Quien más sale fortalecido del tema de las corridas de toros en Coahuila es Armando Guadiana Tijerina, quien ya había avisado en una de sus muchas giras por el estado que los “amantes” de la fiesta brava vencerían al sistema y obtendrían amparos en contra de la ley que prohíbe los festejos en suelo coahuilense. Nuestros subagentes reportan que el empresario estaba seguro de su triunfo en los tribunales, por lo que viene trabajando semanas atrás eventos de gran magnitud para los siguientes meses en diversas plazas de Coahuila. Aunque lo relevante está en que Guadiana ahora seguirá su plan, que incluye reforzar su imagen ante el electorado, con el afán de convertirse en una figura polémica, a través de actos rebeldes y críticas ácidas al sistema, tal como lo hizo Jaime Rodríguez “El Bronco” en Nuevo León. Los subagentes aseguran que un fragmento del equipo que asesoró a Rodríguez de vez en vez se comunica con don Armando, quien suspira, cómo no, por llegar al Palacio Rosa.
Y hablando de la grilla coahuilense, hay varios frentes abiertos. Por un lado está la piedra en el zapato que significa Guadiana Tijerina a quien no se logró vencer en el tema de los toros, por ahora claro, lo que, por cierto, provocó severos regaños a los asesores legislativos que crearon una ley a todas luces débil y repleta de huecos que podían ser interpretados y sentar jurisprudencia, un grave error para cualquier reforma. Nuestros subagentes aseguran que tanto en el Palacio Rosa como en el mismo seno del Congreso las quejas, críticas y regaños se multiplicaron contra los padres de la ley anti taurina a causa de sus omisiones y falencias. El segundo frente abierto es la disputa férrea por la candidatura del PRI para pelear en las elecciones; es tan larga la lista de candidatos y los intereses que representan que no hay pista que alcance para colocarlos a todos y que se desgreñen.
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Quien anda de plácemes es Enrique Martínez y Martínez, ex gobernador de Coahuila y ex jefazo de la Sagarpa, al casi asegurar un regalito por parte de Enrique Peña Nieto: la embajada de México en Cuba. Nuestros subagentes disfrazados de diplomáticos afirman que se prepara ya todo para que a la brevedad al coahuilense se le dé el nombramiento y pueda entonces viajar a La Habana a vivir al menos tres años en la paradisiaca isla. En la última visita de la canciller Claudia Ruiz Massieu a La Habana, se puso sobre la mesa el nombre de Martínez, que fue aceptado por el gobierno cubano sin mayores problemas. El casi seguro nombramiento de don Enrique se da en una coyuntura trascendental para el futuro de las relaciones entre Cuba y México, dañadas en los últimos sexenios panistas. El coahuilense tendrá que hilar fino, característica según nuestros subagentes, que se le da muy bien y aprovechar hasta donde dé, la apertura entre la isla y los EE.UU., que pudiera ser un beneficio para México o una desgracia para el turismo en la riviera maya, según se vea.
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Nuestros subagentes disfrazados de panistas de hueso colorado aseguran que quien anda rumiando su desdicha es Marcelo Torres, a quien Ricardo Anaya, líder blanquiazul a nivel nacional, quiere como delegado para las elecciones en Durango. Cuentan los infiltrados que Anaya ve en Torres un elemento confiable y capaz de solventar unos comicios que se vaticinan complejos, pero el problema es que no está convencido de que dicha chamba sea gratificante y sí está seguro que le desgastará. El detalle es que don Marcelo no puede decir que no si quiere seguir contando con el respaldo incondicional de Anaya, con quien ha sabido hacer migas suficientes para destacar en la política interna panista. De acuerdo con los subagantes fue José Rosas Aispuro quien le puso el estoque, tema taurino tan de actualidad, a Torres. ¡Vaya amigos!
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Hablando de panistas, uno que anda por lo menos agitado es Bernardo González. El presidente del PAN en Coahuila ha tenido unos meses complejos ante la desbandada de figuras importantes, expulsiones de otras y omisiones de muchos. Nuestros subagentes detallan que González ha pensado en arrojar la toalla ante el poco apoyo y sí las altas exigencias de las diferentes tribus, que en lugar de unificar criterios, jalan hacia su lado y desmiembran a un partido ya de por sí endeble. Habrá qué ver el destino del líder blanquiazul, que, afirman, ha dicho a su círculo cercano que no entiende porqué los liderazgos del partido no han logrado reunirse y armar un frente común en contra del gobierno y el partido oficial.
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Quedarse sin recursos del Subsemun fue una terrible noticia para Gómez Palacio, que contaba con los más seis millones de pesos para invertirlos en su policía, tan necesitada de equipo, capacitación, personal y logística. Nuestros subagantes disfrazados de policías mal pagados aseguran que el alcalde José Miguel Campillo Carrete hizo tremenda rabieta al enterarse de la delicada situación, exigiéndole al tesorero Jesús Loza una explicación coherente, pero sólo recibió respuestas anodinas y baterías cargadas hacia la Secretaria de Hacienda, dependencia a la cual don Jesús le achaca la determinación. Lo cierto es que tras el recorte presupuestal en la Federación, los municipios debían cumplir con mayores requerimientos para acceder al dinerillo, aspectos que Gómez Palacio, con deficiencias de todo tipo en sus cuerpos de seguridad, incluyendo temas administrativos y de regulación, estuvo muy lejos de satisfacer. Nuestros subagentes afirman que el alcalde Campillo prefirió no seguir buscando ruido al chicharrón al reconocer que el caos en los cuerpos de seguridad tiene toda la administración.
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A finales de esta semana habrá un curso de mediación organizado por el Tribunal Judicial Superior de Justicia del Estado de Durango y nuestros subagentes disfrazados de asesores de los magistrados apuntan que el costo para los burócratas será de dos mil pesos. Hasta ahí todo bien, el problema viene cuando, de acuerdo con los informantes, a dichos empleados se les obligó a firmar un documento para autorizar el descuento, vía nómina, de 500 pesos por quincena. Y para no salirse de las viejas costumbres, pululan las amenazas veladas contra los que no firmen el papelito. Los subagentes confirman que aquellos que se niegan a ir no reciben regaños ni son obligados, siempre y cuando firmen la autorización de descuento. Considerando que el Tribunal tiene entre secretarios de acuerdos, proyectistas y oficiales judiciales y jueces, 400 empleados, el monto a recaudar alcanza los 800 mil pesos, que, según los subagentes iría directo a la alcancía para las campañas políticas del próximo año. ¿Será?
