Por lo visto hay servidores públicos (la mayoría, desgraciadamente) que aún no entienden el concepto de servicio que debería ser la norma en su desempeño. Uno de ellos es el quinto regidor del ayuntamiento de Torreón, el priista Mario Valdés Garza, quien en estos días dio un claro ejemplo de lo que no se debe hacer como funcionario. Nuestros subagentes disfrazados de puertas y ventanas que todo lo oyen nos reportan que la semana pasada a una secretaria que trabaja en el área de regidores del edificio más caro de la ciudad la tuvieron que operar en el hospital del ISSSTE, y como es costumbre en ese nosocomio público, hizo falta una válvula que costaba 6,000 pesotes.
Para apoyar a su compañera algunos trabajadores municipales hicieron una coperacha para conseguir el dinero, cosa por demás loable. Pero el regidor Mario Valdés no sólo se negó a cooperar, sino que “ordenó” a los demás a no unirse a la causa bajo el absurdo argumento de que la secretaria no es sindicalizada y que por lo tanto no “merecía” la ayuda para salir adelante con su problema de salud. Esta postura fue muy mal vista por parte de los empleados y algunos regidores, quienes a raíz de este y otros desplantes, digamos poco amables, ya mejor le sacan la vuelta y de plano no quieren ser vistos cerca de él. No vaya a ser que les apliquen la máxima de “dime con quién te juntas y te diré quién eres”.
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Desde la privilegiada región Sureste de la provincia coahuilense nos llegan inquietantes noticias sobre la estrategia que se está urdiendo contra los líderes del movimiento de oposición a la construcción de un basurero tóxico en General Cepeda. Resulta que luego de varios meses de llevar a cabo acciones de protesta contra lo que consideran un atentado contra el medio ambiente y la salud de los habitantes del municipio, y después de que la Profepa y la Conagua ya dieron su aval para que el centro de confinamiento se construya a pesar de todo, ayer los líderes fueron notificados de que, curiosamente, existe una denuncia penal contra cinco de ellos. Cuentan que ya hasta recibieron el citatorio de parte de la Procuraduría General de Justicia del Estado, pero lo más extraño de todo es que los implicados no fueron informados del delito que se les acusa ni de quién es el particular que presentó la denuncia. Este hecho lleva a pensar a los opositores al llamado Cimari, apoyados por el obispo de Saltillo, Raúl Vera, que se trata de una estrategia para disuadirlos de que continúen con su incómodo movimiento so pena de ir a parar a una fría celda, sabrán los dioses por qué ilícito. Total, no sería la primera vez que esto ocurre. Lo bueno es que dicen que en esta provincia existe el estado de derecho.
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La tremenda bronca del CBTIS 127 de San Pedro de las Colonias parece no tener fin y está adquiriendo turbios tonos a la luz de la información que nuestros subagentes nos comparten. Se habla que la verdadera razón por la que los maestros tienen tomada la escuela en protesta por la ratificación del director Javier Ayala Madonado, está orquestada desde le coordinación estatal del sistema DGETI, que preside el panista Néstor Villareal. Según cuentan, Ayala no accedió a negociar la aprobación de las plazas de los maestros como antaño se hacía, es decir, con acuerdos “en lo oscurito” con el sindicato. La gente allegada a don Javier jura y perjura que la instrucción fue: “o te alineas o te alineas. Por aquí va al asunto y esta es la lista de maestros”. Pero supuestamente el director dijo que no y que si querían una plaza sería “a los que por antigüedad les corresponde” (¿o que fueran amigos suyos?) y que además tendrían que presentar el examen de capacidad. Fue entonces que, según la gente de Ayala, se le empezaron a complicar las cosas al directivo. Por lo pronto y como siempre ocurre en estos estira y afloja de la burocracia educativa los afectados son los alumnos, quienes junto con los padres de familia son utilizados para encabezar la “causa” y corren el riesgo de perder el semestre. Ahora bien, este supuesto golpeteo no exime al director del CBTIS 127 de aclarar los señalamientos en su contra que apuntan a que su reelección se hizo de manera fraudulenta y que de las arcas de la institución desaparecieron más de dos millones de pesillos. Así, mientras las cúpulas se enfrascan en una lucha de poder, se están llevando entre las patas a los estudiantes. Luego se quejan de por qué el nivel educativo está tan bajo.
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Las aguas revueltas que están provocando las elecciones estatales de 2016 en el Chiapas el Norte se le están subiendo al cuello al jefazo de Gómez Palacio, José Miguel Campillo. Y esto es porque ha comenzado a operar un grupo político contrario al munícipe quien, dicen, aspira a ocupar una hamaca en el Congreso estatal, aunque él por el momento ha dicho que espera terminar su gestión en los tiempos que le marcan la Constitución... claro si “su partido” o sus anhelos no lo llaman a tomar nuevos derroteros. Mientras tanto ese grupo político ha empezado a hacer de las suyas y prueba de ello fue el evidente desaire que hicieron los colonos de Tierra Blanca, bastión priista, en la brigada de salud de la semana pasada convocada por el ayuntamiento a través de la Dirección de Salud. Nuestros subagentes disfrazados de despensas nos informan que desde el día anterior, las lideresas de ese sector recibieron indicaciones precisas de no asistir ni llevar a su gente al acto oficial, cosa que cumplieron a cabalidad porque no se observó ni un alma. Como premio a su obediencia les han estado entregando apoyos en especie (faltaba más). En medio de los tiempos electorales adelantados, los más avezados observan que las acciones de gobierno van adquiriendo tintes muy peculiares en las que se nota que los ciudadanos son quienes menos importancia tienen, y sí la cuestión de la imagen que se busca proyectar o el “músculo” político de quienes desean quedar bien parados en los comicios. A diferencia de lo ocurrido en Tierra Blanca, la audiencia pública que el pasado jueves se llevó a cabo con notarios públicos, para informar a la gente sobre los descuentos en el Mes del Testamento, recibió a unas cien personas. Lo curioso del caso es que la sesión de información se programó para que se llevara a cabo durante toda la mañana, pero todos los interesados en el tema coincidieron puntuales a las ocho de la mañana, hora en la que arrancaron las actividades. Dos horas después, el salón Benito Juárez de la Presidencia Municipal ya estaba completamente vacío y sin notarios ni público qué atender. Lo cual lleva a la pregunta: ¿quién está moviendo los hilos de la madeja en el municipio gomezpalatino? Tal parece que don Pepe, desde hace un buen rato, ya no.
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Mientras tanto, el alcalde (todavía) de la capital de los alacranes, Esteban Villegas, continúa con sus reuniones en pos de la gubernatura que le tiene prometida su patrón, Jorge Herrera Caldera. Esta semana ha circulado la supuesta invitación que el edil duranguense hizo a través de Whatsapp a varios liderazgos priistas de La Laguna para asistir a una comilona en una quinta de Villa Juárez del municipio de Lerdo el próximo viernes. El “detalle”, que no pasó desapercibido para varios de los receptores del mensaje, es que se menciona a don Esteban como “alcalde con licencia” que busca la candidatura del PRI para la gubernatura del Estado. Llama la atención este hecho ya que una buena parte de la crítica contra Villegas se enfoca en que precisamente desde su posición en el ayuntamiento está construyendo su plataforma para ir por la Silla Grande de la Provincia, por lo que el engaño se asoma por sí solo. ¿O será que ya pidió licencia y a nadie la avisó, ni siquiera al Cabildo que es el órgano que debe aprobar el permiso para retirarse del cargo, lo cual sería harto extraño? Lo cierto es que esta filtración pone en evidencia que no todos los liderazgos a los que pide su apoyo don Esteban están de acuerdo con el fondo y las formas de sus aspiraciones. Respecto a sus formas, ya decíamos en anteriores misivas que los suspirantes estarían dispuestos a todo con tal de ganar adeptos, y precisamente Villegas dio una muestra de ello recientemente. Y es que está circulando en redes sociales una foto del alcalde en plena función de lucha libre saltando desde la tercera cuerda sobre su rival, un luchador profesional, que lo recibe con los brazos abiertos en una escena típica del deporte de los costalazos. Más allá de las burlas y memes que este hecho generó, lo que se demuestra una vez más es lo urgido que está el calefacto duranguense por conseguir el favor del respetable. A ver si en uno de esos atrevidos lances no termina lesionado, cosa que por supuesto no le deseamos.
