Todo apunta a que la campaña del suspirante a diputado federal del Priver por el distrito 06, José Refugio Sandoval, no se esparce como él quisiera entre las bases priistas ni con las nuevas luminarias led del alumbrado público. Nuestros subagentes disfrazados de artículos esotéricos nos comentan que el sábado pasado, alrededor del mediodía, el candidato hizo un recorrido por los tradicionales mercados Juárez y Alianza para platicar con los locatarios y marchantes y prometerles el cielo, la luna y las estrellas. Y para hacer montón, dicen que don “Cuquis” iba acompañado de una no muy grande comitiva de jóvenes ataviados con playeras del tricolor y de un fuerte sonido para aparentar un gran argüende.
Pero lo más intrigante de todo es quien encabezaba la comitiva. Se trata de nada más y nada menos que del regidor Mario Cepeda Ramírez, conocido líder de colonias y gran trapecista de todas las nóminas. Este hecho puso a meditar a los malpensados quienes concluyeron que como la campaña de Sandoval está tan apartada de las tradicionales huestes tricolores que dan el voto duro, y los polémicos vales, tarjetas y paquetes electorales que reparte el Verde no han sido suficientes, el equipo ha tenido que echar mano de los viejos pastores de la clientela, con todo y el prestigio dudoso que se cargan por las mañas y travesuras a las que son aficionados. O, tal vez, precisamente por esto han sido requeridos. Como se sabe, el profe y su hijo, Mario Cepeda Villarreal, han controlado por años amplios sectores priistas, sobre todo al oriente de Torreón, control que han aceitado muy bien con apoyos de los programas sociales de los gobiernos estatal y municipal. No es gratuito que Mario Jr. sobreviva en la nómina como director de Desarrollo Social, en donde tiene acceso libre al aceite que sirve a la maquinaria tricolor para moverse en los procesos electorales. La gran pregunta es: ¿con qué premiarán ahora al clan Cepeda en caso de que Sandoval dé el “campanazo”?
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Quien aprovechó la extraordinaria gala operística que el fin de semana brindó el reconocido tenor mexicano Javier Camarena, de la mano de la Camerata de Coahuila, fue el suspirante del PAN por el distrito 06, Jorge Zermeño. Nuestros subagentes vestidos de copas de champaña nos reportan que el exembajador entró al Teatro Isauro Martínez junto con uno de los grandes empresarios de La Laguna y, además, aprovechó el coctel que se ofreció a los distinguidos asistentes para placearse y saludar a medio mundo en un claro ejercicio de presencia entre las élites comarcanas. Y es que, según cuentan, don Jorge está necesitado de fortalecer su candidatura más allá de la estructura del PAN estatal y local que controla el clan Anaya-Salazar, sobre todo por aquello de que le quieran hacer una travesura el día de la elección, con todo y que tanto el diputado federal como el senador han hecho “algunas” manifestaciones públicas de apoyo a Zermeño, aunque ya sabemos que en esto de la política las apariencias engañan. Pero, dicen, quien de plano no se piensa subir al tren, ni para aparentar la famosa unidad, es el diputado local Jesús de León Tello, quien considera que no ganó la elección de la alcaldía en 2013 por culpa del ahora candidato a legislador, por haber dejado crecer la contracampaña de los espectaculares en apoyo a Zermeño durante la contienda que le restaron varios votos a don Chuy, ya se sabe, siempre hay alguien a quien echarle la culpa.
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Nuestros subagentes disfrazados de cascos de futbol americano nos cuentan que la Sesión Solemne del Congreso del Estado que se desarrolló en las instalaciones del Instituto Tecnológico de la Laguna para festejar su 50 aniversario tuvo más bien tintes de ser un acto de arropamiento para el alcalde Miguel Riquelme. Dicen que don Miguel se sintió a sus anchas en su alma mater en donde evocó sus tiempos mozos y porriles cuando encabezaba la toma de camiones que se llevaban a cabo en el día del estudiante, como él mismo reconoció en una entrevista cuando andaba en campaña. A la sesión acudieron los exalcaldes de Torreón Salvador Jalife, Salomón Juan Marcos, José Ángel Pérez y Guillermo Anaya, quien aprovechó la ocasión para lanzar varios dardos envenenados contra el exgobernador Humberto Moreira por el tema de la seguridad, pero se cuidó de salpicar con sus declaraciones a Rubén Moreira (no vaya a ser que le saque el expediente que, dicen, el PRI le tiene guardado). Pero quienes brillaron por su ausencia fueron los exmunícipes Jorge Zermeño y Eduardo Olmos, representante plenipotenciario y becario en la capirucha del esmog. Los que sí desfilaron fueron todos los regidores del Cabildo, los integrantes de la XL Legislatura y varios empresarios. Y aunque el acto fue organizado por el Congreso del Estado, el motivador principal fue don Miguel, quien en agradecimiento por la deferencia y atención recibida, ofreció un banquetazo con cabrería y toda la cosa a los legisladores en el cuarto piso del Invernadero Mayor. Aprovechando el viaje, luego de la comilona, la bancada tricolor se fue a la sede municipal del PRI a brindarle su apoyo a la candidata a diputada federal del distrito 05, Flor Rentería. No cabe duda que en estos aciagos días lo electoral marca la agenda de todos los H. Funcionarios y Representantes Populares de la entidad.
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Como en los tiempos previos a la fuerte ola de violencia que azotó a la Comarca Lagunera entre 2009 y 2013, el divorcio entre la realidad y la percepción ciudadana por una parte y el discurso oficial por el otro es evidente en estos días. Y es que mientras las autoridades de los tres niveles de gobierno se empeñan a sostener la postura de “tranquilos que no pasa nada”, entre los ciudadanos hay una fuerte sensación de zozobra por inquietantes hechos que se han estado presentando en la región. Además de los secuestros que en esta columna se han consignado, nos llega el reporte de que el fin de semana ocurrió un asalto a mano armada en el estacionamiento de un conocido centro comercial ubicado en la autopista a San Pedro a la altura de la carretera La Unión-La Partida. El conductor de un vehículo fue despojado con tiros de por medio -que afortunadamente no hirieron a nadie- cuando acudía con su familia a hacer las compras. Esta situación se ha venido registrando en otros establecimientos similares, no sólo de Torreón, sino también de Gómez Palacio, en donde la Iniciativa Privada ya encendió las alarmas por versiones de asaltos continuos a establecimientos ubicados en el corredor comercial del bulevar Miguel Alemán, que apenas está renaciendo. Para acabarla de amolar, cuando se reporta este tipo de actos delictivos los policías tardan harto en llegar y rara vez encuentran a los responsables, si es que alguna vez los buscan. Los críticos y criticones comentan entre sí que sería bueno que el mismo empeño que las autoridades ponen en lanzar sus panegíricos a la paz que según ellos existe en La Laguna lo pusieran para atrapar a los malandros que están causando temor entre el sufrido pueblo, la percepción y la realidad serían distintas.
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Y ya que hablamos de cuestiones de seguridad, dicen que el gobierno de Coahuila ya encontró su carta de cambio perfecta para presionar a la Comisión Estatal de Derechos Humanos que encabeza Xavier Díez Urdanivia, quien ha andando muy activo en los últimos meses exhibiendo las travesuras y pasadas de mano de los policía estatales, sobre todo de los famosos gates. Esa carta tiene que ver con la reciente detención de un empleado de la comisión que fue detenido en Acuña por las fuerzas del orden de la entidad en extrañas circunstancias. Al trabajador, que tenía laborando cerca de seis meses en el organismo autónomo, se le acusa de transportar varios paquetitos de marihuana con la intención de cruzarlos al otro lado del río Bravo. Ni tardos ni perezosos, los diligentes funcionarios del gobierno provincial aprovecharon la ocasión para solicitar una depuración total de la mentada comisión para evitar que este tipo de situaciones embarazosas se vuelvan a presentar. Y no es que esté mal que quienes anden en malos pasos sean llevados ante la justicia, por el contrario. Lo que resulta extraño a la mirada de buena parte del respetable es que cuando se trata de agentes de seguridad del Estado que han sido sorprendidos con las manos en la masa, el gobierno provincial no exija que la corporación involucrada sea también depurada. Dicen por ahí que hay quienes gustan de ver la paja en el ojo ajeno y no la viga en el propio.
