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Verdades y rumores

EL AGENTE 007

La cosa está que arde en el PAN de Coahuila con miras a la “rebatinga” -perdón, consulta interna- que se llevará a cabo el domingo próximo en la Perla de la Laguna para elegir a dos suspirantes plurinominales a una hamaca con bono en San Lázaro. El lunes pasado los representantes del “grupo independiente” del PAN, encabezado por los exalcaldes de Torreón, José Ángel Pérez, y de Saltillo, Rosendo Villarreal, así como por los alcaldes de Saltillo, Isidro López; de Monclova, Gerardo García, y de Nadadores, Ismael Aguirre, realizaron una repentina reunión en Torreón, en la que también estuvieron presentes el regidor Ignacio Corona, el exrregidor Rodolfo Walss y el exdiputado federal Jesús Ramírez Rangel.

Aunque el objetivo expreso fue manifestar el apoyo a sus precandidatos Dora Alicia Martínez Valero y Eduardo García, el verdadero motivo fue mostrar un poco de músculo para contrarrestar la influencia que tienen los dueños del partido, o sea, el diputado Guillermo Anaya y el senador Luis Fernando Salazar. Estos últimos hicieron sus amarres para impulsar como precandidatos a César Flores y Karla Osuna, quienes, según dicen los anayistas y salarzaristas, también tienen el apoyo de los panistas de la región norte y carbonífera. Nuestros subagentes vestidos de cachucha azul nos informan que ya se están preparando las “travesuras” de parte de los diferentes grupos para impulsar a sus respectivos candidatos. Dicen que ya empezaron las ofertas por los votos de los militantes y que los operadores de los precandidatos ya asomaron la cabeza para ayudarles en la promoción y difusión de su plataforma, claro con el consabido cobro, ya que nada es gratis en esta ingrata vida. Se espera que altos directivos del CEN del PAN asistan al cónclave, mas no se sabe si es con el fin de certificar la autenticidad de los resultados o de verificar que se cumpla la “línea” del centro. En fin, no le cambie de canal porque seguro esto se va a poner bueno.

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Dicen por ahí que no hay fecha que no llegue ni plazo que no se cumpla, y esto viene a colación por las versiones públicas de las declaraciones patrimoniales de los funcionarios estatales y municipales de Coahuila, que la Secretaría de Fiscalización, comandada por Jorge Verástegui, puso a disposición del respetable en Internet el lunes pasado. Pero lo que se esperaba que fuera un tremendo petardo quedó apenas en una palomita, ya que los formatos publicados sólo consignan la relación de bienes muebles e inmuebles, pero sin costos ni especificaciones. Así que de muy poco sirve saber, por ejemplo, que el gobernador Rubén Moreira sea dueño de tres casas, tres terrenos y dos propiedades rurales o que el alcalde Miguel Riquelme tenga dos viviendas y un terreno, si no se sabe cuánto les costaron y cuáles son sus dimensiones. Los críticos y criticones, que nunca faltan, ya comenzaron a arrojar sus dardos emponzoñados en forma de cuchicheos que van en el sentido de que si los valores de las propiedades no se dan a conocer es para que los agudos espectadores de la cosa pública no echen cuentas y luego deduzcan que los sueldos que perciben nuestras H. Autoridades, por buenos que sean, no les alcanzan para convertirse en cuasi potentados terratenientes. Pero dicen los que saben que el problema está en la Ley de Transparencia aprobada por el Congreso estatal, que no les exige publicar más que la información que se acaba de dar a conocer, por lo que todo parece quedar en una bonita simulación. No obstante, con todo, lo que se publicó es más de lo que en el vecino estado de Durango el gobernador Jorge Herrera y su gente están dispuestos a dar a conocer, porque allá aún no hay ley que les exija transparentar las comodidades con las que viven. O sea que si de este lado estamos en la Edad Media de la transparencia, allá no han salido de la Prehistoria.

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A los que no les quedó de otra que reconocer su error fue al alcalde Miguel Riquelme y el jefazo de la Policía Municipal, Adelaido Flores, en el espeluznante caso del asesinato perpetrado al interior del Hospital Universitario el fin de semana. Y es que, como sabe usted, enterado lector, cual si fuera Juan por su casa, el sábado pasado ingresó un sicario al nosocomio para rematar a un hombre y pudo salir como si nada, dejando al personal y a los pacientes aterrorizados. Este hecho fue minimizado primero por las autoridades locales bajo el clásico argumento de que se trató de “un ajuste de cuentas” y, en consecuencia, consideraron que no era necesario reforzar la vigilancia en las instituciones médicas que atienden a los heridos de bala que, a pesar del discurso oficial de que La Laguna es un edén en materia de seguridad, se siguen presentando con frecuencia. Pero luego del reclamo de los directivos del hospital, don Miguel y el teniente Flores tuvieron que admitir que el protocolo acordado el año pasado para este tipo de casos falló y que siempre sí es necesario aumentar la vigilancia. Pero quien ni pío ha dicho es el gobierno estatal, en donde, según nuestros subagentes disfrazados de fornituras, estuvo el problema. Y es que el protocolo indica que al ingresar un hombre herido de bala a cualquier nosocomio, el agente del Ministerio Público que toma conocimiento debe solicitar de inmediato custodia. Pero dicen que al agente investigador Basilio Amezcua “se le olvidó” solicitar la vigilancia. Aunque por este menudo olvido merecería un castigo mayor, los subagentes comentan que cuando mucho le tocará una severa regañada y, tal vez, sólo tal vez, un traslado a la oficina de asuntos sin importancia. Qué a gusto.

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Está circulando por el ciberespacio, cortesía de los panistas que están al acecho de las pifias de los funcionarios municipales de Torreón, un video en el que se muestra al director del Rastro Municipal, Vladimiro Fuentes, en una áspera discusión con introductores de ganado que se quejan del trato preferencial que reciben otras personas a la hora de la matanza de animales. Lo que llama la atención del video de marras es la forma en la que don Vladimiro ejerce su “autoridad” y vocifera que, aunque sabe que está en un error, por sus pistolas no va a matar las reses, a pesar de que llevan ya varios días en los corrales del Rastro, y que lo hará cuando a él se le antoje. Incluso, haciendo gala de cualquier cantidad de improperios, reta a los quejosos a que muevan lo que tengan que mover para que lo corran si no están de acuerdo con su decisión, pero que ahí el que manda es él (a ver qué dice el alcalde Riquelme al respecto). Este hecho fue utilizado por los blanquiazules para mostrar una “prueba más” de cómo se manejan los directores del ayuntamiento que preside don Miguel. Pero más allá de esto, lo cierto es que este tipo de actitudes no resultan extrañas entre quienes se sienten con un poco de poder en los gobiernos de estas tierras olvidadas de la mano del Señor. Pero, por otra parte, también es cierto que los panistas no desaprovechan la ocasión para arrojar sus dardos contra la administración municipal priista, menos si se está en época electoral.

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Y ya que hablamos de elecciones, quien parece estar en plena campaña es el secretario de Educación del Estado de Durango, Héctor Vela Valenzuela. Resulta que el zar de la educación inició una curiosa e intensa gira por La Laguna cuando en meses anteriores apenas si se acordaba de que Gómez Palacio y Lerdo también son parte de la provincia. Este súbito y peculiar interés que ha demostrado por las condiciones en que se encuentran las escuelas de nivel básico, sobre todo en Gómez Palacio y Lerdo, lo ha llevado a recorrer planteles que otrora incluso ni siquiera sabía dónde estaban, además de que ha intensificado sus recorridos para entregar apoyos y obras. Apenas el día de ayer estuvo en el jardín de niños María Montessori del ejido San Sebastián, donde encabezó la entrega de un domo para los alumnos de ese plantel, en el cual supuestamente se han invertido más de un millón de pesos. Pero nuestros subagentes disfrazados de plumas y cuadernos nos informan que toda esta bondad y presteza tiene como único y oculto fin la promoción de su imagen para convertirse en el ungido para suceder a Esteban Villegas en la alcaldía de la capital de los alacranes de dos y ocho patas. Dicen que don Héctor cuenta con el apoyo del gobernador Herrera y que, por lo tanto, toda la estructura del gobierno está enfocada a promover su imagen, primero como ensayo en la Comarca Lagunera para luego para iniciar el asalto por el municipio de Durango.

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