Dicen que al exgobernador de Coahuila, Enrique Martínez y Martínez, le tienen reservado en el gobierno federal un amargo dulce de consolación. Como usted sabe, enterado lector, don Enrique pasó a vivir en el error recientemente al ser removido de la Secretaría de Agricultura y Ganadería del gobierno federal, puesto en el que ya llevaba casi tres años y desde donde, dicen, suspiró demasiado profundo por ser el Gran Pastor Nacional del PRI, lo cual habría sido la gota que derramó el vaso para motivar su salida. Pues ahora resulta que el preciso Enrique Peña Nieto le tiene preparado al coahuilense otro trabajito, pero más allá de nuestras fronteras. Sí, efectivamente, cuentan que a Martínez ya le ofrecieron una embajada en "Extranjia". Como es del conocimiento del respetable más avezado, para los políticos mexicanos sólo hay dos tipos de embajadas: las que son consideradas como premios y las que son consideradas como castigos.
Así las cosas, dicen que a don Enrique le ofrecieron la embajada de México en la hermana república de Honduras, el país más conflictivo de Centroamérica y uno de los más violentos del mundo. Actualmente esa misión está ocupada por Dolores Jiménez Hernández, una diplomática de carrera y amplia trayectoria que apenas fue ratificada en marzo pasado como embajadora. Comentan los enterados que Martínez no se ha decidido a aceptar semejante derrotero... tal vez porque él tenía en mente una embajada por las Europas.
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Al que ya traen en jabón en la urbe de adobe es al flamante comisionado de Seguridad Pública en Coahuila, Cristian Méndez Recio. Al parecer este personaje, que viene desde las profundidades de la administración del Profe de la Deuda, Humberto Moreira, ha resultado incómodo para algunos grupos del gabinete del gober Rubén. No se sabe a ciencia cierta si el motivo de la incomodidad es que Méndez Recio trabajó como secretario particular para el otrora omnipotente fiscal Jesús Torres Charles, en la época más oscura para el estado en materia de seguridad, es decir, cuando toda la provincia era un campo de batalla de los cárteles del narcotráfico. El chiste es que hasta el momento el Congreso local no ha ratificado al comisionado, cuando ya pasaron casi tres meses desde su nombramiento. Lo cual resulta curioso, ya que si no existe soporte legal para sus funciones, ¿en calidad de qué anda haciendo operativos y dando órdenes a las policías estatales? Por otra parte, al joven Cristian se le señala porque no cumple con dos requisitos para hacerse cargo de la Comisión de marras, a saber: que carece de título universitario (tal vez no es el único en el gabinete), y que no cuenta con la edad mínima. No obstante, los aguzados observadores de la cosa pública estatal apuntan a que el asunto central contra Méndez tiene que ver con su oscuro pasado y sus vínculos con una administración que en el actual sexenio intentan enterrar un día sí y otro también... como la deuda.
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Por cierto, ya que hablamos del siempre escabroso tema de la seguridad, en la Secretaría de Gobierno se les sigue haciendo bolas el engrudo con aquello de las travesuras de los integrantes del GATE. Primero negaron las quejas que comenzaron a surgir por las pasadas de manos de los agentes y que la Comisión Estatal de Derechos Humanos documentó en abundancia hasta principios de este año, cuando le hicieron manita de puerco para que se desentendiera de ello. Luego salieron con que todas esas quejas, o buena parte de ellas, se debían a una "campaña negra" contra la "marea" ídem orquestada por el crimen organizado (sí, ese que casualmente ahora se dice que ya no existe en la región) en contubernio con representantes de medios de comunicación. Incluso, el secretario Víctor Zamora tuvo el arrojo de decir que había una "narconómina", cosa que por supuesto nunca comprobó. Más tarde, y frente a las críticas recibidas desde la capirucha del esmog por tan osadas declaraciones, el discurso cambió hacia que algunos medios eran "amenazados" por los malosos para publicar las denuncias contra los temibles gates. Pues esta semana don Víctor ha dado un nuevo giro a la "explicación" de por qué tantas quejas por presuntos abusos. Ahora resulta que los integrantes de la "abatida" delincuencia organizada se hacen pasar por gates para cometer todo tipo de excesos con el fin de desprestigiar a la honorable corporación. Le agradeceríamos infinitamente a usted, agudo lector, que nos explicara si entiende algo de todo esto.
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Del otro lado del Nazas se comenta que la campaña anticipada del alcalde de Durango, Esteban Villegas, en pos de la Silla Máxima de la provincia no va como esperaba a estas alturas y que, por lo tanto, hasta el gober Jorge Herrera Caldera ha tenido que empezar a hacer proselitismo abierto para apuntalarla. Y es que don Jorge aprovechó el arranque de obras de -por fin- el nuevo Hospital de Especialidades de Gómez Palacio para presentar un recuento de sus acciones en la Comarca Lagunera, justo el día que se cumplieron cinco años de su gobierno, el lunes pasado. En ese acto oficial se distribuyeron bonitas revistas a todo color en cuyas páginas se citan obras como el Cefereso, el cuartel militar del 72 Batallón de Infantería y otras de carácter federal, como las ejecutadas con los recursos del Fondo Metropolitano (el saludo con sombrero ajeno es enfermedad de todos los gobiernos). Además, el gober presentó un video de siete minutos con el mismo contenido, y ante esa presentación el mandatario citó nuevamente las obras y habló de los "logros e inversiones" que se ejecutaron concretamente en La Laguna, por si quedaba alguna duda. Esta presentación fue una especie de informe condensado de aquél oficial que ofreció en marzo. También, Herrera Caldera se pasó casi toda la semana pasada en La Laguna con la intención de promover abiertamente a su delfín como "el bueno" para la candidatura al gobierno del Chiapas del Norte. Don Jorge, siempre junto con el alcalde de Durango -que ya pasa más tiempo en esta región que en su ciudad-, encabezó una cena con matrimonios en el club Campestre de Gómez Palacio, además de que estuvieron también en domicilios particulares con la intención de reunir a sus allegados, pedirles el apoyo y pasarles la charola.
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A propósito de la elección de 2016, el juego de ajedrez se pone cada vez más interesante entre los herreristas de Durango capital y los herreristas de Gómez Palacio. Resulta que ayer el gober Jorge Herrera integró a su equipo de trabajo a la exdiputada federal Marina Vitela Rodríguez como nueva subsecretaria de Desarrollo Social y Humano. Sí la misma exlegisladora que pertenece al grupo cercano de la senadora y suspirante Leticia Herrera y que no se destacó mucho que digamos en San Lázaro por su trabajo. Aunque existe escepticismo en la capital de los alacranes por este nuevo nombramiento, que creen que más bien busca apaciguar un poco el ímpetu de la posible "Bronca Lagunera", existen voces maliciosas que dicen que doña Marina la tiene fácil para hacer un mejor papel que el que hizo el exsubsecretario Karol Wojtyla Martínez, quien en marzo de este año presentó su renuncia con carácter de irrevocable luego de que lanzara comentarios desafortunados y denigrantes contra el género femenino en redes sociales. Ojalá Vitela algo pueda hacer para que el portal oficial de la Secretaría de Desarrollo Social se publiquen por fin los programas que se manejan en esta dependencia estatal. Pero esta nueva jugada tiene al menos dos lecturas: por una parte el gober aliena a gente de la senadora, pero por la otra le da a este grupo una cartera clave en el manejo de programas y apoyos clientelares -perdón, sociales- dirigidos a las clases populares que son las que nutren las urnas en temporada electoral. Y coincidentemente, esta misma semana doña Lety lanzó unos cuantos dardos envenenados contra el gober luego de la puesta de la primera piedra del ansiado Hospital de Especialidades de Gómez Palacio. Cuando le preguntaron qué opinaba de la obra, la senadora asestó: "pues todavía falta que la terminen". ¡Zas!