Todo parece indicar que la Máxima Casa de Grillos, mejor conocida como Universidad Autónoma de Coahuila, anda muy cortita en gastos. En los últimos días nuestros subagentes disfrazados de “barcos” nos han informado de dos hechos que motivan a pensar que algo no anda del todo bien. Uno de ellos tiene que ver con la carrera atlética que realizó la UAdeC en Torreón con motivo de la Independencia de México y el aniversario 108 de la Perla de La Laguna. Dicen que a varios corredores ya les andaba porque a lo largo de los 5 y 10 kilómetros del trayecto los organizadores no les dieron líquidos para hidratarse por lo que se las vieron negras para llegar a la meta.Pero el otro hecho es más intrigante. Resulta que, según los subagentes, el jefazo de la ciudad, Miguel Riquelme, hará un donativo para que la Universidad pueda construir una barda perimetral en la Ciudad Universitaria.
Hasta ahora no se sabe a cuenta de qué exactamente viene tanta generosidad, aunque algunos malpensados creen que forma parte de los acuerdos que existen para que desde la máxima casa de estudios coahuilense se impulse la candidatura a la gubernatura de don Miguel. Lo que llama la atención de propios y extraños en este hecho es que la UAdeC goza de un presupuesto anual mucho mayor que el que tiene el ayuntamiento de Torreón, siempre tan necesitado de obras e inversiones. Los maldicientes dicen que entre el munícipe y la universidad existe un romance político que no se sabe hasta dónde llegará... o tal vez sí: hasta la puerta del Palacio Rosa de Saltillo.
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Dicen nuestros subagentes vestidos de pastura de importación, de esa que le dan a los caballos pura sangre, que la celebración de la tradicional cabalgata 2015 del sábado pasado en el municipio de Sabinas congregó a varios de los suspirantes a la silla del Palacio Rosa y que se convirtió en una especie de medición de fuerzas. Mientras hubo contingentes muy desangelados como el del propio anfitrión, el alcalde de Sabinas, Lenin Flores, otros no escatimaron en recursos para incluso parecer ellos los anfitriones. Uno de ellos fue el puntero de la cabalgata, pero de la política sucesoria, Miguel Riquelme, quien apareció flanqueado por su fiel escudero el primer regidor Miguel Mery, gran aficionado a la monta. El despliegue de recursos del contingente torreonense llama poderosamente la atención y hace que algunos escépticos se pregunten ¿de dónde sale tanta pompa y boato? El que también hizo acto de presencia fue el ahora llamado “Bronco de Coahuila”, Noé Garza, quien aunque ya está fuera de la nómina estatal, no perdió oportunidad para presentarse en la pasarela y saludar a los asistentes. Desde luego no podía faltar el delegado de la Secretaría de Economía en Nuevo León, Enrique Martínez Jr., quien ataviado con llamativas botas de piel y lujoso sombrero, se le pegó a don Noé para no quedarse solo en el paseo y de paso también saludar al respetable. Total que tal parece que ahora la moda es ser aficionado al mundo ecuestre y hacer uso de todos los recursos posibles para hacerse notar y demostrar cuánto quieren la gubernatura. No dude usted que los calefactos hasta estarían dispuestos a lanzarse desde un “bungee” con tal de no quedarse atrás en la carrera.
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A propósito de los tiempos electorales adelantados que se viven en la provincia coahuilense, cuentan las malas lenguas que esta semana se llevó a cabo una reunión de la nomenclatura priista en la capirucha del esmog en donde el gober no quedó muy bien parado que digamos. Dicen que el dirigente nacional del tricolor, Manlio Fabio Beltrones, no está nada cómodo con el hecho de que ya anden varios suspirantes haciendo precampaña en la entidad con miras a la sucesión gubernamental de 2017. Al parecer de “El Padrino”, el mandamás de Coahuila ha estado avivando el avispero antes de tiempo o, al menos, no ha puesto orden para controlar los ímpetus de todos los caballos contendientes.
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El que se quedó como los chinitos, “nomás milando”, fue el exdiputado local panista (todavía), Fernando Gutiérrez. Nuestros subagentes disfrazados de preseas para ciudadanos distinguidos nos cuentan que en la sesión solemne de Cabildo de ayer la bancada del PAN se mostró harto entusiasta y saludadora. La misma fracción de regidores que no se pone de acuerdo para votar en las comisiones, ayer sí mostró unidad al momento de tomarse la consabida foto, y al arropo de los exalcaldes Jorge Zermeño y José Ángel Pérez, todos asumieron sus mejores poses para no dejar de ser captados por las cámaras. Pero resulta que dejaron sentado a su correligionario, “El Gutiz”, quien desde su asiento sólo fue testigo mudo de la momentánea unidad de los blanquiazules ya que no fue requerido para las fotografías. Por su parte, el exdiputado federal y aspirante a la alcaldía, Marcelo Torres, que sigue en el ensueño porque hace algunos días le dieron su reconocimiento como mejor legislador de la bancada panista, se mostró curiosamente amigable con el alcalde Miguel Riquelme, con quien además de palabras, intercambió sonrisas, abrazos y hasta posó en varias ocasiones para la foto. Por cierto, no se sabe si por esta cercanía manifiesta, don Miguel no dejó pasar la oportunidad para mandarle algunos “mensajes” al senador Luis Fernando Salazar, también suspirante, a quien hizo alusión varias veces en su discurso diciendo que Torreón necesita gente que apoye y que el apoyo va más allá de los partidos políticos. Pero por si quedaba alguna duda, el edil le puso nombre y apellido a la pedrada cuando los reporteros le preguntaron por algunas ausencias, ya que dijo que mientras el exalcalde panista Guillermo Anaya se había disculpado por no poder asistir a la sesión solemne, el senador Salazar ni siquiera contestó a la invitación. Tal vez don Luis ande muy ocupado preparando sus actos de precampaña, perdón, informes legislativos.
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Cuentan que las reuniones entre los comerciantes y vecinos de la avenida Morelos y las autoridades municipales se han puesto algo ríspidas por la falta de definición del proyecto del llamado Paseo Morelos. Dicen que las cosas han llegado al punto de que al director de Obras Públicas, Gerardo Berlanga, se le ha comenzado a agotar la paciencia. Nuestros subagentes disfrazados tazas de café comentan que el motivo de las diferencias es que, a decir de las H. Autoridades, los locatarios se han puesto muy exigentes a la hora de colocar sobre la mesa sus consideraciones sobre lo que debe ser el proyecto de marras. El chiste es que ni tirios ni troyanos se han puesto de acuerdo en si el Paseo debe ser totalmente peatonal o no, si se deben retirar las tradicionales palmas, símbolo de la avenida, y mucho menos qué va a pasar con los camellones a los que les han dado una buena friega con las obras inducidas (así les dicen). Y es que mientras los trabajos continúan a paso de tortuga, porque dicen que el dinero no fluye como debiera, hay algunos comerciantes que desean conocer de qué manera se les va a apoyar para tener más clientes cuando todo quede por fin concluido. No resultaría extraño que, ante tanta indecisión de si serán peras o manzanas, el ayuntamiento termine por hacer lo que mejor le parezca.
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En la llamada Ciudad Jardín, la pugna y los golpes bajos de cara a la elección municipal del próximo año están a la orden del día. Uno de los que suspira con volver a la silla máxima del ayuntamiento es Carlos Aguilera Andrade. Y precisamente contra él ya se están apuntando algunas baterías por oscuros enjuagues que no ha querido aclarar y que podrían representar piedras grandes en su camino por la alcaldía. Resulta que José Luis Cuéllar, director del Despacho de Servicios Jurídicos Integrales, aseveró recientemente que don Carlos amplió la barda de la Ex Hacienda de San Fernando y muy quitado de la pena tomó la calle ya que el inmueble no tenía acceso por la privada San Fernando. Dijo que Aguilera hizo una nueva calle, pero en terrenos adquiridos por terceros con lo cual les invadió una superficie de unos 200 metros dejándolos encerrados y sin ningún valor. El pequeño detalle es que durante la administración 2007-2010, es decir la de Aguilera, el ayuntamiento de Lerdo arrendó la Ex Hacienda so pretexto de que su renta solventaría con ahorros importantes el cambio de algunas direcciones municipales. En ese tiempo, por ahí de 2009, el exalcalde suspirante dijo que había decidido aprovechar la oportunidad de rentar el inmueble para evitar que un particular la pudiese adquirir con intereses que priven de manera permanente a la comunidad de un bien que valdría la pena incorporar al patrimonio público. Pero lo cierto es que para entonces la Ex Hacienda San Fernando tenía días de haber pasado a manos de un nuevo propietario, quien -según las malas lenguas- es prestanombres de Aguilera. Así fue que un mes después de esta nueva escritura, el ayuntamiento del “a poco nos vamos a quedar así” informó que el costo del arrendamiento sería de 30 mil pesotes mensuales. Qué belleza.