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Verdades y rumores

EL AGENTE 007

Dicen que los regidores panistas del Ayuntamiento de Torreón están dispuestos a llevar al Congreso local el tema de la concesión del alumbrado público ya que ven que las cosas no marchan como se había proyectado. Los ediles blanquiazules, encabezados por Sergio Lara, juran y perjuran que la concesionaria, subsidaria de Construlita, no está cumpliendo con los términos y plazos del contrato y que misteriosamente al gobierno municipal de Miguel Riquelme le ha temblado la mano, ha optado por darle todas las facilidades a la empresa para no meterse en problemas y evitar machar la imagen del principal proyecto de la administración (pero que no sea un contribuyente moroso, porque a ese sí, ni Dios lo salva). Los señalamientos más fuertes tienen que ver con que los trabajos no han concluido cuando debieron estar terminados desde agosto según el propio contrato, además de que los supuestos ahorros anunciados por la alcaldía son aún intangibles.

Pero dicen que en caso de darse esos ahorros, no llegarían al bolsillo de los ciudadanos, ya que el ingreso por Derecho de Alumbrado Público ya está amarrado en el mismo contrato para con él pagar una parte de la concesión que le costará a la ciudad 3,000 millones de pesillos. La mala noticia para don Sergio es que en la bancada del PAN no quieren jalar todos parejos o no todos están convencidos de que se pueda lograr algo con las denuncias que hace y seguirá haciendo. Como prueba está que a la rueda de prensa a la que convocó Lara el lunes pasado para lanzar los señalamientos contra el proyecto de alumbrado no asistieron los regidores Ignacio Corona y Verónica Soto, quienes por cierto han sido los menos activos en su papel como oposición. Esta división en la bancada panista no es un asunto menor, sobre todo de cara a los otros procesos de concesión que están en ciernes, como el de Parquímetros y hasta con los semáforos. Al paso que vamos, no sería extraño que le cambiaran el nombre a la ciudad para ponerle Torreón S. A. de C. V.

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Cuentan que la semana pasada los integrantes del llamado Distrito Colón pusieron en serios aprietos al director de Tránsito de Torreón, Ricardo Hamdan, en una reunión que sostuvieron con él para revisar el problema del creciente desorden por la apertura de negocios nocturnos en el sector. Nuestros subagentes disfrazados de tazas rotas nos dicen que los dueños de bares y restaurantes adheridos a la asociación le cuestionaron al funcionario la falta de interés para meter en cintura a los parroquianos y comensales que estacionan sus autos y camionetas sobre las banquetas, obstaculizando el paso de los peatones. La primera respuesta de Hamdan fue que para hacerlo tendrían que multarlos a todos y que eso estaba harto complicado. Los comerciantes, sorprendidos, le reviraron con un “¿y luego? se supone que para eso están los agentes de Vialidad ¿no?”. Luego de varios minutos de intentar salirse por la tangente, a don Ricardo no le quedó de otra que revelar el verdadero motivo de la inacción de su dependencia: que no quiere afectar los intereses del boyante gremio de los funcionarios municipales antreros que se han montado en la ola de la reactivación económica de la calzada Colón y alrededores. Resulta que una buena parte de los bares y restaurantes de la zona pertenece de forma directa o indirecta a servidores públicos que han “diversificado” su actividad desde la cómoda posición que les da trabajar en la administración municipal. El problema es que como ellos no pertenecen a la asociación de marras y son más afines a abrir antros para luego traspasarlos, pues poco les importa el orden y la imagen del sector. Vaya cosas.

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Luego de varios meses de ausencia de la arena pública, hoy regresará a la sagrada nómina José Armando García Triana, exdirector de Cuencas Centrales del Norte de la Conagua, quien asumirá el cargo de delegado de la Sagarpa en La Laguna, situación que ha despertado comentarios en el ambiente polaco. Y es que Román Alberto Cepeda González dejó esa oficina agraria para, según dijo, irse en pos de su sueño de ser gobernador de Coahuila (no se ría, eso dijo), aunque algunos conocedores de la cosa pública creen que en realidad va por la candidatura para la alcaldía de Torreón. No obstante, otros dicen que no se salió de la delegación sino que lo “salieron” y él se adelantó para evitar el golpeteo. Curiosamente, don Alberto deja el cargo días después de que los priistas alineados con el moreirismo lo acusaron de financiar una campaña de volanteo contra el proyecto de alumbrado público de Torreón, cosa que, por tratarse de los territorios del aparente delfín del gober, no le perdonan. Incluso hay quienes hablan de que el ahora exfuncionario dejó un largo tendedero de trapitos sucios relacionados con beneficios que obtuvo a la sombra de su cargo. Como se sabe, Cepeda fue secretario de Fomento Agropecuario con Humberto Moreira y luego llegó a la Sagarpa de la mano del exsecretario Enrique Martínez y Martínez, cuyo equipo ha comenzado a desmantelarse a raíz de su salida del gabinete federal. Dicen los que saben que los que los que han puesto sus barbas a remojar son Mario Eulalio Gutiérrez, delegado estatal de la misma secretaría, y Abraham Cepeda Izaguirre, director de Conaza. Sobre don Armando, cuando dejó la Conagua, poco después del huracán que desató David Korenfeld por usar un helicóptero público con fines privados, aseguró que la decisión se debía a motivos de salud. No obstante, nuestros subagentes de la capirucha del esmog nos reportan que la verdadera razón de su renuncia tuvo que ver con una investigación que existe en la Secretaría de la Función Pública por algunos manejos extraños en la oficina de Cuencas Centrales del Norte, investigación que está bajo reserva. Cabe recordar que por aquellos días de la “tormenta Korenfeld”, don Armando también fue cuestionado por usar un helicóptero de Conagua para darle “ride” al alcalde de Torreón a un acto del gobernador. Será el sereno, pero por lo pronto García Triana dejará de vivir en el error.

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Enorme revuelo generó la reaparición en la escena pública del Profe bailarín -que nos bailó a todos- Humberto Moreira, a quien en esta semana se le vio muy sonriente en fotografías tomadas durante un bautizo y que circularon profusamente en las redes sociales. Pero el revuelo no fue tanto por don Humberto, sino por quien le acompaña en algunas de esas imágenes. Una de ellas es la senadora Hilda Flores, quien como se recordará fue secretaria de Turismo durante la administración estatal del Profe y desde ahí brincó a una curul en San Lázaro. Su suplente como diputada federal fue el hoy defenestrado Noé Garza Flores, exsecretario de Desarrollo Rural, el mismo que ha decidido quemar sus naves y enfrentarse con el priismo moreirista para buscar una candidatura independiente por la Silla Máxima del estado. Algunas voces maliciosas dicen que si de por sí las posibilidades de doña Hilda para ser la suspirante del PRI a la gubernatura eran pocas, cuantimás ahora que aparece en fotos con el llamado “hermano incómodo”. A menos de que ella también esté segura de que en México el escándalo de la megadeuda de Coahuila nunca va a alcanzar de lleno al expresidente nacional del PRI. En el otro lado del río Bravo, quién sabe.

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La grilla del otro lado del Nazas está que arde. Nuestros subagentes disfrazados de correveidiles de la sede del gobierno de Durango dicen que a pesar de que su figura no despierta aún la euforia que esperaba, el alcalde Esteban Villegas está convencido de que él será el ungido para la candidatura del estado. La confianza es tal que ven que su principal rival, la senadora Leticia Herrera, ya está dando patadas de ahogado con las movidas que anda haciendo tanto en La Laguna como en la capirucha del esmog. El equipo cercano a don Esteban y los priistas afines al proyecto del gober Jorge Herrera no creen que doña Lety tenga tantas palancas en el CEN del PRI como dice tener y que la decisión de elegir al abanderado tricolor a través de una convención de delegados resultó tan favorable para el delfín que pocas esperanzas quedan ya para el clan Herrera de La Laguna. En este contexto puede leerse el acto de unidad que protagonizaron esta semana la senadora y el exdiputado federal, Ricardo Rebollo, para despejar las dudas de la supuesta rivalidad que había entre las dos familias que controlan los hilos de la política en la región. Lo curioso del caso es que dicen que fue precisamente el excuruleco quien en los tiempos de la contienda interna entre Ismael Hernández Deras y Carlos Herrera fue uno de los que ayudó a inclinar la balanza para que el ganón fuera el primero. Pero para abonar al escepticismo, la diputada Rocío Rebollo se desmarcó ayer de las acciones de su hermano y optó por asumir una postura más institucional diciendo que será hasta que se decida quién quede como candidato que se sumará al proyecto. Más allá de esto, dicen los que saben de la grilla duranguense que bastará ver cómo quedarán distribuidas las posiciones de los delegados para saber para dónde se inclinará la balanza, aunque no se descarta que desde México se imponga la mano del “Padrino” Beltrones para sacar un “candidato de unidad”. A fin de cuentas, lo que le importa al CEN es ganar la elección y, para ello, echarán mano de quien tenga las mayores posibilidades de triunfo. No le cambie, se va a poner bueno.

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