Las aguas están por demás revueltas al interior del PRI Coahuila de cara a la renovación de la dirigencia nacional que se dará luego de las elecciones de Chiapas del 19 de julio. Pero también hay revolución por los suspiros cada vez más fuertes de varios personajes que se sueñan ya como el probable sucesor de la silla principal del Palacio Rosa, incluso algunos que quieren convertirse en el “Bronco” coahuilense. Esta agitación se ha traducido en un incremento considerable de la guerra de lodo, el espionaje (oh, sí, también en esta provincia) y los golpes bajos de los porristas de cada uno de los calefactos.
El ruido es tal que hasta se anda diciendo que las estructuras de comunicación de algunos ayuntamientos, como el de Piedras Negras que encabeza Fernando Purón, son usadas para monitorear la interacción de cuentas de usuarios priistas con las de algunos suspirantes, tal es el caso de la senadora Hilda Flores, quien es una de las que suena para la contienda interna -claro, en caso de haber contienda y no dedazo- y para su manejo de comunicación en Internet y en redes dicen que contrató a la misma empresa que está trabajando con la senadora Leticia Herrera, suspirante a la gubernatura de Durango. Y ante este alboroto del avispero, la que ha brillado por su ausencia es la flamante presidenta del comité estatal tricolor, Verónica Martínez, que aunque se dice que está en el puesto para encaminar al alcalde Miguel Riquelme hacia la candidatura, hasta ahora no ha decidido poner orden. Algunos avezados creen que el argüende de las bases y el mutis de doña Vero se debe en buena parte a la posibilidad de que el secretario de Agricultura, Enrique Martínez, sea el bueno para suplir a César Camacho en el cargo de Pastor Nacional del Rebaño Tricolor, fuerte rumor que, en caso de concretarse, pondría serias trabas al proyecto de sucesión del moreirismo, aunque algunos dicen que ese arroz ya se coció, tanto que hasta el inquilino del séptimo piso del edificio público más caro de Torreón dijo en reciente cena que a él nomás le queda un año en la alcaldía.
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A propósito de don Enrique, cuentan que el que se llevó tremenda regañada fue el alcalde del mágico pueblo de Cuatro Ciénegas, Miguel Guevara, por andarse tomando fotos con el secretario de Agricultura durante una visita que éste hizo a la región Centro. Los subagentes disfrazados de acarreadores cuentan que el regaño vino del mismísimo gober Rubén Moreira, quien le recordó a don Miguel que el que le entrega los apoyos de forma directa vía participaciones es él y no su rival interno, Martínez y Martínez. Tanto fue el susto de Guevara de verse privado de esos recursos que en la visita que luego hizo la senadora Hilda Flores tuvo la precaución ahora sí de no tomarse fotos con ella. No vaya a ser que la amenaza fuera a cumplirse. O sea que las cosas en el Palacio Rosa están de mírame y no me toques.
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Y en la trepidante carrera por la candidatura en Coahuila, algunos caballos han comenzado a apretar el paso para no quedarse atrás. Uno de ellos es el próximo curuleco plurinominal Javier Guerrero, a quien esta semana se le vio muy animado en Monclova visitando a Melba Farías, lideresa de la Unión de Comerciantes Ambulantes -es decir, los pulgueros-, quien cumplió años. Cuentan que para congraciarse con don Javier, cercano a Martínez y a Rosario Robles, secretaria de Desarollo Social, le organizó un buen grupo de porristas para que lo arroparan y le hicieran saber de qué lado masca la iguana por esos lares. Dicen que tanto fue el gusto que le provocó al diputado federal electo dicha recepción que le quedaron ganas de regresar a Monclova, en donde hoy va a tener una reunión a puerta cerrada con otros liderazgos priistas de esa región. El otro que está acelerando el trote es Noé Garza, secretario de Desarrollo Rural, de quien se dice que está haciendo todas las migas que puede con los productores agropecuarios de la provincia porque quiere aparecer como serio contendiente a pelear una candidatura. Pero ahí viene lo bueno. Cuentan que los productores que reciben apoyos de su oficina le están calentando la sangre para que busque la gubernatura, y que si no es por el PRI, pues que sea como independiente al estilo Jaime Rodríguez Calderón. Aunque, claro, al respecto don Noé hasta ahora no ha dicho esta boca es mía.
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Entre más se mueve el alcalde de Torreón en pos de la gubernatura, más “detalles” comienzan a surgir en su administración. Y obvio, nunca falta quien los quiera convertir en dardos emponzoñados. Entre los asuntos está el de la concesión de alumbrado público, respecto a la cual ha empezado a circular un correo en el que se deja ver la escasa experiencia que tiene la empresa supervisora del proyecto de reconversión tecnológica de las luminarias, pues en sus 25 años de existencia nunca había obtenido un contrato como el que tiene ahora, y que es pagado por la misma empresa a la que se supone debe vigilar, por increíble que parezca. Otro de los temas tiene que ver con la famosa “Marea Roja” sobre la cual los panistas han lanzado un anuncio -sí, anuncio publicitario- en redes sociales para poner en duda su función de limpieza y mejoramiento urbano. En el video aparece el mismísimo presidente del PAN en Torreón, Ignacio García, echando cuentas del barrido de calles y dejando ver que por donde quiera que se le mire la contratación de esas brigadas no se justifica. Un asunto más que surgió esta semana es el del mal uso que se sigue dando al parque vehicular del ayuntamiento. Resulta que está navegando el ciberespacio una foto de una camioneta con emblemas de la Dirección de Protección Civil afuera de una finca a donde supuestamente un funcionario -de quien no se dice el nombre- llevó comida para alimentar a los participantes en una bonita fiesta. O sea que en vez de atender emergencias, las unidades oficiales estarían siendo usadas como repartidoras de viandas. Tal parece que el castigo aplicado al titular de esa dirección, Alberto Porragas, por usar un vehículo para sus vacaciones de Semana Santa, de poco sirvió. Algo de orden en la administración no vendría mal.
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Mejor que los padrinos mágicos ha resultado el padrino del director del Hospital del ISSSTE de Torreón, Héctor Valdez, quien además de ser una persona con trato digamos poco amable hacia el personal y los pacientes, en la misma semana tuvo un escándalo por el presunto abuso sexual de una paciente de terapia intensiva por parte de un doctor que al parecer estaba en estado de ebriedad, y una manifestación por carencias en el nosocomio que, si bien, algunas requieren de muchos recursos, otras sólo de la voluntad del director para subsanarlas. Además, el día de la acusación el doctor nunca atendió las mil llamadas que le hicieron los asustados trabajadores que no sabían cómo reaccionar y tenía reportes de que el doctor acusado ya había llegado en estado de ebriedad en otras ocasiones. Y es que, según los subagentes disfrazados de jeringas, don Héctor unicamente trabaja de dos a tres horas diarias. Además dicen que la visita del presidente del Comité Nacional de Vigilancia del Sindicato del ISSSTE no sólo fue para atender el escabroso asunto del médico, sino para investigar el robo de varios miles de pesos en la farmacia que al parecer cometieron tres trabajadores, los cuales dicen que no actuaban tan a escondidas del director. Pero al doctor Valdez ya le dicen el “intocable”, pues a pesar de todas las irregularidades se mantiene en el puesto por el padrinote que dicen que tiene en el Senado de la República.
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A otros que les fue como en feria esta semana es a los dirigentes del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación de la Sección 35, quienes el pasado lunes tuvieron una reunión con la base magisterial que fue la afortunada para presentar el examen de permanencia, ese con el que, dicen, los van a empezar a despedir -si no aprueban, claro-. Cuentan los subagentes disfrazados de sacapuntas que los dirigentes los llamaron para explicarles cómo se tenían que registrar para presentar el examen, por lo que recibieron reclamos de la base magisterial que los acusó de ser empleados del Instituto Nacional de Evaluación Educativa en vez de sus representantes sindicales. Una maestra comenzó el reclamo y dijo que el SNTE ya no representaba sus intereses por lo que se uniría a las marchas anunciadas por el sindicato disidente, la CNTE, lo que fue tomado por los representantes de la Sección 35 como una ofensa y hasta la tacharon de “agitadora”. En ese mismo sentido esta semana Mexicanos Primero acusó al líder de la Coordinadora en Oaxaca, Rubén Núñez, por cobrar sin trabajar, es decir, lo mismo que hace Juan Díaz de la Torre, dirigente nacional del SNTE; Javier Cordero, líder de la Sección 35 del SNTE, y todos los demás burócratas de la cúpula sindical. Sin embargo, según los maestros la diferencia es que Díaz de la Torre, por aquello de no pasar el examen de permanencia, se jubiló y Cordero está en vías de hacerlo, mientras que los otros líderes también están moviendo sus influencias, no vaya a ser que también reprueben.
