así, cada uno de sus integrantes camina para donde mejor le conviene, sus estados de ánimo de ese día y sus intereses gremiales y personales. Comentan los maldicientes que dentro de este bonito marco, la preparación, el análisis, el debate de los asuntos públicos tanto en comisiones como en las sesiones de Cabildo parece que por segundo año consecutivo pasarán a quedar sólo en el discurso, pues en primerísimo lugar de las prioridades figuran las competencias por el mejor atuendo, el mejor carro, el mejor teléfono y la mayor popularidad. Así las cosas, mucha suerte y que gane el... ¿mejor?
***
Nuestros subagentes disfrazados de escritorios desvencijados del Palacio Rosa nos informan de dos hechos que demuestran, una vez más, que la nave coahuilense continúa haciendo agua en el cuarto de máquinas, es decir, el área de las finanzas. El primero tiene que ver con los inmuebles que renta el gobierno de Rubén Moreira en la Perla de La Laguna para albergar a parte del aparato burocrático y de seguridad pública. Resulta que desde hace algunos días los elementos del GATE comenzaron a dar visos de abandonar una de las fincas que venían usando como cuartel cerca del periférico Raúl López Sánchez. Ante el hecho, el propietario del inmueble rápidamente se movilizó para hacerles ver a los administradores del erario estatal que, como en cualquier negocio de hostelería, había que pagar y que, en el caso del “cuartel” de los famosos “gates”, se debía como siete meses de renta. Pero al atribulado rentero no le hicieron caso y hasta las llaves del lugar se llevaron. Entonces, el acreedor decidió ir a la Urbe de Adobe a tocar puertas para que le pagaran y le regresaran las llaves. No obstante, cuentan los subagentes que en el Palacio Rosa se topó con un rotundo aunque amable, eso sí, “lo sentimos, pero no hay dinero para pagarle”. ¿Y de las llaves? “Ahí luego viene por ellas”. Dicen que en medio del desconcierto y la aflicción, el ciudadano afectado ya se está juntando para hacer frente común con otros acreedores con facturas sin cobrar que atraviesan por la misma situación: meses y meses de adeudos... y nada de pago. Esperemos que las autoridades financieras del estado no vayan a salir con que tienen que solicitar otro crédito para cubrir estas cuentas pendientes.
***
El otro hecho que evidencia las broncas que sigue teniendo el gobierno provincial en términos financieros tiene que ver con la misteriosa visita que hizo esta semana el secretario de Finanzas, Ismael Ramos, a la renovada Cámara de Diputados local. En el Palacio Legislativo, don Lito se reunió solo y a puerta cerrada con José María Fraustro, presidente de la Gran Comisión de la Junta de Gobierno del Congreso. A pesar del sigilo que rodeó a la intrigante junta entre ambos servidores públicos, algunas especies trascendieron en los pasillos de Palacio. La versión oficial, que dio a conocer don Chema, es que se abordó el tema del Impuesto Sobre Nóminas, los rezagos en aplicación de recursos y avances de obras. Sin embargo, nuestros subagentes vestidos de libreros nos informan que el motivo fue otro muy distinto y harto peliagudo. Dicen que con todo el lío de la megadeuda, los pagos a proveedores de servicios “fantasmas”, los nuevos créditos que piensan solicitar, la caída en el precio del petróleo y el alza en el costo del dólar, las cálculos para 2015 no están cuadrando como se esperaba y es por eso que ahora ya se está buscando la manera de aplicarle parches y recortes al presupuesto de egresos del estado. Habrá qué ver qué tan grave es el asunto. Por lo pronto, cuentan que el zar financiero estatal salió muy serio de la oficina del pastor de los legisladores, en donde no duró mucho, y se negó a hablar con la prensa de temas “nimios” como el robo de documentos que, en teoría, avalan el destino de la megadeuda. Dijo que ya no podía hablar de ese asunto y que, además, “todo estaba ya aclarado”, tan fácil que sería decir a dónde se fue el dinero.
