Para los avezados espectadores de la cosa pública provincial la visita del senador con licencia Javier Corral a Coahuila el fin de semana pasado dejó en claro hacia dónde se inclina la cargada albiazul en el estado. Los actos realizados por el contrincante de Ricardo Anaya en la contienda por la dirigencia nacional del partido estuvieron marcados por la ausencia de personajes de la estructura que controla el diputado federal Guillermo Anaya y el senador Luis Fernando Salazar. En Monclova, incluso, don Javier se peleó con el alcalde Gerardo García quien, dicen los subagentes vestidos de matracas azules, advirtió a los empleados del ayuntamiento que si querían ir a aplaudir a Corral, pues que se apuntaran en el departamento de Recursos Humanos para “comer cortadillo”.
Una sutil forma de decirles que serían despedidos. Pero el senador no se quedó callado e “invitó” al edil a que no les coartara a sus trabajadores el derecho de manifestarse a favor de quien ellos quisieran. Y la bronca llegó hasta las redes sociales en donde, una vez más, los panistas demostraron sus aficiones a las reyertas internas. Durante la gira, el chihuahuense fue apoyado abiertamente sólo por tres exalcaldes: Jorge Zermeño, José Ángel Pérez y Ernesto Saro. No obstante, dicen que en Saltillo el alcalde Isidro López, si bien no asistió al acto público -no vaya a ser que lo regañen en la cúpula partidista-, se reunió en privado con Javier Corral y don Ernesto. Este gesto fue interpretado por algunos como parte de una doble jugada de don “Chilo”, quien aparenta ir hacia donde va la cargada, pero por debajo de la mesa anda haciendo apuestas en favor de otro caballo. Tal vez López compró el discurso del senador, quien dijo que es necesario llevar a cabo una “rebelión” dentro del PAN para acabar con la élite que controla al partido y todos los cargos públicos, un mensaje que seguramente hizo zumbar los oídos de Anaya, Salazar y compañía.
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Dicen las lenguas viperinas que Pablo Villalobos está desempeñando una doble función en el ayuntamiento de San Pedro. Como se sabe Villalobos es director de Servicios Públicos de la administración de Juan González desde mediados del año pasado. Pero su historia es un poco intrigante y exhibe su habilidad como trapecista de las nóminas. Resulta que el citado funcionario perteneció al grupo del exburbujo Raúl Sifuentes cuando éste era amo y señor de la política interna del estado en tiempos de Enrique Martínez. En esos años ocupó varios cargos dentro de la Policía Estatal y fue uno de los sobrevivientes al cambio de sexenio, ya que durante parte del gobierno del Profe Humberto Moreira fue director operativo de la corporación. Pero de pronto brincó al ámbito municipal, ya que con Eduardo Olmos fue nombrado director de Vialidad primero y director de Protección Civil después. Luego desapareció un poco de la escena pública para reaparecer con la llegada de Miguel Riquelme a la alcaldía, en busca de otro hueso en la administración municipal. Unos cuentan que como don Pablo no consiguió su cometido al ser ignorado olímpicamente por el jefazo torreonense, no le quedó de otra que emigrar a otro municipio de la Comarca Lagunera y que fue en San Pedro donde encontró cobijo. Pero las malas lenguas, siempre prestas a arrojar su veneno, cuentan que detrás de este aparente exilio hay una jugada de don Miguel y don Rubén con el fin de meter ojos y oídos en las administraciones municipales para vigilar que cumplan con la línea que apunta a la postulación del edil torreonense como candidato a la gubernatura. Y que para ello Villalobos sigue respondiendo a las órdenes de su antiguo jefe, Jorge Luis Morán, exoperador de seguridad de Sifuentes y ahora secretario del Ayuntamiento de La Perla de La Laguna. ¿Será?
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Sin decir ahí va el agua -por cierto, tan escasa hoy en día en la colonias-, el Simas de Torreón está sustituyendo todos los medidores de bronce por unos de plástico supuestamente para evitar los robos que según el discurso oficial ya no ocurren en esta bella ciudad. El problema es que varios ciudadanos se han visto sorprendidos por esta medida y han cuestionado a los encargados de aplicarla por qué lo hacen si ellos no lo han solicitado. La respuesta dejó con más dudas a los usuarios, ya que los trabajadores dicen que ellos no pertenecen al organismo municipal de aguas sino que fueron contratados por una compañía de razón social Ingeniería Ambiental y de Construcción Especializada SA de CV, que al parecer tiene su domicilio en Gómez Palacio y apenas cuenta con una experiencia de cuatro años, es decir, es de reciente creación. Para abonar a la intriga, según nuestros subagentes vestidos de tuberías rotas, los empleados no muestran ningún documento en donde se les autorice a realizar el cambio, pero ellos juran y perjuran que la empresa ganó una licitación para hacerlo. El asunto es que a quienes se han negado a que les cambien el medidor le mandan un empleado de Simas para hacerles manita de puerco. La amenaza es que si no lo permiten, se les va a cobrar una multa que les llegará con el próximo recibo. Los perplejos ciudadanos opinan que antes de hacerles llegar la sanción sería bueno que les hicieran llegar el agua potable, porque desde hace varias semanas sólo salen unas cuantas gotas de sus grifos. Con todo y ello, el emisario del Simas advierte que luego de la multa, si no la pagan, se les cortará el servicio, es decir, que los dejarán igual que como están ahora.
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Luego de la asombrosa fuga del siglo llevada a cabo por “El Chapo” Guzmán en el penal de Almoloya de Juárez, algunos gobiernos estatales trataron de esquivar las diatribas y burlas que a diestra y siniestra lanzó el respetable contra el sistema político mexicano. Uno de ellos fue el gobierno de Coahuila que curiosamente anda muy activo en estos días deteniendo a vendedores de droga y otros “peligrosos” delincuentes, y presumiéndolos como si fueran las grandes capturas. Entre las medallas que se cuelga figura la detención de una funcionaria del Registro Civil de Viesca que presuntamente emitió un acta de nacimiento falsa a favor de Vicente Carrillo Fuentes, alias “El Viceroy”, jefe del Cártel de Juárez, que fue aprehendido el año pasado mientras recorría muy campante las calles de Torreón. Pero en el caso hay varios puntos que no dejan muy bien parado al gobierno provincial. La detenida, de nombre Graciela Aguilera, fue nombrada oficial del Registro Civil en el ejido La Ventana del mágico pueblo de Viesca en septiembre de 2006 por el mismísimo Humberto Moreira, sin cumplir los requisitos para serlo. Dicen los que saben que este fue uno de los típicos nombramientos del Profe de la Deuda para comprar voluntades en La Laguna. Y a pesar de que estos funcionarios deben ser sometidos a revisión constantemente, en 8 años ninguna autoridad tuvo el cuidado de hacerlo. No fue sino hasta unos días después de la captura del capo cuando se les ocurrió hacer una auditoría, y en ella detectaron que la hoy investigada había cometido dos fallas: una en un acta de defunción y la otra en una de nacimiento. Esta última fue emitida a nombre de un tal Jorge Sánchez Mejía, pero para que fuera usada por otra persona para obtener apoyos de Sedesol. Pero resulta que, según las autoridades, fue la que terminó usando “El Viceroy”. Pero no sólo eso. Las autoridades provinciales se brincaron todos los protocolos, que indican que se le debe aplicar una sanción administrativa que podría llevarla a la destitución, en caso de que la encuentren culpable. Pero nunca concluyó el procedimiento administrativo y la Procuraduría de Justicia se fue contra ella sin saber si era cierto lo que se suponía. El detalle es que la funcionaria ya fue liberada, ya que la falta es administrativa y no penal. Así las cosas, todo indica que las autoridades estatales quisieron mandar el mensaje de que mientras en el centro del país se escapan delincuentes, aquí los detienen, aunque más parezcan “chivos expiatorios” que verdaderos criminales.
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Al parecer nadie respetó el acuerdo al que se había llegado luego de la regañada del pastor nacional del PRI, César Camacho, quien no quiere ya que ninguno de los aspirantes a la gubernatura de Durango se ande moviendo antes de tiempo. Con la reciente entrega de arbolitos por parte del alcalde de la capital de los alacranes, Esteban Villegas, quien vino hasta La Laguna para entregarlos personalmente, y la visita que hizo la senadora Leticia Herrera al olvidado pueblo de Pino Suárez cerca de la capital donde entregó ropa y comida a los habitantes de este lugar que no cuenta con servicio médico y donde ella, muy espléndida, entregará próximamente un vehículo para traslados, quedó claro que ninguno de los dos piensa dar marcha atrás en sus suspiros por la gubernatura de Durango. La respuesta de doña Lety ha sido al más puro estilo de la Ley del Talión, ya que como don Esteban se anda metiendo en su “espacio vital”, pues ella va y se mete al de él para hacer presencia, que es como le llaman al proselitismo. Así que lo dicho por el exalcalde de Gómez Palacio, Octaviano Rendón, alfil de los Herrera Ale, de que “santo que no es visto no es adorado”, pues bien aplica también para su patrona. Tal vez ambos suspirantes le apuestan a que “el César” del priismo nacional ya está próximo a dejar el cargo, por lo que ya pocos le hacen caso. A ver cómo les va con el que viene, y que suena cada vez más fuerte que será el coahuilense Enrique Martínez y Martínez. Veremos.
