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Verdades y rumores

EL AGENTE 007

Dicen que hay alegría en el Palacio Rosa de Saltillo con las noticias sobre la renovación de la dirigencia nacional priista, o al menos eso es lo que quieren hacer ver. Como usted ya sabe, enterado lector, al más puro estilo de los viejos tiempos, todo parece estar más que planchado para que el relevo en la presidencia del PRI se dé a través de la consabida “candidatura de unidad”, que es como los tricolores le llaman al dedazo. El diputado federal Manlio Fabio Beltrones, quien sólo espera los famosos “tiempos del partido”, será el próximo Gran Pastor del rebaño priista, aunque dicen que él aspiraba a convertirse en parte del gabinete del preciso Enrique Peña. Como ya la habían adelantado nuestros subagentes, el sonorense tenía dos opciones: aspirar a ser el Tlatoani de la República en 2018, para lo cual necesitaba ser nombrado secretario de Gobernación, en lugar del hidalguense Miguel Ángel Osorio -que tiene sus bonos muy abajo por la insólita fuga del “Chapo”-, o aspirar a ser el líder nacional del tricolor, sí con enorme poder, control e influencia, pero sin la posibilidad ya de suspirar por la grande.

En caso de que se hubiera concretado lo primero, quien se perfilaba como sucesor de César Camacho era el coahuilense Enrique Martínez, secretario de Agricultura, acérrimo rival de los Moreira en la entidad. Pero, como versa el dicho, del plato a la boca se cae la sopa, y dicen que esto tiene muy contenta a la gente del gober de esta provincia y a don Rubén mismo, ya que disminuirán los obstáculos para lanzar al alcalde de Torreón, Miguel Riquelme, en pos de la gubernatura en 2017. Pero es de todos sabido que la relación de Moreira con Beltrones no es muy estrecha que digamos. Por eso, desde el inicio de esta semana, el mandamás provincial comenzó a lanzar flores al virtual presidente nacional del PRI y a agradecerle por todo su esfuerzo en la Cámara de Diputados para repartir recursos a los estados, y en específico a Coahuila. Incluso, el mismo jueves que se dio a conocer que don Manlio era el “bueno”, el gober se reunió con él para “gestionar” más recursos para el estado, que fue lo que comunicó de forma oficial, aunque se sabe que en la reunión se abordaron temas sobre la grilla provincial y los amarres para la sucesión en la gubernatura. Cabe hacer mención que quien queda bien parado con la llegada de Beltrones al PRI nacional es el coahuilense Alejandro la “Coneja” Gutiérrez, jefe de asesores del aún diputado. Así que, según las malas lenguas, no todo está escrito todavía y la felicidad en el Palacio Rosa pudiera ser pasajera.

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A propósito de la grilla estatal, cuentan los subagentes disfrazados de tazas de café que la lucha por el posicionamiento en la provincia está a todo lo que da. Como ya se había comentado, los viajes de don Miguel, supuesto delfín del gober, al centro y norte de Coahuila han aumentado su frecuencia con el fin de sumar voluntades -y recursos- entre el empresariado de dichas regiones con miras a su campaña hacia la gubernatura. Pues resulta que su virtual contendiente interno, el diputado federal electo Javier Guerrero, está haciendo lo propio para no quedarse atrás. Prueba de ello es que esta semana anduvo en Monclova en franca actitud de promoción, visitando medios de comunicación y dialogando con grupos empresariales. Todo indica que el hecho de que a su expatrón Enrique Martínez se le haya cebado ser el jefe del priismo nacional, con todo y las veladoras que don Javier tenía encendidas, no le han causado mella y él continuará haciendo su luchita por ser el ungido en la carrera por la gubernatura, con la esperanza de que cualquier cosa puede pasar en los meses que faltan para que se lance la convocatoria.

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En medio de las deudas que tiene pendientes el gobierno provincial, como los milloncillos que le debe al Hospital Universitario junto con el ayuntamiento de la Perla de La Laguna, nos llegan inquietantes reportes sobre la falta de liquidez en la administración. Nuestros subagentes cuentan que recientemente se realizó una inspección por parte de Protección Civil al edificio Coahuila, ubicado en el Periférico, con la finalidad de revisar cómo se encuentra en cuanto a la seguridad física del inmueble, y que los resultados fueron poco alentadores. Los inspectores encontraron varias fallas que deben ser corregidas cuanto antes para evitar que en caso de algún siniestro las consecuencias sean mayores. Hasta aquí todo bien. El problema es que a la hora de solicitar el recurso para arreglar el edificio público estatal, en la Urbe de Adobe informaron que no había dinero y que le hicieran como pudieran. Y lo único que se les ocurrió a los encargados de administrar el inmueble fue pasar la charola entre los trabajadores para hacer la coperacha, de tal suerte que cada área tendrá que pagar los ajustes a realizar, lo cual provocó el azoro entre los empleados que están comenzando a darse cuenta de la difícil situación que atraviesan las finanzas de la provincia, cosa que de sobra conocen y padecen los ciudadanos de a pie. Esta historia bien pudiera llamarse “Cuando el destino nos alcanza también en la burocracia”.

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¿Dónde andan el “Bacheador” y su amigo el Chapopote?, se preguntan en varios rincones del estado, incluyendo La Laguna. Y es que, como recordará usted, el gobierno provincial lanzó con bombo y platillo hace varios meses su estrategia para combatir los cráteres que abundan en el pavimento de las ciudades coahuilenses. Y la pregunta surge debido al creciente deterioro de las calles a causa de las atípicas lluvias que han golpeado a la entidad este año, aunado a los malos trabajos que realizan organismos operadores de agua que rompen el pavimento y rara vez vuelven a tapar sus zanjas. También se echa de menos el programa “Cero Baches” que inició el ayuntamiento de Torreón el año pasado y con el cual se pretendía atender la emergencia de unas vías que piden a gritos un poquito de asfalto. Por ahora sólo se observa la maquinaria de la Junta de Mejoras Materiales tapando algunos hoyancos y arreglando algunas calles. Pero lo que llama la atención es que la dependencia que encabeza Juan Antonio Navarro está aplicando recarpeteo completo en vías que no lo necesitaban, o al menos, no tanto como otras. Tal es el caso del Paseo de la Rosita, en donde tardaron meses en colocar el nuevo asfalto, cuando hay bulevares de mayor tránsito vehicular, como el Independencia, que desde hace años no se les ha dado ni siquiera una manita de gato. Aunque se desconocen los criterios que siguen los funcionarios a la hora de decidir a qué obra darle prioridad, las malas lenguas dicen que todo depende de qué persona influyente viva en las vías candidatas a ser reparadas.

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Reportan nuestros subagentes disfrazados de paquetes de útiles escolares, de esos baratitos que regidores priistas y panistas andan repartiendo entre sus seguidores, que dentro de pocas semanas al interior del PAN Municipal las cosas se pondrán “color de hormiga”. Y esto se debe a que se están calentando los ánimos con el proceso interno para elegir al nuevo mandamás del comité que tiene su sede en el edificio ubicado en la calle Comonfort. Comentan los espectadores de la arena blanquiazul que nomás no hay a cuál irle ya que de quien más se esperaba tronó como ejote y organizó reuniones en las que a lo mucho acudieron cinco personas. Claro, nos referimos a Sergio Lara, coordinador de la bancada panista en el Cabildo, que en algún momento sonó fuerte para ser el sucesor de Ignacio García y hasta ya se veía sentado en la silla. Ahora dicen que las baterías están enfocadas hacia la regidora presidenta de la Comisión de Arte Cultura y Educación, Verónica Soto, que ya se prepara para inscribirse dentro de los tiempos que marca la convocatoria. Pero ya está organizando diversas reuniones y, según cuentan, con buenos resultados, por lo que le está echando cálculos para cumplir los requisitos e inscribirse para la contienda y que, como empresaria, dicen que le puede invertir de su bolsa para costearse una buena campaña.

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El jefazo de Gómez Palacio, José Miguel Campillo, se tomó unas “merecidísimas” vacaciones que lo han mantenido alejado de la ciudad desde hace días, una situación que no ha pasado desapercibida para sus principales detractores, quienes aseguran que mientras la ciudad “se cae a pedazos”, el munícipe goza de sus días de descanso haciendo “shopping” en el vecino país del norte. Esto ocurre en momentos en que los ciudadanos exigen de distintas y peculiares formas -con cubetazos de aguas negras y anuncios espectaculares, por ejemplo- que se atiendan las fallas en los sistemas de drenaje; los comerciantes vuelven a insistir en la necesidad de que se refuerce la seguridad, y los gomezpalatinos en general imploran por que por fin se repare el pavimento de las calles. Eso sí, faltan pocos días para que don Pepe rinda su segundo informe, en el cual seguramente volverán a presumirse los esfuerzos por mejorar la imagen urbana, los recursos aplicados en la Expoferia -provenientes del Estado- y el número de escuelas y colonias visitadas por las cuadrillas de limpieza en las campañas de Escuela y Gómez con Ganas. Pero cuchichean los maldicientes que no habrá más que decir sobre las obras realizadas, pues no hay avances en el tema del inicio de la construcción del Hospital General -con recurso federal-, como tampoco en los programas de repavimentación de los que se lleva meses diciendo que están por iniciar y nomás no terminan de arrancar.

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