EDITORIAL Caricatura editorial columnas editorial

Verdades y rumores

EL AGENTE 007

Una vez pasado el día D del proceso electoral, comienzan a surgir algunas lecturas interesantes más allá del evidente carro completo que se llevó el PRI en Coahuila y Durango. En la primera provincia, el nivel de participación ciudadana fue prácticamente el mismo, pero hay diferencias importantes en la votación por partidos. Si se comparan los datos de esta elección con la de 2009, que también fue huérfana, encontramos que el tricolor, como partido, tuvo una caída considerable en su preferencia de unos 15 puntos porcentuales. Este hecho puede tener varias explicaciones, una de ellas apunta a que hace seis años, en tiempos del Profe Moreira, corría a raudales el dinero para engrasar la maquinaria gracias a la deuda, que aún no se había convertido en el gran escándalo, y a los abundantes y opacos programas clientelares. Hoy, como se ha visto, el gobierno provincial tiene menos lana precisamente por la herencia negra del sexenio anterior.

Otra causa puede ser el aumento del descontento ciudadano e incluso dentro del propio PRI, en donde no todos están de acuerdo con el moreirismo. En el caso del PAN, tuvo un incremento en su votación, aunque muy ligero, apenas tres puntos, por lo que no le alcanzó para ganar ninguno de los siete distritos. En donde la tendencia de la caída del tricolor y la subida del blanquiazul fue más notoria es en el distrito 06, de La Perla de La Laguna, donde Refugio Sandoval derrotó a Jorge Zermeño. Aquí el partido del gober sufrió una sangría de más de 20 puntos, mientras que su principal opositor repuntó poco más de siete por ciento, incluso quedando por encima del PRI en la votación de partidos. Pero, tal y como ocurrió hace dos años en la elección para ayuntamiento, fue la coalición, ahora con el Verde, la que le dio el triunfo a los priistas. Esto nos habla de un grado de “sofisticación” de la ingeniería electoral tricolor, que en este caso corrió por cuenta de la administración municipal torreonense, que le permite ganar contiendas en entornos complicados de escasez de aceite y descontento, aunque esa ingeniería claro está es patrocinada por el sangrado erario. Pero algunas voces hablan también del “factor naranja”, que en esta ocasión estuvo representado por Federico Sáenz, candidato de Movimiento Ciudadano, quien sacó más votos de los que le faltaron a Zermeño para ganar, cuando en 2009 ese partido, entonces llamado Convergencia, no alcanzó ni el uno por ciento de las preferencias. En conclusión, al tricolor le está costando cada vez más mantener sus niveles de votación en Torreón, pero su alianza con el Verde, partido que se niega y reniega a jugar limpio, el repunte insuficiente del PAN de Guillermo Anaya, ya acostumbrado a perder, y el factor naranja, le dan la fórmula para que siga resultando ganador.

***

Por el lado de Durango, la situación no es tan distinta, pero sí más holgada para el partido del gober Jorge Herrera, que también se llevó el famoso “carro completo”. Lo primero que salta a la vista es la escasa participación ciudadana, que es menor que la de Coahuila. En comparación con la elección de 2009, en la del domingo pasado salió un poco menos gente a votar, apenas 4 de cada 10 personas inscritas en la lista nominal. Pero en el Chiapas norteño el PRI también cayó, alrededor de siete por ciento, aunque no tanto como en Coahuila. El asunto es que, contrario a lo ocurrido en el estado vecino, el PAN también sufrió una merma en sus votos en el mismo grado que el PRI, por lo que ambos bajones se compensan en beneficio del tricolor. El dato más dramático en cuanto a participación ciudadana se refiere se dio en el distrito 02, de Gómez Palacio y Lerdo, en donde Rocío Rebollo se alzó con la victoria por un amplio margen. Si de por sí el número de votantes ya era el más bajo del estado en 2009, 42 por ciento, en 2015 cayó hasta 36 por ciento, convirtiendo a este distrito en el campeón del abstencionismo. Este hecho representa una mancha en la corona de la exalcaldesa. De cualquier forma, el descontento de la sociedad para con su clase política parecen no ser suficientes para causar mella al PRI, quien aprovecha sus recursos y la falta de pericia de la oposición para administrar sus logros incluso en un escenario de menos votos a favor, al igual que ocurre en el escenario nacional, en donde tricolores y verdes tendrán la mayoría en la Cámara de Diputados.

***

Ya entrados en gastos en el tema de la elección, nuestros subagentes disfrazados de matracas azules desvencijadas nos reportan que el grupo anayista y salazarista que controla el PAN de Coahuila terminaron por hacerle la travesura a Jorge Zermeño, quien salió el domingo por la noche a cantar su “triunfo” incluso antes que su propio contrincante, “Cuquis” Sandoval, quien fue el ganador de la cerrada contienda. Dicen que esto se debió a que algunas de las copias de las actas que llegaron a la sede municipal del PAN fueron duplicadas intencionalmente para hacerle creer a don Jorge que había ganado la elección. Fue por eso que muy confiado salió a decir que él había ganado y hasta festejó en medio de sus correligionarios y levantó los brazos en señal de victoria para la foto. Cuentan que las caras largas llegaron cuando se dio cuenta del “error” y fue por ello que el lunes nomás no se apareció para confirmar su supuesto triunfo, cuando ya el PREP le daba el gane a Sandoval. De ser cierta esta versión, el hecho representaría un doble golpe para el exembajador, uno de ellos con una pesada carga moral y anímica. En caso de que en el cómputo distrital se confirme el resultado del PREP, que es lo más probable, algunas voces maliciosas se adelantan a opinar que esta derrota significaría la tumba política de Zermeño, quien habiendo formado a una buena parte del panismo local, hoy sucumbe en cierta medida por las puñaladas que le propinaron sus ahijados. Lo cierto es que el hecho de que el también exalcalde de Torreón no haya salido victorioso deja la vía libre para que el diputado Guillermo Anaya siga alimentando sus aspiraciones a ser, otra vez, candidato a la gubernatura. A ver si lo dejan.

***

A los que parece no haberles afectado la paliza que le puso el PRI y su rémora Verde al PAN en Coahuila es al diputado federal Marcelo Torres y al senador Luis Fernando Salazar. Y es que ambos personajes brillaron por su ausencia en el festejo fallido del domingo en el comité municipal blanquiazul. Esto se debió a que los dos tuvieron otras tareas en lejanas latitudes asignadas por el CEN panista. Torres se fue a Baja California Sur a fungir como operador del candidato a gobernador Carlos Mendoza, mientras que Salazar estuvo en Querétaro para apoyar al aspirante Francisco Domínguez. En ambos casos, los candidatos panistas resultaron ganadores, lo cual suma puntos para los legisladores laguneros quienes seguramente van a colgarse parte de la medalla y buscarán que los jerarcas nacionales del PAN les coloquen sendas estrellitas, aunque la plaza de donde surgieron haya sido perdida. Pero lo interesante de este asunto es qué tanto don Marcelo y don Luis Fernando utilizarán los triunfos en los estados en donde operaron para construir su candidatura por la alcaldía de Torreón, porque se sabe que ambos suspiran -y fuerte- por conseguirla. Va a estar buena la puja.

***

Entre las numerosas cosas de las que el Instituto Nacional Electoral se desentendió durante la campaña, en las que se incluye la solicitud de retiro de registro del Verde, se encuentra el truculento caso de las “cuotas voluntarias” de los trabajadores del ayuntamiento de Torreón para alimentar las arcas del PRI y su organismo filial, la Fundación Colosio. Como se dio a conocer, el INE se declaró incapaz de resolver el entuerto y le aventó al Instituto Electoral y de Participación Ciudadana de Coahuila la papa caliente sobre las posibles sanciones a las que el gobierno de Miguel Riquelme se haría acreedor. En primera instancia, la reacción de los panistas promotores de la querella fue que esta decisión es absurda, ya que el organismo estatal ha dado sobradas muestras de responder a las órdenes emanadas del Palacio Rosa de la urbe de adobe. Pero lo más “curioso” de este asunto es que el IEPCC está viviendo sus últimos días, ya que será desintegrado para dar paso al Organismo Público Local Electoral, que será controlado desde la capirucha del esmog por el propio INE, con lo que la decisión podría retornar, como boomerang, a la institución que no quiso asumirla. Sin embargo, esto es en el mejor de los escenarios, porque hay algunas mentes maliciosas que creen que no resultaría extraño que en la transición de IEPCC a OPLE se “perdiera” el expediente y el caso quedara sin resolverse. Sí, agudo lector, tal y como ocurrió con la megadeuda.

Leer más de EDITORIAL

Escrito en:

Comentar esta noticia -

Noticias relacionadas

Siglo Plus

+ Más leídas de EDITORIAL

LECTURAS ANTERIORES

Fotografías más vistas

Videos más vistos semana

Clasificados

ID: 1122818

elsiglo.mx